Renán Castro Madera/CAMBIO 22 

Un conflicto de disputa de tierras podría ser la principal causa del ataque armado a dos empresarios en el café Starbucks de Tulum, mismo que intentan desviar autoridades locales como un asalto para despojarlos de los relojes Rolex que portaban.

Aunque tampoco se descarta que el ataque obedezca a un ajuste de cuentas entre funcionarios de gobierno ligados al crimen organizado con el sobrino nieto de Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, Luis Carlos Carrillo Godínez.

El tema sería lavado de dinero y la disputa de extensas propiedades que se disputan para la edificación de importantes obras en el codiciado municipio de Tulum.

Los pistoleros iban directamente a ejecutar a Carrillo Godínez, según mencionan investigaciones paralelas que se llevan a cabo para esclarecer los hechos, tras la orden determinante de las autoridades mexicanas de ubicar el caso “como un robo de la banda de asaltantes conocida como Los Rolex”.

Sin embargo, nuevos datos sobre la ejecución del empresario David González Cuéllar, por cierto socio de Luis Carlos Carrillo Godínez, en diversas obras que desarrollan en Tulum revelan un peligroso y poderoso entramado en donde se mezcla el poder político con el empresarial y el mundo del narcotráfico.

Y es que la confirmación de que uno de los agredidos se trata del sobrino nieto de Amado Fuentes Carrillo “El Señor de los Cielos”, ha dejado mudas a las autoridades de los tres niveles de gobierno, por las relaciones cercanas que ha mantenido la familia Carrillo Fuentes, Carrillo Cano-Carrillo Godínez, con el poder de Quintana Roo, desde el año de 1992, cuando se ubica la presencia de Luis Carrillo Cano en Cancún, mismo que se ostentaba también como sobrino del entonces líder del Cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes “El Viceroy”.

Y es que Luis Carlos Carrillo Godínez, es hijo de Luis Carlos Carrillo Cano, acusado desde el 2010, de lavado de dinero para el Cártel de Juárez, junto con sus hermanos Ricardo y Alfredo que en ese entonces habían sido detenidos en los Estados Unidos.

A Luis Carrillo Cano, en ese entonces se le documentaron 47 propiedades en Quintana Roo y decía que radicaba en esta entidad desde hacía dos décadas, además afirmaba que su riqueza la habían forjado “con tesón y trabajo”.

La presunta relación de los Carrillo Cano con el narcotráfico figura en el expediente 2012/06-PGR, un documento de acceso público donde se asienta que el 10 de enero de 2001 fue detenido Luis Fernando Blancas Escobar, “El Gordo”, por introducir drogas a Estados Unidos en complicidad con Ricardo y Alfredo Carrillo Cano.

Los tíos de Luis Carlos Carrillo Godínez, Ricardo y Alfredo, fueron acusados en ese entonces por el FBI, de ser miembros de un grupo encabezado por Eduardo Ulloa Rodríguez y Luis Fernando Blancas, alias “El Gordo”, que traficaba drogas de México a Estados Unidos y fueron detenidos en enero de 2001 en El Paso, Texas.

Luis Carlos Carrillo Cano, fue asesinado la noche del lunes 18 de octubre del 2011, en el estacionamiento de la entonces rosticería y restaurante El Pollo Feliz, de la avenida Andrés Quintana Roo con avenida del Sol, en Cancún Quintana Roo.

La crónica periodística que en ese entonces se publicó decía:

Un hombre ejecutado anoche (18 de Octubre del 2011) en el estacionamiento del restaurante “El Pollo Feliz”, en Cancún, fue identificado hoy como Luis Carlos Carrillo Cano, presunto sobrino del capo del Cártel de Juárez, Vicente Carrillo Fuentes, aunque la procuraduría de Quintana Roo informó que no ha confirmado el vínculo familiar.

Luis Carlos Carrillo Cano apareció en enero del año pasado en un escándalo generado por la concesión irregular de obras de ampliación de la cárcel de esta ciudad a su constructora Safei de Quintana Roo.

Empresas locales que fueron desplazadas pese a reunir los requisitos de la licitación -Constructora y Controladora del Sureste, Margadin Caribe, Edificación y Señalización del Sureste, AMDA Construcciones y Urbanizadora Continental- se inconformaron y pidieron que se investigara el caso.

Carrillo Cano aseguró que el contrato le fue asignado por el ex secretario de Infraestructura, Gabriel Mendicuti Loría, y el ex gobernador Félix González Canto anunció que se haría una investigación.

Carrillo Cano se presentaba como empresario del comercio y la construcción; cuando se le investigó por el contrato de la cárcel, apareció como sobrino de Vicente Carrillo Fuentes, y hermano de Ricardo y Alfredo Carrillo Cano, acusados en Estados Unidos por lavado de dinero, extorsión, secuestro y homicidio.

También se informó que era originario de Chihuahua y tenía 47 propiedades registradas a su nombre en el municipio.

Sus hermanos Ricardo y Alfredo fueron acusados por el FBI de ser miembros de un grupo encabezado por Eduardo Ulloa Rodríguez y Luis Fernando Blancas, alias “El Gordo”, que traficaba drogas de México a Estados Unidos y fueron detenidos en enero de 2001 en El Paso, Texas.

Durante el affaire de la cárcel local, el ahora ejecutado citó a los medios a conferencia de prensa para deslindarse de vínculos con Vicente Carrillo Fuentes.

Aseguró que su única “falta” era apellidarse Carrillo. “Es mi único pecado”, afirmó y añadió que no tenía relación con grupos criminales”.

Cuando se le preguntó sobre su parentesco con Ricardo y Alfredo Carrillo Cano, el hombre puso fin a la conferencia y expresó:

“Eso solo lo contestaré si alguna autoridad me lo pregunta”.

El gobernador de Quintana Roo Félix González Canto, ordenó que se investigara de manera urgente el procedimiento de licitación de la ampliación de la cárcel de Cancún, pero el expediente se archivó. Desde entonces no se volvió a hablar del caso.

El entonces subprocurador de Justicia, Juan Ignacio Hernández Mora, en entrevista con la radio local dijo que se investigan los eventuales nexos de Carrillo Cano con el narcotráfico.

Safie SA de CV es la empresa que ganó el proyecto de construcción. Su propietario es familiar de Ricardo y Alfredo Carrillo Cano, quienes figuran en reportes de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Administración Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), como presuntos responsables de tráfico de drogas, lavado de dinero, secuestro, extorsión y homicidio, entre otros delitos.

Funcionarios del gobierno estatal que pidieron omitir sus nombres dijeron que Ricardo, Alfredo y Luis Carlos Carrillo Cano son hermanos, pero contra éste último –quien solía presentarse como sobrino de Vicente Carrillo Fuentes– no hay requerimientos judiciales.

La presunta relación de los Carrillo Cano con el narcotráfico figura en el expediente 2012/06-PGR, un documento de acceso público donde se asienta que el 10 de enero de 2001 fue detenido Luis Fernando Blancas Escobar, El Gordo, por introducir drogas a Estados Unidos en complicidad con Ricardo y Alfredo.

A su vez Luis Carlos Carrillo Cano vive en Cancún desde 1992, según su credencial de elector, y en el municipio de Benito Juárez –donde se ubica el balneario– hay a su nombre 47 propiedades, pero en la delegación local de la PGR no existe demanda alguna en su contra.

El contrato de ampliación incluye 252 celdas, una barda perimetral y rondines exterior e interior, con torres de vigilancia y talleres incluidos, según la carpeta técnica del proyecto dirigida al gobernador Félix González Canto.

La licitación 52010001-013-09 se expidió el 3 de julio de 2009, y 10 días después se dio a conocer el acta de presentación y apertura de proposiciones. Cinco empresas pasaron a la fase final: Edificación y Señalización del Sureste, con una propuesta de 7 millones 979 mil pesos; Constructora y Controladora del Sureste, con 8 millones 258 mil pesos; Margadin Caribe. con 9 millones 514 mil; Amda, 9 millones 704 mil, y Urbanizadora Continental, 9 millones 887 mil.

Esta última es una constructora de Luis Carlos Carrillo Cano, según consta en la escritura pública 27,692 firmada ante el notario público 20 de Cancún, Benjamín de la Peña Mora.

El nombre de la empresa ganadora iba a darse a conocer el 17 de julio, pero el proceso fue declarado desierto y el 3 de agosto se hizo una invitación particular a la empresa Safie, también de Carrillo Cano, según la escritura 24,685 del citado notario, fechada el 27 de octubre de 2004.

Trámites expeditos

El entonces secretario de Infraestructura y Transporte del estado, Gabriel Mendicuti, invitó a la compañía de Carrillo Cano a participar en la licitación 034/09.

Safie presentó su documentación el 10 de agosto y obtuvo el fallo favorable al día siguiente, pese a que su cotización, de casi 9.9 millones de pesos era dos millones más cara que la de Edificación y Señalización del Sureste, según el contrato de obra pública CEE-OP-060/09.

La cláusula segunda del contrato estipula que la obra costaría 9 millones 876 mil pesos, y la tercera que la construcción se efectuaría entre el 17 de agosto y el 31 de diciembre de 2009, aunque el plazo se prorrogó 90 días.

Empero, Safie se inscribió en la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción el mismo día en que recibió la invitación, y el 6 de febrero pagó su cuota del Sistema de Información Empresarial Mexicano junto con la Urbanizadora Continental, que participó en la primera licitación y con la que compartía el domicilio de avenida Las Torres, manzana 41 lote uno, planta alta, en Cancún.

La obra está en proceso y Safie ya cobró al menos cuatro pagos por un total de 5 millones 674 mil pesos, de acuerdo con las facturas 0002, 0005 y 0006 de la propia empresa.

Hoy está historia al parecer se repite de nuevo con el hijo de Luis Carlos Carrillo Cano, a quien el pasado lunes por la tarde intentaron ejecutar en el café Starbucks de Tulum y al repeler el ataque con un arma de fuego perdió la vida su socio el empresario regiomontano David González Cuellar.

De acuerdo a las imágenes plasmadas en videos de seguridad del café, se puede comprobar que el ataque perpetrado por al parecer dos colombianos (aún cuando intentaron disfrazarlo como un robo) era dirigido al oriundo de Chihuahua.

Lo que nunca imaginaron sus atacantes es que estuviera armado y que respondiera al ataque hiriendo de muerte a uno de los supuestos “asaltantes”.

Lamentablemente al momento del fuego cruzado unas balas equivocadas cobraron la vida de González Cuellar, que recibió varios tiros en la espalda y frente, mismos que le costaron la vida.

De igual manera los atacantes lograron herir a Carrillo Godínez, quien tras recibir un impacto en el hombro salió tras los pistoleros hiriendo de muerte a uno de ellos cuando emprendían la huida.

En pocos horas las autoridades estatales fiel a su costumbre intentarán desmentir las versiones que plasmamos aquí dado el grado de complicidad que existe entre algunos miembros del gabinete y que podrían estar involucrados en los hechos sangrientos que siguen impactando en la imagen turística de Quintana Roo…

 

Continuará…

alazan1031@gmail.com

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