Baja Afluencia Turística Provoca Cierres de Restaurantes en Macario Gómez

• Macario Gómez es reconocido por su gastronomía tradicional y la producción artesanal de sus habitantes, sin embargo, la comunidad ha quedado fuera de los principales circuitos promocionados al visitante, lo que ha reducido de forma drástica el flujo de personas, sobre todo entre semana

Redacción / CAMBIO 22

TULUM a 10 de agosto.— La disminución de visitantes está golpeando con fuerza a las comunidades rurales con vocación turística, y Macario Gómez, ubicado en la ruta Tulum–Cobá, es un claro ejemplo. En las últimas semanas, varios restaurantes de gran tamaño han cerrado sus puertas ante la falta de clientes, dejando un panorama de locales vacíos y calles con poca actividad comercial.

De acuerdo con Jhoana Jiménez, trabajadora de un negocio en el centro del poblado, los cierres más visibles corresponden a establecimientos que dependían casi por completo del turismo nacional y extranjero. “Sí hay muchos locales que ya están cerrados… más que nada restaurantes grandes. Los pequeños siguen trabajando, pero con dificultad”, comentó.

Macario Gómez es reconocido por su gastronomía tradicional y la producción artesanal de sus habitantes, sin embargo, la comunidad ha quedado fuera de los principales circuitos promocionados al visitante, lo que ha reducido de forma drástica el flujo de personas, sobre todo entre semana.

Los negocios que permanecen abiertos sobreviven principalmente gracias a la clientela local. “Trabajamos más con la gente del pueblo. Turistas no hay mucho, pero ahí la llevamos”, explicó Jhoana, señalando que los ingresos apenas alcanzan para cubrir sueldos y gastos básicos.

Esta contracción de la actividad turística no solo impacta en la economía, sino también en la dinámica social. El cierre de comercios significa pérdida de empleos y menos espacios para la convivencia comunitaria. La incertidumbre crece mientras no se vislumbran acciones concretas para reactivar el turismo en esta y otras localidades cercanas.

Con mesas vacías y una oferta gastronómica que antes atraía a decenas de viajeros, los habitantes de Macario Gómez resisten con lo mínimo indispensable, esperando que el turismo regrese antes de que más negocios tengan que cerrar definitivamente.

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