Francisco Hernández

CHETUMAL, 2 de diciembre.- El Gobierno del estado de Quintana Roo deberá pagar en el 2023 un monto de 4 mil 909 millones 977 mil 808 pesos para el abono de la deuda bancaria y deudas de años anteriores con proveedores y contratistas, que son el doble de lo que pagó la administración pública en el 2022 y el mayor gasto realizado en este rubro en la historia del estado.

Las consecuencias del desastre financiero que no resolvió Carlos Joaquín en su gestión, sino que lo empeoró, se sentirán de inmediato después de su salida del gobierno, ya que los pagos de la deuda en el primer año de la gestión de Mara Lezama aumentarán de 2 mil 641 millones 164 mil 456 pesos que fueron en el 2022 a 4 mil 909 millones 977 mil 808 pesos en el 2023.

Eso representa un aumento de 2 mil 268 millones 813 mil 352 pesos para abonar al pago de los pasivos acumulados por la administración, es decir, un 85.90 % más que en el 2022.

El proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2023 detalla que la deuda pública directa, es decir, la bancaria, que dejó Carlos Joaquín, tuvo saldo de 19 mil 674 millones 854 mil 747 pesos al corte del 30 de septiembre.

Y para pagar los abonos de esta deuda que no dejó de crecer en el sexenio anterior, puesto que se aumentó el empréstito contratado con Banobras por 820 millones de pesos a 20 años, en el 2023 el gobierno del estado destinará 4 mil 073 millones 161 mil 56 pesos.

En el 2022 el monto para estos abonos alcanzó los mil 948 millones 940 mil 220 pesos, por lo que el aumento del pago a la banca será de 109 %.

De este monto, mil 568 millones 894 mil 288 corresponden a amortizaciones de la deuda, es decir, al abono de capital; mientras que 2 mil 491 millones 807 mil 769 pesos, casi el doble, corresponde al pago de intereses de esa deuda.

En este sentido, en comparación con 2022, los recursos destinados al abono a capital aumentaron 994 millones 255 mil 83 pesos, es decir, 173.02 %; mientras que el pago de intereses crecerá mil 166 millones 128 mil 764 pesos, es decir, 87.96 %.

Estos pagos incluyen el uso de 117 millones 912 mil 819 pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) para cubrir el segundo año de abonos de la deuda de 820 millones de pesos contratada por Carlos Joaquín, lo que significa que esos 117 millones no podrán usarse para realizar obras públicas este año, sino para el pago de deuda.

Además, se tiene la previsión de 836 millones 816 mil 752 pesos para el pago de Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores (Adefas), recursos que corresponden a los pagos más atrasados de la deuda con proveedores y contratistas.

Este rubro tiene un aumento de 144 millones 592 mil 516 pesos, es decir, de 21 % respecto al 2022, un aumento que está limitado por un tope que establece la Ley de Disciplina Financiera, la cual indica que los recursos no pueden ser mayores al 2 % del presupuesto total del año.

En este sentido, cabe recordar que la deuda con proveedores y contratistas dejada por Carlos Joaquín, incluyendo deudas fiscales y con instituciones, llegó a los 7 mil 369 millones de pesos, la cifra más abultada de la historia de Quintana Roo, por lo que con lo presupuestado para cubrir Adefas, apenas se pagará el 11 % de esos pasivos en el 2023.

Por estas razones, el rubro del pago de deuda pública será uno de los que mayor crecimiento tendrá en el presupuesto de egresos presentado para el primer año de Mara Lezama Espinosa.

Cabe recordar que en el Paquete Fiscal 2023 se planea el aumento del Impuesto al Hospedaje al 5 % para hoteles formales y al 6 % para hospedajes ofrecidos mediante plataformas electrónicas, y elevar a 4 % el Impuesto sobre Nóminas.

En la presentación del presupuesto, el gobierno del estado indicó que el 50 % de los ingresos adicionales obtenidos del aumento del Impuesto sobre Nóminas se destinará al saneamiento financiera de la entidad, es decir, al pago de la abultada deuda.

franciscohcambio22@gmail.com

 

JFCB

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