Basurero de Chetumal, Bomba Ambiental en el Paraíso
10 Feb. 2025
Ángel Ramírez Hernández / CAMBIO 22
Chetumal; Quintana Roo a 10 de febrero de 2025.- Hace días, el director general de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Luis Mario Ramírez Campos, dijo a mi parecer, de manera irresponsable que, el basurero de Chetumal, se administra correctamente y que, aún da tiempo para operar en el sitio.
Aunque también llegó a reconocer al más puro estilo de la chimoltrufia, que, la situación es decadente de acuerdo al espacio que ya se delimita, y que se encuentra a un 85% de la capacidad.
Y es que, a pesar de que el predio es de aproximadamente 60 hectáreas, por acuerdos con el Ejido Calderitas se utiliza ya más de la mitad como depósito de los residuos sólidos urbanos que se generan en Chetumal.
Es un depósito a cielo abierto que opera al menos desde hace más de 30 años, en el cual, en el último trimestre del 2024, el Ayuntamiento capitalino “gastó” más de 3.8 millones de pesos en arrendamiento de maquinaria para trabajos en el lugar, multiplíquelo por los meses y luego por años.
Datos de la Plataforma Nacional de Transparencia, establece que el ayuntamiento de Othón P. Blanco, destinó un millón 23 mil pesos para arrendar un tractor sobre oruga para el reacomodo de residuos sólidos en el sitio de disposición final de la capital del estado.
Desembolsando por igual, dos millones 876 mil 800 pesos para la renta de una excavadora, un tractor y tres unidades de volteo con el fin de realizar trabajos de saneamiento de terrenos contiguos al basurero municipal de la capital del estado.
En 2024, según el propio ayuntamiento, ingresaron al sitio de disposición final, 115 mil 583 mil toneladas de residuos sólidos urbanos generados por los habitantes de Chetumal, 15 por ciento más que 2023; hace dos años, ingresaron 100 mil 561 toneladas al sitio de disposición final de la capital del estado.
Y mire, le cuento, aquí el disparate de decir que operan de manera correcta, desde enero del 2014 el relleno sanitario había terminado su vida útil, para clasificarse en un simple tiradero a cielo abierto, así lo reconoció en su momento la directora de Ecología, Gabriela Santana Duarte. (29 enero 2014 Sipse). Ya en el 2005 el vertedero habría sido acondicionado como relleno sanitario, luego de una recomendación emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), año en que se construyó una celda emergente para cumplir con la norma oficial y darles el manejo adecuado a los residuos.
La Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003 establecía la clausura de tiraderos a cielo abierto para dar pie a los rellenos sanitarios. Para buscar alternativas y remediar el problema ambiental que generan estos sistemas, a la fecha sigue siendo peor que un simple basurero.
Muchos intentos a lo largo de su historia, han tenido diversos ayuntamientos de Othón P. Blanco, por concesionar la basura a empresas, incluso una de ellas recibió autorización para ello en el 2012 y que mantiene aún el litigio con cabildos tras revocación irregular.
Lo cierto es que este basurero actual, como históricamente ha generado molestias sanitarias y problemas serios de salud en colonias de la periferia y en general en Chetumal.
Tan es así, que el Ayuntamiento en su haber ha recibido notificaciones de multa, superior a tres millones de pesos 200 mil pesos impuesta por la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA), por manejo inadecuado de la basura.
Un aviso recayó en su momento en el síndico municipal, Yensunni Martínez Hernández, hoy alcaldesa reelecta y nada o muy poco se ha hecho. Y la danza de los millones de pesos para mantener activo el foco monumental de infección es un barril sin fondo, como el argumento y narrativa que la vida útil de este relleno se mantiene, cuando en la realidad ya feneció y, es más obsoleto que un bíper de Electra.
No obstante, Luis Mario Ramírez, director general de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, le sigue dando vida útil con su narrativa irresponsable, porque cambiarlo de lugar cuesta algo así como 100 millones de pesos, y prefieren pagarlo, pero a plazos, removiendo y rellenando, o peor aún, quemando los residuos sólidos, sin poderlos reciclar ante la falta de capacidad.
Falta en los ayuntamientos, no solo en Chetumal, en todos los de Quintana Roo por lo menos, capacidad para desprenderse y reciclar los residuos de sus ciudades. Veremos que sucede más adelante, cuando termina el periplo de alto riesgo ambiental; ¡pero ya dejen dar atole con el dedo y resuelvan ya!.
Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22
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