Avanza la Evaluación de la Ampliación del Muelle Internacional de Cozumel, Mientras se Frena la Cuarta Terminal de Cruceros
20 Jun. 2025
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En las oficinas de la Semarnat se encuentra en estudio desde marzo el proyecto de SSA México para extender su muelle 412 metros más, con la finalidad de recibir hasta 4 cruceros de gran tamaño al mismo tiempo
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En tanto, la concesión de zona federal para el cuarto muelle estaba condicionada a realizar la obra en 2 años y el plazo venció en 2023
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Asimismo, la autorización ambiental era para construir el cuarto muelle antes de junio del 2024
Francisco Hernández/CAMBIO 22
CHETUMAL, 20 de junio- Mientras ciudadanía y ahora autoridades debaten públicamente sobre el proyecto de construcción del cuarto muelle de la isla de Cozumel, en las oficinas de Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) avanza la evaluación de otro proyecto del mismo sector: el de la ampliación del muelle de cruceros Internacional de la compañía SSA México, con la construcción de una nueva línea de atraque de 412 metros de largo con 24 metros de ancho, a fin de darle la capacidad de recibir hasta 4 cruceros de gran tamaño al mismo tiempo.
Los empresarios del muelle de Cruceros SSA México en Cozumel llevan cinco años buscando la autorización para la ampliación de sus instalaciones, y el pasado 14 de marzo de este año presentaron a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) de la Sermanat la solicitud de autorización de su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

Comparativamente, el cuarto muelle, promovido por la empresa Muelles del Caribe S. A. de C. V., estaría ubicado un kilómetro al norte del muelle que SSA México quiere ampliar.
Es así, porque el muelle Internacional se encuentra ubicado en el kilómetro 4+500 de la carretera Costera Sur, prolongación de la avenida Rafael E. Melgar, mientras que el cuarto muelle sería construido en el kilómetro 3+625 de la misma carretera, también al sur de la zona urbana.
La extensión del muelle Internacional
En cuanto a la extensión del Muelle Internacional de Cruceros de Cozumel, actualmente en evaluación de la Semarnat, el proyecto consiste en un conjunto de obras de infraestructura portuaria destinadas a optimizar la capacidad operativa de la terminal marítima.
Específicamente, contempla la construcción de un nuevo duque de alba la extensión del muelle actual dentro de la zona federal marítima de la terminal actual, con una inversión requerida de 882 millones 325 mil 996 pesos, de los cuales la compañía asegura que 5 millones 543 mil 458 pesos corresponden al monto destinado para la implementación de medidas de mitigación y compensación de impactos ambientales del proyecto.

Actualmente, esta terminal marítima dice tener un área total de 25 mil 388 metros cuadrados, ocupados por un muelle abierto con una longitud aproximada total de atraque en la banda exterior de 460 metros, formado por un muelle de 352.60 metros y un duque de alba en su extremo norte, más un duque de alba adicional del lado sur para amarre.
El muelle se conecta a tierra a través de una pasarela peatonal adicional de acceso terrestre de aproximadamente 120 metros de longitud y tiene un muelle secundario para tours.
SSA México asegura que con esta infraestructura actual atiende a más del 40 % de los cruceros que visitan la Isla de las Golondrinas, que son de las navieras Celebrity Cruises, Disney Cruises, MSC Cruises y Royal Caribbean.
Sin embargo, argumentan que, con la llegada de una nueva generación de cruceros de mayor tamaño al muelle Internacional, como el Icon of the Seas, el cual cuenta con una capacidad máxima de 7 mil 500 pasajeros, así como el arribo de otras embarcaciones de gran envergadura, con esloras de hasta 365 metros, se vuelve indispensable la modernización y expansión del muelle.
En este sentido, exponen que el muelle está diseñado para recibir hasta 3 buques simultáneos de cruceros, 2 de clase Radiance y uno de clase Freedom, pero comienza a ver limitada su capacidad operativa para la recepción de buques de mayor envergadura de manera simultánea, lo que podría traducirse en una pérdida de competitividad frente a otros destinos del Caribe e incluso a nivel mundial.
De este modo, la ampliación y modernización del muelle permitiría la llegada de los cruceros más grandes, optimizando la infraestructura para responder a las nuevas demandas del sector y garantizando un crecimiento sostenible del turismo en la región.

En cuanto al impacto ambiental, SSA México afirma que “los impactos ambientales negativos que se predicen son, en la escala analizada, mitigables, compensables y moderados o despreciables”, además que el proyecto se ubica a 5 kilómetros del Parque Nacional Arrecifes de Cozumel y no se tienen especies protegidas en la zona donde se pretende construir la ampliación del muelle.
“Partiendo de la naturaleza de las actividades contempladas en la etapa constructiva y tomando en consideración que el proyecto formará parte de la terminal de cruceros que actualmente está en operación, no se espera que las actividades de construcción de la nueva infraestructura representen riesgos a la permanencia de las poblaciones de especies vulnerables y protegidas por la legislación nacional, así como daño al ecosistema marino o a la salud humana.
“Las actividades operativas y de mantenimiento del proyecto serán exactamente las mismas que se desarrollan hoy en día, de tal manera que no se obstaculizará la continuidad de los procesos naturales que actualmente se desarrollan en esta región, la cual se encuentra transformada por las actividades turísticas y portuarias, así como por el crecimiento de la frontera urbana de Cozumel”, asegura.
El cuarto muelle a revisión
Cabe mencionar que el cuarto muelle recibió la concesión de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) el 16 de febrero del 2021 y la autorización ambiental de la Semarnat el 7 de diciembre del mismo año, bajo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, un mandatario al que poco interesaban las normas y limitaciones medioambientales, como demostró con varios proyectos, principalmente el Tren Maya.

Cuando tramitó ese permiso, Muelles del Caribe dijo que contaba con la concesión de la Zona Federal Marítimo-Terrestre (Zofemat) 673/QROO/2018 con una superficie de mil 144.3856 metros cuadrados; pero esa estaba a nombre de Daniel Fidelio Peraza Martín y amparaba exclusivamente el uso de ornato, para instalación de sombrillas y camastros, recreación y sin fines de lucro.
Por tal motivo, luego de que presentó en 2020 su MIA a la evaluación de la Semarnat, haciendo mención de que realizaba ese trámite y de que Daniel Fidelio Peraza Martín le cedió sus derechos, Muelles del Caribe tramitó ante la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) una nueva concesión, solicitando además de que se le cambiara el uso de ornato a uso general, para poder realizar su proyecto.
Fue así como el 16 de febrero de 2021 la SICT otorgó la concesión “para usar y aprovechar bienes de dominio público de la Federación, consistentes en una zona federal marítima para la construcción, operación, aprovechamiento y explotación de una Terminal Marítimo-Portuaria de cruceros, de uso particular”, 9 meses antes de que la Semarnat le autorizara la MIA, por lo que inclusive estaba condicionada a que la concesión sería cancelada si no obtenía el permiso ambiental.
No ocurrió tal extremo, pues la Semarnat le autorizó a construir el muelle de cruceros en una superficie de 58 mil 729.803 metros cuadrados dentro de la zona federal marítima, con una inversión aproximada de 335 millones 71 mil 74.27 pesos, así como para abrir un camino de acceso en 1.1 hectáreas de selva y la terminal en tierra.
Se dijo que el proyecto sería para un muelle de cruceros de 800 metros de largo por 14 metros de ancho en forma de L, que ocuparía 11 mil 202.03 metros cuadrados para muelle; 27 mil 32.523 metros cuadrados para la zona de atraque número 1 y 20 mil 495.250 metros cuadrados para la zona de atraque número 2, con capacidad para recibir embarcaciones de hasta 362 metros de eslora, es decir, los actuales de gran envergadura.
Cabe mencionar que los trámites de la autorización de impacto ambiental los encabezó Daniel Fidelio Peraza Martín como representante del consorcio, mientras que para obtener la concesión de la Zofemat la representación de Muelles del Caribe la ostentó José Enrique Molina Casares, quien también es el director general del muelle de cruceros de Punta Langosta en la isla.
Ahora bien, la vigencia de la concesión de Zofemat estaba condicionada a que la misma perdería su vigencia si en el plazo de 2 años contados a partir de su otorgamiento la empresa no iniciaba las obras, sin necesidad de que medie resolución administrativa al respecto, y tal plazo se venció en febrero del 2023, y no existe una nueva concesión o prórroga publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Por su parte, la autorización ambiental de la Semarnat era para realizar la construcción en un plazo de 30 meses, los cuales vencieron en junio del 2024.
Sin embargo, este plazo podría ser modificado a solicitud de parte ante la misma dependencia, pero con la previa acreditación de haber cumplido satisfactoriamente con todos los términos y condicionantes de la autorización ambiental, así como de las medidas de prevención, mitigación y/o compensación establecidas por la promovente en su propia MIA.
Y de hecho, la resolución estableció varias condicionantes al proyecto, 12 en general, incluyendo la presentación de un Programa de Manejo Ambiental 3 meses antes del inicio de las obras, así como programas de Repoblamiento de Pasto Marino, de Monitoreo y Seguimiento al Comportamiento de la Línea de Costa, de Monitoreo de la Calidad del Agua, de Restauración y Conservación de Manglar, de Restauración y Conservación de Corales, y de Prevención, Mitigación y Manejo de
Contingencias Ambientales.
Además, antes de realizar las obras Muelles del Caribe debía presentar un estudio de capacidad de carga de Cozumel, en el cual se determinara el límite de carga aceptable de embarcaciones y visitantes que pueda recibir la Isla, con base en la infraestructura instalada de muelles, hospedaje, servicios turísticos y servicios municipales; así como un estudio de los servicios turísticos de buceo, si tenía la intención de prestar su muelle para el atraque de embarcaciones con tal fin.
Sobre estas bases realizará la Semarnat la atención del recurso de revisión que admitió el pasado 13 de junio respecto a la autorización ambiental de este proyecto emitida en 2021, además de evaluar de nuevo el mismo, tomando en cuenta ahora “la protección del ecosistema arrecifal y el derecho de la población a un ambiente sano”.
KXL




















