► Aseguran que esto es porque solo se da en ciertas temporadas del año

► Es solo una estrategia que utilizan quienes los traen a la ciudad para tener ventas seguras

 

Laura Beytia/CAMBIO 22

CHETUMAL, 25 de enero.- A pesar de que en los últimos meses de 2023 incrementó de manera considerable en las calles de la capital el número de vendedores menores de edad provenientes del estado de Chiapas, ha sido muy poco lo que las autoridades han podido hacer para evitar que ejerzan el comercio informal en la vía pública.

El responsable del área de Fiscalización, Inspección, Horario y Comercio en Vía Pública del Ayuntamiento de Othón P. Blanco Josué Jiménez Herrera, comentó que ha sido difícil poder frenar sus actividades, regularlos y sancionarlos, por el simple hecho de que son infantes que solo son usados como escudo para no pagar permisos al municipio, evitar las infracciones o que se proceda con el decomiso de la mercancía cuando son detectados.

“Además de la renuencia que tienen para pagar permisos, usan mucho a menores de edad y eso a nosotros como fiscalización nos impide actuar de cierta manera, no es nada agradable que un inspector llegue y quiera sancionar a un niño y si nos ha costado ver de que manera podemos no erradicar, pero si controlar y más porque es por temporadas que traen a 20 o 30 niños que son acompañados por dos o tres adultos y no podemos llegar a levantarles una multa o a decomisarles sus cosas, no se ve bien, pero si estamos atentos a los reportes que nos hacen en torno a esto.”

Añadió que han estado trabajando con el DIF estatal, el municipal y SIPINNA, a fin de encontrar los mecanismos adecuados que faciliten el control del comercio informal que llevan a cabo y más por la explotación laboral infantil que esto representa, aunque si han emitido recomendaciones a sus acompañantes cuando logran ubicarlos, ya que no tienen un sitio fijo para vender y se mueven constantemente para evitar precisamente que los retiren de las calles.

Afirmó que la llegada de chiapanecos con niños pequeños es un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años, ya que es una estrategia para dar lástima a las personas incluidos turistas nacionales y extranjeros y de esta manera, tener ventas seguras.

“Es un grupo de personas que vienen de Chiapas y que traen a estos niños y cuando termina la temporada se los vuelven a llevar, por eso no tenemos un registro de cuántos son porque el número varía, si hemos tratado de localizarlos y platicar con ellos, pero son muy renuentes la verdad, además de que estos menores que andan vendiendo están bien aleccionados para contestar y no podemos de alguna manera actuar, por eso la instrucción que tenemos es solo invitarlos a que se retiren, porque tampoco se trata de hacerlo a la fuerza.”

Finalmente, dijo que son mínimas las quejas de establecimientos que se encuentran sobre el boulevard en torno a la presencia de los infantes que ofrecen sus productos a su clientela y los reportes que reciben son de ciudadanos que solo expresan su preocupación al verlos en la calle solos y a altas horas de la noche.

 

lau.beytia@diariocambio22.mx

 

JFCB

 

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