Atentados Contra Presidentes de Estados Unidos a lo Largo de la Historia
14 Jul. 2024
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EL atentado contra Donald Trump, quien busca la presidencia en el vecino país del norte, no es el primero a lo largo de la historia de ese país.
Redacción/CAMBIO 22
El atentado contra Donald Trump, quien recibió una bala en la oreja en un mitin de Pensilvania en medio de su campaña presidencial, no es el primero a lo largo de Estados Unidos. Varios presidentes y personajes en altos cargos de esa nación han sido objeto de atentados, algunos de los cuales han dejado profundas cicatrices en la nación. Estos intentos de asesinato han variado en su éxito y motivaciones, pero todos han subrayado los riesgos inherentes a la posición más poderosa del país.
Abraham Lincoln (1865)
El presidente Abraham Lincoln fue el primer presidente de Estados Unidos en ser asesinado. El 14 de abril de 1865, John Wilkes Booth, un actor y simpatizante confederado, disparó a Lincoln en el Teatro Ford en Washington D.C. Lincoln murió al día siguiente, el 15 de abril. Booth y sus cómplices esperaban revivir la causa confederada, pero su acto solo sirvió para unir al país en su dolor y la posterior reconstrucción.

James A. Garfield (1881)
El presidente James A. Garfield fue asesinado el 2 de julio de 1881, apenas cuatro meses después de asumir el cargo. Charles J. Guiteau, un abogado descontento y buscador de empleo frustrado, le disparó en la estación de tren de Washington D.C. Garfield sobrevivió a las heridas iniciales, pero murió el 19 de septiembre de 1881 debido a infecciones causadas por la mala atención médica que recibió.

William McKinley (1901)
El 6 de septiembre de 1901, el presidente William McKinley fue disparado por Leon Czolgosz, un anarquista, durante una exposición en Buffalo, Nueva York. McKinley murió ocho días después, el 14 de septiembre, debido a una gangrena causada por las heridas. Este incidente llevó a un mayor escrutinio de los movimientos anarquistas y a la implementación de medidas de seguridad más estrictas para proteger a los presidentes.

Franklin D. Roosevelt (1933)
Aunque no fue presidente en ese momento, Franklin D. Roosevelt, entonces presidente electo, sobrevivió a un intento de asesinato el 15 de febrero de 1933. Giuseppe Zangara, un inmigrante italiano insatisfecho con el gobierno y sus propias condiciones de vida, disparó contra Roosevelt en Miami, Florida. Aunque Roosevelt resultó ileso, el alcalde de Chicago, Anton Cermak, recibió un disparo mortal. Este incidente subrayó la vulnerabilidad de los líderes incluso antes de asumir el cargo.

Harry S. Truman (1950)
El 1 de noviembre de 1950, el presidente Harry S. Truman fue objeto de un atentado mientras se alojaba en la Casa Blair, debido a renovaciones en la Casa Blanca. Dos nacionalistas puertorriqueños, Oscar Collazo y Griselio Torresola, intentaron matar a Truman en un esfuerzo por llamar la atención sobre la causa de la independencia de Puerto Rico. Torresola murió en el tiroteo con los guardias de seguridad, y Collazo fue herido y posteriormente arrestado. Truman resultó ileso.

John F. Kennedy (1963)
El 22 de noviembre de 1963, el presidente John F. Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas, por Lee Harvey Oswald. Kennedy fue disparado mientras viajaba en un automóvil descapotable en una caravana. Su asesinato conmocionó a la nación y el mundo, y dejó un legado duradero en la política y la cultura estadounidenses. Oswald fue arrestado poco después, pero fue asesinado por Jack Ruby antes de ser juzgado.

Gerald Ford (1975)
El presidente Gerald Ford sobrevivió a dos intentos de asesinato en septiembre de 1975. El primero ocurrió el 5 de septiembre en Sacramento, California, cuando Lynette “Squeaky” Fromme, una seguidora de Charles Manson, intentó dispararle pero fue rápidamente detenida. El segundo intento tuvo lugar el 22 de septiembre en San Francisco, cuando Sara Jane Moore disparó contra Ford, pero falló. Ambos incidentes destacaron la necesidad de una mayor seguridad presidencial.

Ronald Reagan (1981)
El 30 de marzo de 1981, el presidente Ronald Reagan fue disparado y gravemente herido por John Hinckley Jr. fuera del Hotel Hilton en Washington D.C. Hinckley afirmó que su motivo era impresionar a la actriz Jodie Foster. Reagan sobrevivió al atentado y utilizó el incidente para reforzar su imagen de resistencia y liderazgo. Este evento llevó a una revisión exhaustiva de los procedimientos de seguridad presidencial.
Estos atentados han dejado una marca indeleble en la historia de Estados Unidos, recordando a la nación la constante necesidad de garantizar la estabilidad del gobierno.

Fuente: Excelsior
HTR




















