Ataca Gente Nueva a Ejército en el Peor Momento
3 Feb. 2025
La Columan de El Diario / CAMBIO 22
Los graves ataques al Ejército por parte de la organización criminal Gente Nueva del Cártel de Sinaloa han dejado, en apenas una semana, dos militares muertos y varios heridos en enfrentamientos y emboscadas en el extremo sur del estado.
Fue el domingo antepasado el primer caso. El joven soldado oaxaqueño Alexander Velázquez cayó víctima de las balas disparadas en los alrededores del pueblito de Dolores, en uno de los rincones más inaccesibles del municipio de Guadalupe y Calvo.

El segundo militar caído fue el coronel de Infantería, Juan Manuel Corral Hernández, inspector jefe del 32 Batallón de la Guardia Nacional, asentado también en el sur de la entidad, en Jiménez. Fue asesinado en Villa Matamoros, Chihuahua, en las puertas de Durango, cuando conducía una madrugadora operación por una comunidad llamada Ciénega de Ceniceros de Abajo.
En sus honras fúnebres llevadas a cabo ayer en la ciudad de Chihuahua participaron los mandos militares de la V Zona, de la 42, y la gobernadora, Maru Campos, para quien el coronel era figura familiar en las reuniones de seguridad.
Como hemos dado cuenta con oportunidad, un numeroso grupo de sicarios le hizo frente a los hombres de la Guardia Nacional liderados por Corral, quien fue abatido en la balacera. No obstante, sus subalternos cumplieron el cometido e hicieron rendirse a 16 atacantes, todos presos, incluidos un menor de edad y cuatro desertores de las Fuerzas Armadas.
El último caso fue el sábado pasado. Apenas estrenado en el mando de la 42 Zona Militar, con sede en Parral,el general comandante Juan Carlos Gutiérrez encabezó una misión en los rumbos de Guadalupe y Calvo donde una semana antes había sido asesinado un soldado del Batallón de Badiraguato, parte de la misma zona caliente del Triángulo Dorado de Sinaloa, Durango y Chihuahua.
El operativo estaba bastante bien identificado, según lo que aseguran agentes de corporaciones de seguridad. A leguas se notaba que no era algo común; cualquier novato en el crimen sabría que el convoy iba lleno de oficiales, no puras tropas.
Pese a eso, fue agredido el operativo con un dron cargado de explosivos, método ya recurrente en la región. Fueron heridas leves, algo más que el puro susto, en varios tripulantes de dos vehículos militares, pero la gravedad no está en el resultado, sino en el mero atrevimiento a hacerlo.

Estas agresiones son indudables provocaciones del grupo que ha de sentirse sobrado para hacerle frente a las Fuerzas Armadas, con algo de razón por la forma en que varias de sus facciones han puesto en severos aprietos a Culiacán, Mazatlán y gran parte de Sinaloa.
Esta declaratoria de guerra del cártel contra las Fuerzas Armadas no podría llegar en peor momento para la presidenta, Claudia Sheinbaum, con otra guerra declarada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra México y en uno de los estados más afectados por los aranceles que habrán de aplicarse, por la violencia y la intensa actividad criminal a la que Chihuahua parece condenado.
En medio de esta crisis de seguridad y en la antesala de una escalada del pleito entre Estados Unidos y México por las políticas trumpistas, una buena señal de coordinación fue la que dieron todos los mandos de seguridad en Chihuahua, al despedir con homenaje al coronel Juan Manuel Corral.

En una base de la Guardia Nacional de la capital fue realizada la ceremonia ayer, encabezada por la gobernadora Maru Campos y el comisario Alejandro Rivas Salgado, coordinador de la corporación en el estado, tras los cambios que vinieron con la adscripción de la GN como una nueva comandancia de la Secretaría de la Defensa Nacional, el nivel del Ejército y la Fuerza Aérea.
Además, acudieron el general comandante de la 42 Zona Militar, Jorge Alejandro Gutiérrez Martínez, también para que demostrar que fueron menores las heridas que sufrió en Guadalupe y Calvo; y el general comandante de la Quinta Zona, Rubén Zamudio Matías, con base en la ciudad de Chihuahua y jurisdicción hacia el norte, hasta Juárez.
Entre el anuncio, la reversa provisional de los aranceles de Donald Trump y la precisión de que siempre sí van a aplicarse a partir de ahora, pudo observarse cómo la moneda mexicana resintió las presiones. Hacia el fin de semana el precio del dólar se mantuvo en picos que rozaron los 20.80 pesos y mínimos de 20.50 pesos, pero ya el domingo rebasó la barrera de los 21 pesos en algunos mercados movidos por ciertas divisas como la mexicana, que entre sus ventajas está la liquidez y disponibilidad 24/7.

Esta señal en el mercado cambiario, para los optimistas, es no tan desfavorable porque ha sido notoria la resistencia del peso en su relación con la que todavía es la más fuerte divisa global, la que emite el cada vez más latoso vecino, Estados Unidos.
El dólar moviéndose en una banda de los 19 a los 23 pesos es lo que parecen haber amortiguado las empresas mexicanas y los mercados, en gran medida por la disponibilidad actual de productos financieros de cobertura.
Ya sabemos los mexicanos, pues, que el tipo de cambio sube y baja todo el tiempo, lo que marca una diferencia muy importante con la debilidad de la moneda nacional de los años 90, los 2000 y hasta la crisis global de 2008.
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Es decir, si antes una depreciación del peso del 10 por ciento hacía repuntar la inflación a ese mismo nivel, ahora que se ha depreciado alrededor del 22 por ciento, desde la elección del año pasado y hasta la fecha, el índice inflacionario conserva una tendencia a la baja.
Si esto se mantiene, como es previsible por el orden del Banco de México y las disciplinadas políticas de la presidenta Claudia Sheinbaum, el embate arancelario de Trump podría ser absorbido en mayor medida por la moneda mexicana, al menos hasta el tope de la banda de 23 pesos por dólar.
Más allá de eso, según las señales que pudimos observar en los días previos, sería mayor el impacto de una política de altos aranceles sostenida en el largo plazo, como apunta a ser según la orden ejecutiva que emitió, la cual parece más una declaratoria de guerra comercial de alcances atómicos.
Los titulares del INE y el Instituto Estatal Electoral, Alejandro Scherman y Yanko Durán, firmaron con el secretario de Educación y Deporte, Hugo Gutiérrez Dávila, el convenio correspondiente a cada elección constitucional, para el uso de escuelas de nivel básico en los trabajos de recepción del voto.
En esta ocasión, llamó la atención una reducción en el número de planteles solicitados por las autoridades electorales. Fueron mil 759 las escuelas puestas a disposición del INE y el IEE para la instalación de casillas, por ser 263 menos de las que funcionaron en la elección federal del año pasado.
Por estos detalles es que siguen sin salir las cuentas de la cantidad de mesas receptoras de los votos ciudadanos, en el inédito proceso electoral del Poder Judicial, puesto en marcha con tumbos, resistencias y desaciertos de todos los involucrados en su planeación y organización.

Sin definir con precisión la cantidad de casillas que habrán de funcionar en las elecciones del primero de junio próximo, la reducción en el número de planteles hace suponer que la expectativa de la autoridad electoral, o los recursos con que cuentan, es que habrá un bajo nivel de participación.
Pero sea cual sea la cantidad de votantes que acudan a las urnas en la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es previsible que habrá menos casillas y, muy seguramente, graves cuellos de botella en la emisión y recepción del voto.
Así, parece que el objetivo no es tener una alta participación ciudadana en la elección de juzgadores y juzgadoras, del aparato judicial estatal y el federal, sino sacar el proceso como salga, en vista de las limitaciones de la autoridad electoral.
Fuente: El Diario
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GAV / MA




















