• El medallista olímpico Daniel Aceves propondrá que con este galardón se reconozca a lo mejor del deporte mexicano.

 

 

Redacción/CAMBIO 22  

El medallista olímpico Daniel Aceves echa cuentas de memoria y comparte que tuvo el privilegio de conocer desde hace 48 años a don Olegario Vázquez Raña, alguien que dejó un ejemplo de excelencia, por lo que promoverá desde la Asociación de Olímpicos Mexicanos la creación de una presea que lleve su nombre.

Aceves —medallista olímpico de plata en la prueba de lucha grecorromana en los Juegos de Los Ángeles 1984— lamentó la muerte de don Olegario Vázquez Raña, pero destacó el legado que deja como un exitoso deportista, dirigente y empresario, algo que le es reconocido a escala internacional y en el país.

Sin duda alguna es una pérdida irreparable para el olimpismo nacional e internacional”, reflexionó Aceves, quien encabeza a la Asociación de Olímpicos Mexicanos, de la que don Olegario Vázquez Raña era su presidente honorario. “Fue un exponente importante de lo que es ser un campeón en todos los ámbitos de la vida”.

El peso para que haya una presea con su nombre son sus logros en las diversas facetas, además de que fue una persona que siempre mostró su interés por los demás.

El humanismo característico de su bonhomía, de su seriedad, de su franqueza lo han hecho, sin duda alguna, un referente nacional e internacional. En el ámbito olímpico y de los medallistas olímpicos no sólo lamentamos su partida, sino que creemos que debe haber una medalla con su nombre, y así lo voy a proponer al comité ejecutivo de Medallistas Olímpicos, para que el galardón don Olegario Vázquez Raña sea una de las insignias y uno de los homenajes más importantes que podamos entregar”.

Aceves era un deportista cuando tuvo la oportunidad de conocer al entonces dirigente de las federaciones mexicana e internacional de Tiro Deportivo y desde esos primeros encuentros forjaron una entrañable amistad en la que don Olegario Vázquez Raña le compartió su experiencia para que también forjara más adelante su propio camino en la esfera de la dirigencia deportiva.

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No sólo fue esta parte deportiva sino la parte empresarial, la parte que también se traduce en lo que él pudo otorgar a través de su capacidad empresarial al deporte internacional y mexicano y también tuvimos el honor de que él presidiera la Asociación de Olímpicas y Olímpicos Mexicanos en carácter del presidente honorario”, recordó Aceves. “Por lo menos lo conocí en los últimos 48 años, que son en los que yo tuve un contacto cercano con él, con su familia y lamentamos esta partida”.

La noticia del fallecimiento de don Olegario Vázquez Raña abrió la puerta para reflexionar en su legado, el cual Aceves dice que es muy relevante, después de haber puesto a México en un sitio muy relevante en la escena internacional.

UNA TRISTE NOTICIA

Blas Ruiz tuvo la oportunidad de convivir con don Olegario Vázquez Raña, tanto como deportista como ahora de entrenador, y en ambas sintió su respaldo para lograr sus mejores resultados y el de sus atletas.

Tuve la fortuna de estar en dos etapas diferentes de mi vida en su gestión en la federación, la primera como atleta del 2003 al 2011 y siempre estuvo al pendiente de nosotros. Después que me hice entrenador nacional, también nos impulsó”.

UN SER HUMANO DE PRIMERA; REFLEXIÓN DE FERNANDO PLATAS

El medallista olímpico Fernando Platas se queda con la calidad humana de don Olegario Vázquez Raña como una característica relevante en su vida.

Platas —medallista de plata en clavados en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000— recuerda las muchas ocasiones en la que convivieron en eventos deportivos, en los que don Olegario Vázquez Raña siempre mostraba su interés por cómo se encontraban los atletas y cómo poder ayudarlos para que mejoraran su desempeño.

Don Olegario Vázquez Raña y Fernando Platas.

Es complicado tener palabras, porque al final todos conocemos lo grande que fue don Olegario para el movimiento olímpico, para el deporte, para muchas de las historias del deporte, para entrenadores, atletas, para su propio deporte, pero para muchos deportes más”, reflexionó Platas. “La grandeza de ser humano… Para mí siempre va a ser el gran legado de don Olegario Vázquez Raña. A mí, como atleta y como persona, siempre era lo que más admiraba, siempre preocupado por ti.

Las preguntas eran cómo estás tú, cómo está tu familia, y después todo lo demás. Yo siempre estaré agradecido mucho con la vida, de haber podido tener amistad con él, tener pláticas y recibir consejos, literalmente, y sobre todo contar con su apoyo”.

Platas y don Olegario Vázquez Raña coincidieron muchas veces en eventos deportivos de primer nivel, en los que ambos impulsaban a los tricolores.

Tuve el honor de compartir desde (Juegos) Panamericanos, y obviamente fue una experiencia increíble por la emoción; él estaba con los resultados de los atletas, por cómo estábamos viviendo”, recordó Platas. “A mí me tocó ser jefe de misión, que tanto la presidenta (del Comité Olímpico Mexicano) Marijose Alcalá, como él me permitieron ayudar a la delegación desde esa posición.  Yo lo veía emocionado en los clavados y con todos los deportistas. No sé cómo explicártelo, pero conocía a los atletas, pero siempre admirando al ser humano del atleta, yo me quedo con esa parte”.

MARÍA JOSÉ ALCALÁ, AGRADECIDA PARA SIEMPRE

María José Alcalá sabe que su logro de convertirse en la primera mujer en presidir el Comité Olímpico Mexicano (COM) hubiera sido más complicado sin el respaldo de don Olegario Vázquez Raña.

La dirigente del COM recordó muy emocionada lo que significó en su vida don Olegario Vázquez Raña. A quien, dice, siempre estará agradecida por su amistad y cariño.

Don Olegario Vázquez Raña y María José Alcalá.

Para nosotros es una pérdida muy grande. Era un hombre al cual le debemos mucho en el movimiento olímpico, no solamente en México, sino también en las esferas internacionales”, explica Alcalá. “Yo siempre voy a vivir agradecida de la gran oportunidad que me brindó para poder ser la primera mujer en llegar a la presidencia del Comité Olímpico Mexicano (COM)”.

Hace cuatro años, María José Alcalá fue elegida para encabezar el COM, organismo del que don Olegario Vázquez Raña era su presidente honorífico. Así fue como su convivencia se hizo más cotidiana y sus encuentros en escenarios deportivos para estar con los atletas mexicanos, más recurrentes.

Siempre, don Olegario Vázquez Raña nos trató a todos con cariño, con respeto, siempre fue amable y  considerado”, recordó la exclavadista olímpica mexicana. Siempre lo vamos a reconocer y yo creo que todos vamos a vivir agradecidos del legado que nos deja”.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, ambos fueron recurrentes en las gradas cuando competían los deportistas mexicanos, y desde sus posiciones disfrutaron con varias de las medallas tricolores en las magnas justas veraniegas.

Siempre disfrutábamos muchísimo… Disfrutábamos estar con él y con su esposa. Nos reíamos, nos poníamos nerviosos y él siempre nos decía: ‘tranquilos, tranquilos, todo va a estar bien’. Siempre fue un hombre muy sereno, nunca permitió que las presiones lo rebasaran… Son cosas que se aprenden de un hombre como don Olegario Vázquez Raña”.

 

 

 

 

Fuente: Excelsior

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