Audios Implican a Ingenieros de la Sedena en Corrupción con Amigos de los Hijos del Presidente AMLO
11 Abr. 2024
► Latinus reveló audios de las negociaciones entre el llamado “Clan” con el General Gustavo Ricardo Vallejo, encargado de las obras del Tren Maya en Quintana Roo
► Otros implicados en la recepción de “moches” para permitir negocios corruptos con la proveeduría de piedra balasto para los tramos 5, 6 y 7 del tren son el Mayor Juan Edmundo Mayorga Castro, el Teniente Coronel José Luis Martínez Beltrán, el Capitán Wady Carreño Marcelino y una ingeniera contratada por los militares
Redacción/CAMBIO 22
CANCÚN, 11 de abril.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y “El Clan”, como se ha bautizado a la red de tráfico de influencias y negocios operada por Andy y Gonzalo “Bobby” López Beltrán mediante sus amigos y primos, han armado una trama de corrupción en las obras del Tren Maya a través de sobornos millonarios a elementos del Ejército, afirmó el medio de comunicación Latinus.

Audios a los que Latinus tuvo acceso revelan cómo Amílcar Olán, amigo de Andy y “Bobby” López Beltrán, hijos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha corrompido al Agrupamiento Felipe Ángeles, la cúpula de los ingenieros militares, que en este sexenio ha recibido miles de millones de pesos de presupuesto para la construcción de los aeropuertos de Santa Lucía en la Ciudad de México y Tulum, así como para el Tren Maya en Quintana Roo, además de las más de dos mil sucursales del Banco del Bienestar.

En los audios se escucha que Amílcar Olán se reúne con el General Gustavo Ricardo Vallejo, cabeza de los ingenieros militares y hombre de confianza del General Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa, mientras le vende miles de metros cúbicos de balasto, la piedra para los rieles del Tren Maya, con quien presume tener cercanía.
Los sobornos a la cadena de mando del Ejército buscan aumentar el precio del flete del balasto y cobrar por más piedra de la que realmente entregan, afirma el reportaje de Latinus.

Además de con Vallejo, Olán negocia con otros militares que trabajan en la construcción del Tren Maya, refiriéndose como “verde” a un militar, y hablando de “maicear” y dar “su remanente” a aquellos con los que tiene tratos.
Otros dos elementos que operan en esta relación son los hermanos Osterlen y Pedro Salazar Beltrán, sobrinos de López Obrador, quienes proponen acuerdos y arreglan sobornos, según el reportaje.

Así, por ejemplo, a Pedro Salazar Beltrán se le escucha decir: “Si puedes subirle, háblalo con el General, y que el General me gire la orden y yo te lo pongo al precio que diga el General”.
En un audio de Amílcar Olán se oye: “Lánzate hoy de una vez a ‘maicear’ el tema con el cabrón de allá, con el verde”, y un comentario de Pedro menciona: “Nos dijo él, que sabe de empresarios que trataron precio con el General y le daban su remanente”.

Así, Olán y su empresa han vendido balasto al Ejército para las obras de los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, que se construyen en Quintana Roo, en los tramos Cancún-Tulum, Tulum-Chetumal y Chetumal-Escárcega, en lo que ha intervenido Gonzalo López Beltrán, Bobby.
El encargado de otorgarles las asignaciones es el Mayor Juan Edmundo Mayorga Castro, del Agrupamiento de Ingenieros Militares, quien, en correos hackeados por el Grupo Guacamaya, aparece como el responsable de buscar a las empresas proveedoras de balasto para el Tren Maya y cotizar precios.

Sobre este militar, en un audio se oye a Amílcar Olán decir lo siguiente: “Ya Mayorga me dijo: ‘Tú entrégame lo que tengas que entregarme en el tramo donde estás y yo te voy pasando a los otros tramos’”
Y continúa: “Por eso estoy con que yo le entrego todo al sinvergüenza de Beltrán, y de ahí, ya cuando yo vaya viendo que nada más faltan 20 mil, 30 mil metros, como ya tenemos número de proveedor y todo eso: ‘Oiga, Mayor ¿Dónde me manda a otro? Yo ya le cumplí’”.

Sobre la duración del negocio, Amílcar Olán comenta: “Ahí ya necesito que Bobby me diga”.
Además, en los negocios con el Clan participan otros militares, como el Teniente Coronel José Luis Martínez Beltrán, al que se refieren como “el sinvergüenza de Beltrán”, con quien acuerda el precio del balasto y del flete en el Tramo 6, así como la ganancia para el militar, y el Capitán Wady Carreño Marcelino, quien presta al grupo maquinaria para la descarga de la piedra.

Asimismo, en las grabaciones Olán habla de una “ingenierita” contratada por la Sedena, a la que pagan un soborno por los boletos de entrega del material; de cada 10 de estos, “dale 50 mil”, ordena el empresario a Pedro Salazar Beltrán, sobrino de AMLO, para que encubrir que el número de camiones que ingresa a las obras es menor al que negocian con la Semana, por lo que cobran cientos de metros cúbicos de balasto que nunca entregaron.
“Máximo hay que darle unos 5 mil pesos a la semana, a la pinche ingenierita esa”, dice Amílcar Olán en un diálogo con Pedro Salazar Beltrán.

Con el Teniente Coronel Martínez Beltrán acordaron un precio del balasto 2 pesos con 85 centavos por cada kilómetro que recorre un metro cúbico de piedra, como “moche”.
“El Teniente… él es el que todo, el que el paga, el que da el contrato y el que le pone el precio a todo”, dice Olán a Osterlen Salazar Beltrán.

Y continúa en su descarado diálogo: “Por eso es que le dije a Pedrito: ‘Lánzate tú de una vez a negociar el precio con el Teniente y el flete. Pero más que nada para que sienten a ese cabrón y qué porcentaje darle a él, cuantos centavos darle a él. Si porque a lo mejor podemos dejar la piedra en el mismo costo, nada más que nos suba el flete. Sí, con que nos dejen 15 centavos más del flete”. Y contesta Salazar Beltrán. “Uta, un vergazo de dinero”.

Finalizan este diálogo con Olán diciendo a Salazar Beltrán que “personalmente le mandamos el efectivo para allá”.
A final dicen que cerrarían el trato a 3.95 pesos la piedra y en 2.95 pesos el flete, de los que 10 centavos son para el militar, y “se mete un billetón ese buey”.

Además, se revela la presunta complicidad de un capitán identificado como Wady Carreño Marcelino, quien habría facilitado maquinaria para acelerar la descarga del balasto en el tramo 6 del Tren Maya, Tulum-Chetumal.
Las conversaciones grabadas muestran cómo se acuerdan sobornos a diversos niveles, desde altos mandos militares hasta personal técnico, evidenciando una red de corrupción extendida en el seno del proyecto del Tren Maya ejecutado en Quintana Roo por la Sedena.

Ante estas revelaciones, lo normal sería esperar una respuesta de las autoridades competentes y un seguimiento riguroso para esclarecer los hechos y castigar a los responsables, en aras de preservar la transparencia y la legalidad en las grandes obras públicas del país.

Sin embargo, todo parece indicar que, pese a denuncias públicas y penales, el asunto quedará sepultado en la impunidad.
redacciónqroo@diariocambio22.mx
JFCB





















