• Un estudio de la empresa especializada en seguridad privada Círculo Logístico ha identificado que seis cárteles y 74 grupos armados en el país se han adueñado del delito de hurto de mercancías viales.

 

Redacción/CAMBIO 22

Atrás quedaron los tiempos en los que los ladrones “golpeaban” al azar remolques cargados de mercancías. Desde hace al menos tres años, el crimen organizado implementa en las carreteras del país tecnologías y estrategias que se utilizan en conflictos bélicos, con el objetivo precisamente de saquear los productos más vendidos en el mercado negro.

Un estudio de la empresa especializada en seguridad privada Círculo Logístico ha identificado que seis cárteles y 74 grupos armados en el país se han adueñado del delito de hurto de mercancías en carreteras -que deja ganancias al crimen organizado de al menos 4.100 millones de dólares al año-. con un aumento en el uso de la violencia y tácticas similares a las utilizadas por los ejércitos en guerra.

Para ello, se han abierto paso entre empleados de parques industriales y centros de distribución a balazos y amenazas de muerte para obligarlos a entregar horarios, rutas y matrículas de quienes serán sus objetivos de ataque. Además, rastrean específicamente los camiones mediante drones con inhibidores de GPS para desactivar el seguimiento satelital de las empresas.

“Hemos calculado que el 20% de las personas de la industria (de transporte y distribución) que trabajan con ellos lo hacen por dinero; pero el 80% de estas personas están directamente amenazadas de muerte, o sus familiares”, dice Héctor Romero, también vicepresidente de la Comisión de Seguridad y Justicia de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

“Hasta hace unos años, los ladrones de caminos traían armas pequeñas y cortas y no las usaban en los robos. Usaron más tácticas de sorpresa y shock.

Hoy utilizan rifles de alto poder, armas modificadas para perforar el blindaje de los camiones de carga. Ya estamos ante una nueva fase de la criminalidad”, describe.

Los delincuentes utilizan equipo de guerra para realizar los robos.

Delincuentes del Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Cártel del Noreste, Cártel de Sinaloa, Cártel de La Unión Tepito y lo que queda del Cártel de Tláhuac portan, por ejemplo, baterías de alto voltaje para “hacer estallar” las placas electromagnéticas de seguridad, así como radio Equipos de frecuencia que interfieren con las cámaras de vigilancia para evitar que se graben videos dentro y fuera de los trailers al momento del robo.

Por otro lado, sus fuerzas armadas dedicadas al huachicoleo, el tráfico de indocumentados o armas están utilizando abrojos elaborados con materiales de alta resistencia, como los que se lanzan al paso de convoyes militares, o rifles de alta precisión de origen ruso – 12,7 x108 mm, por ejemplo, para perforar neumáticos a distancia, incluso si están recubiertos de goma.

Van a hacer todo lo posible para conseguir una mercancía muy concreta que ya tenemos perfectamente ubicada y que es la que más violencia está provocando en las carreteras del país”, afirma Héctor Romero.

De los chiles a Hugo Boss, Ermenegildo Zegna y CK

En 2023, los bienes más robados en carreteras y autopistas fueron alimentos y bebidas, seguidos de electrodomésticos, materiales de construcción, autopartes, ropa y calzado. Y en categorías, este crimen organizado amplio tiene gustos muy específicos.

En alimentos y bebidas, la empresa Círculo Logístico identificó que los objetivos prioritarios suelen ser galletas, latas de chiles y atún. Estos robos suelen ocurrir alrededor de las 5:00 am por lo que a más tardar a las 7:00 am ya están en los inventarios de los puestos de mercadillos y mercadillos abastecidos por el crimen organizado, según Héctor Romero.

Al mediodía se habrá perdido el rastro de esa mercancía, mientras la Guardia Nacional apenas interroga al conductor agredido.

Entre los electrodomésticos, las pantallas planas, las planchas, las lavadoras, las radios y los auriculares son imanes para el crimen organizado.

El Efecto “Hood Robin”

“Y esto es peor durante la temporada navideña o alrededor del Día de la Madre. Los cárteles roban cada vez más y con mayor violencia, pero con una lógica distinta a la de los alimentos y bebidas: no los revenden, sino que los regalan. Y lo hacen para ganarse la protección de vecinos vulnerables con el pretexto de quitar a los ricos para dárselo a los pobres”, explica Romero.

A estos bienes les siguen los codiciados materiales de construcción, principalmente cemento, arena y varillas; Llevar eso requiere tanto secretismo como si se tratara de oro, petróleo o agua en tiempos de sequía.
Luego, las piezas de automóviles que normalmente resultan dañadas en accidentes, como ventanas, parachoques y guardabarros, son codiciadas por el crimen.

“Y la ropa, por supuesto. Ya es muy peligroso transportar ropa de marca en este país. Pero no cualquier tipo o marca. “Hay una fijación por la ropa deportiva y por marcas muy particulares como Hugo Boss, Ermenegildo Zegna, Calvin Klein… Las prendas más robadas son pantalones, camisas, cinturones y, en el caso de las mujeres, ropa interior”, afirma el especialista.

Violencia extrema contra los conductores

En los últimos años, acusa, también han crecido los “robos a la carta”, es decir, los cárteles piden a las fuerzas armadas perseguir a toda costa una mercancía concreta.

Suelen ser los robos más violentos, ya que las organizaciones criminales pagan un anticipo a grupos más pequeños para garantizar el robo; Si no se logran, las fuerzas armadas deberán devolver ese dinero e incluso pagar una especie de “multa” por incumplimiento.

Estos son los casos que suelen circular viralmente en las redes sociales: delincuentes que disparan contra el conductor nada más poner un pie fuera del coche, que no dudan en reventar a balazos las placas metálicas porque saben perfectamente lo que hay dentro, quién tener cómplices repartidos en varias secciones para no fracasar en el robo a la empresa.

“En algunos casos, como me han dicho los propios conductores, no se limitan a golpearlos o bloquearlos. Hemos tenido casos de violaciones a conductores”, dice Héctor Romero.

No se trata de agresiones sexuales en las que se busca placer, sino de humillar al otro para que sepa quiénes son los que tienen el poder en los caminos.

Muchos conductores han tenido que crear sus propias estrategias para llegar a un lugar seguro. Algunos viajan con la plataforma del camión o remolque abierta –aunque eso amerite una infracción– para que los delincuentes puedan ver que no llevan carga; Otros se ponen en los zapatos móviles de gama baja, pero con GPS, para ayudar a sus familiares a localizarlos si faltan con la esperanza de que la batería dure lo suficiente para ser encontrados.

También es común que los robos comiencen después de accidentes de tránsito o robos.

La tecnología y la seguridad se vuelven más caras

Lo anterior contribuye a la inflación para los compradores, aumento que responde no sólo a las pérdidas provocadas por el robo de productos, sino también a la violencia asociada al mismo.

“Los consumidores lo notan en el precio final de los productos”, confirma Romero. “Todo ha aumentado, en promedio, un 20% en el valor del producto, porque las empresas de transporte tienen que gastar cada vez más en seguridad. Y debido a la violencia y la tecnología del crimen, esta protección es muy costosa, porque hay que estar, al menos, a la par de los cárteles”.

Blindaje cerámico de última generación, chalecos balísticos de bajo peso que permiten correr al operador para proteger su vida, GPS de alta precisión que resiste inhibidores del crimen organizado, placas de cierre electromagnético y automático, circuitos cerrados de videovigilancia en cabinas y vehículos. Los escoltas que funcionan como muro contra los delincuentes son las medidas que más contratan e implementan las empresas.

GPS de alta precisión que resiste los inhibidores del crimen organizado

Los precios de los seguros contra robo también se han disparado, explica el especialista. Para muchas empresas ya no tienen precio, sobre todo para quienes trabajan en las rutas del Estado de México, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala y Veracruz, que es donde más robos ocurren y donde más conductores desaparecen.

“El producto más caro es el que no llega al lineal. A una empresa le sale muy caro si su mercancía no está en las tiendas y la de la competencia sí, por eso se pagan millones de pesos en seguridad, pero muchas veces ni siquiera así se puede garantizar que el pollo, el aguacate, las latas o el azúcar lleguen al municipios. Eso es una desgracia”.

Ante esta realidad, la empresa privada Círculo Logístico estima que en México hay un déficit de unos 70 mil conductores de transporte de carga por temor a ser las próximas víctimas del crimen organizado.

Los mayores se jubilan antes; Los más jóvenes ni siquiera atienden las llamadas. Muchos otros emigran buscando trabajo en Estados Unidos, donde se ofrecen salarios más altos. Los que se quedan saben que van a un despacho de muerte.

La empresa Círculo Logístico estima que en México hay un déficit de 70 mil conductores que han sido víctimas de robo en carreteras.

 

Fuente: Milenio

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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