Apicultores Impulsan la Producción Orgánica y Digitalizan la Venta de Miel en la Zona Maya

Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 31 de octubre. – El apicultor Samuel Pat Chan, destacó que la actividad apícola enfrenta grandes desafíos por el cambio climático, aunque los productores locales se mantienen firmes en su compromiso por preservar las abejas y producir miel orgánica de alta calidad.

Pat Chan explicó que las sequías de los últimos años han afectado la floración y la alimentación de las colmenas, lo que obliga a los productores a redoblar cuidados. “El cambio climático ya lo sentimos directamente; hubo un año muy duro en que tuvimos que alimentar a las abejas porque no encontraban néctar. Aun así seguimos, porque sabemos la importancia que tienen para la vida”, expresó.

Ante las dificultades del mercado tradicional, los apicultores de la región han recurrido a nuevas formas de comercialización, aprovechando redes sociales y plataformas digitales para dar a conocer sus productos. “Tenemos una página de Facebook donde mostramos cómo cosechamos la miel, cómo la cuidamos y qué productos elaboramos de forma natural. Así las personas pueden ver que todo es orgánico y de confianza”, comentó.

El productor forma parte de la Sociedad Cooperativa “Dulce de la Abeja”, desde donde promueven derivados como miel con polen, jarabes naturales, licores artesanales, pomadas y mermeladas endulzadas con miel. “Nada lleva químicos; todos los productos los probamos nosotros mismos antes de venderlos, porque son hechos para cuidar la salud”, aseguró.

Entre los beneficios de estos productos, mencionó que la miel con cúrcuma ayuda a aliviar problemas intestinales e inflamaciones, mientras que la cera de abeja y otros derivados naturales se utilizan en tratamientos para piel y articulaciones. “Todo lo que producimos tiene un propósito curativo, además de alimentar”, explicó.

Samuel Pat Chan subrayó que, aunque la producción es cada vez más difícil por la falta de lluvias, la apicultura sigue siendo una actividad esencial en la zona maya. “Mientras haya quien cuide a las abejas, habrá vida en el campo. Ellas son parte de nuestro equilibrio y nuestra cultura”, concluyó.

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