• Tom Cruise fue el artista principal de una velada que proclamó con orgullo un mensaje sobre la protección del espíritu de los Juegos. El actor  recibe la estafeta de Los Ángeles  2028 al estilo Misión Imposible

 

Redacción / CAMBIO 22

Pocas veces un cambio de estafeta de los Juegos Olímpicos había sido tan emocionante. De pronto, las luces apuntaron al techo del Stade de France, y en el óvalo luminoso apareció nada menos que Tom Cruise. El verlo tan elevado de inmediato activó los instintos: se va a lanzar, y se lanzó.

Lo que parecía una misión imposible, no lo fue tanto para el actor. En apenas unos segundos comenzó una carrera frenética en la que se subió al escenario, saludó a Simone Biles, tomó la bandera del Comité Olímpico Internacional, se subió de manera espectacular a una moto y luego se marchó. Por las imágenes se pudo ver al actor recorrer las calles de París de noche, con la Torre Eiffel iluminada, con sus luces doradas, y una ruta desquiciante que lo llevó hasta un avión.

Al más puro estilo de una película de acción, el actor y la bandera subieron aún en movimiento a un avión y emprendieron el viaje a Los Ángeles, sede de los próximos Juegos Olímpicos.

El público presente en el Stade de France vivió momentos frenéticos. En minutos pasó de escuchar en vivó la voz de Rihana para luego mirar atónitos las pantallas. Hasta allá fue a dar la bandera, tras un relevo que pasó por los lugares más icónicos de la ciudad, incluido el Memorial Coliseum, legendario estadio que albergará su tercera justa.

Al show siguieron presentaciones en vivo de iconos californianos como los Red Hot Chilli Peppers, Billie Eilish y el rapero 50 cent. Mejor relevo no pudo existir. La bandera ya está en Los Ángeles, falta la flama, el la pasión de los Juegos. Eso será en cuatro años.

 

Fuente: esto

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