La Red Criminal de la Marina; Así Traficaron Millones de Litros de Huachicol Fiscal
22 Sep. 2025
EL PAÍS reconstruye la forma de operar de la mafia con registros de aduanas, puertos y la geolocalización de los buques involucrados en el fraude fiscal
Redacción/CAMBIO 22
El buque petrolero Nord Supreme zarpa de Houston, en el Estado de Texas, con las bodegas llenas de aditivos para aceites lubricantes y la bandera de Dinamarca ondeando. Navega rumbo sur y, unas 90 millas náuticas antes de llegar a la altura de la frontera entre Estados Unidos y México, vira 30 grados a babor para enfilar hacia Tamaulipas, adonde arriba tras una semana de travesía. Se emboca hacia la aduana de Altamira y atraca en el muelle.
Bajan su carga en el puerto y, casi el mismo día, comienza la vuelta a Houston por la misma ruta, para llenar sus bodegas nuevamente y poner otra vez rumbo hacia Altamira, con destino al mismo muelle. Entre el 20 enero y el 3 de marzo de 2024, el Nord Supreme repitió el trayecto cuatro veces, transportando 18 millones de litros de aditivos. Solo que sus papeles mentían. En realidad estaba contrabandeando a México decenas de millones de litros de combustible.

El Nord Supreme es parte de una conspiración criminal integrada por marinos, funcionarios de aduanas y empresarios. La trama está liderada por los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, militares de alto rango. Estos coordinaron desde 2023 al menos 69 operaciones de contrabando en los puertos mexicanos. La inmensa mayoría de los buques cargaban en el Greens Port de la empresa Watco en Houston y seguían la misma ruta a Tamaulipas, donde desembarcaban en dos puntos exactos, uno en Altamira y otro en Tampico, de acuerdo a la geolocalización de los petroleros involucrados.

El 7 de septiembre las autoridades mexicanas anunciaron la detención de 14 personas involucradas en esta red. Es el mayor golpe a la corrupción en lo que va del Gobierno de Claudia Sheinbaum. El hallazgo de la trama también ha significado un dardo a la credibilidad de las fuerzas armadas en su combate al crimen organizado. Con militares al mando, la logística operaba con precisión marcial, usando siempre las mismas empresas, los mismos puertos, las mismas rutas.






















