• Crisis eléctrica nacional: inversión comprometida y sectores paralizados

 

  • Más de 335 mil usuarios industriales han sufrido cortes de luz en 2025; cada hora sin electricidad causa pérdidas cercanas a 200 mdd en manufactura a nivel nacional

 

  • El apagón del 26 de septiembre dejó a oscuras la Península de Yucatán y expuso la fragilidad de la red eléctrica por falta de inversión en transmisión y generación

 

 

Renán Castro Hernández/ CAMBIO 22

Cancún, Quintana Roo a 29 de Sept.-Los apagones se han convertido en un fantasma que recorre México y que amenaza con frenar el desarrollo económico del país, en lo que va del año, se han documentado al menos 18 cortes de energía entre mayo y septiembre, la mayoría concentrados en el noreste y sureste, regiones donde la saturación de la red eléctrica y las olas de calor extremo han evidenciado la vulnerabilidad del sistema.

El más reciente apagón del pasado viernes 26 de septiembre golpeó de lleno a la Península de Yucatán, semiparalizando a sectores clave.

En Quintana Roo, hoteles, restaurantes y comercios registraron pérdidas de entre 10 mil y 50 mil pesos por establecimiento, además de gastos extraordinarios por el uso de plantas de emergencia.

En Mérida y otros municipios de Yucatán, cámaras empresariales reportaron también pérdidas millonarias por la interrupción de actividades productivas.

El sector industrial no ha quedado exento, según estimaciones nacionales, cada hora sin electricidad puede implicar pérdidas cercanas a 200 millones de dólares en la manufactura, y aunque la magnitud de Yucatán es menor que la del norte del país, los expertos advierten que la falta de confiabilidad energética en la región peninsular amenaza la continuidad de proyectos estratégicos, incluidas inversiones de nearshoring que veían en el sureste un polo emergente de desarrollo.

“el nearshoring podría verse comprometido si la confiabilidad eléctrica no mejora, desincentivando la inversión extranjera”.

Las fallas afectan a todos los sectores, los recientes apagones sumieron hogares, comercios y hoteles en la oscuridad. En zonas turísticas clave —Cancún, Tulum, Playa del Carmen—, la interrupción del suministro paralizó restaurantes y apagó semáforos, provocando caos vial en las carreteras.

Los organismos empresariales insisten en que la crisis eléctrica no puede minimizarse. La Coparmex advierte que los apagones impactan directamente en la vida diaria de las familias, que pierden alimentos por la falta de refrigeración, y en la operación de la industria, cuyos procesos tardan horas en reanudarse tras una interrupción, lo que implica pérdidas millonarias y una merma en la competitividad del país.

En un comunicado, la Coparmex Quintana Roo reconoció el esfuerzo de autoridades locales, estatales, federales y de la CFE para restablecer el servicio, pero subrayó la urgencia de implementar medidas estructurales desde la federación. Señaló que fortalecer el suministro eléctrico no es solo un requisito para la actividad económica, sino una condición indispensable para la estabilidad social y el desarrollo sustentable de la península, por lo que urgió a la autoridad federal a actuar con prontitud y garantizar que apagones de esta magnitud no se repitan.

Las pérdidas económicas ya se cuentan por cientos de millones.

El Índice Nacional de la Industria Maquiladora (INDEX) estima que un apagón de una hora causa unas pérdidas de 200 millones de dólares en el sector maquilador.

En este contexto, organismos como Coparmex reclaman más inversión en energía, su líder José Medina Mora afirma que los cortes responden sobre todo a “una falta de inversión en el sector eléctrico” tanto pública como privada, el bajo presupuesto en transmisión y generación ha llevado a que los proyectos de la red nacional avancen a paso lento de 232 obras programadas solo 9 están completadas, lo que pone en duda la capacidad de México para sostener su crecimiento industrial y atraer capitales.

De hecho, Coparmex advierte que el país “está perdiendo la oportunidad que abre el nearshoring” debido a esta carencia de energía fiable.

 Península de Yucatán a oscuras: Turismo y Energía en Jaque

El caso más reciente ocurrió el 26 de septiembre de 2025, cuando un fallo eléctrico dejó totalmente a oscuras la Península de Yucatán.

La línea defectuosa alcanzó nueve plantas generadoras con 2,174 MW de capacidad, afectando a unos dos millones de usuarios en Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

En minutos, ciudades como Mérida, Cancún y Chetumal se sumieron en el caos, hogares sin luz, hospitales y aeropuertos sin energía, y semáforos apagados que causaron congestión y accidentes menores en rutas del sur.

Hoteles y comercios en pleno operativo debieron recurrir a generadores, mientras miles de familias vieron cómo se echaban a perder alimentos en sus refrigeradores.

Las autoridades federales minimizaron inicialmente la crisis, la presidenta Claudia Sheinbaum atribuyó el corte a “una falla en una línea de transmisión” durante mantenimiento, y resaltó que las plantas de generación estaban operando con normalidad mientras se restablecía el servicio.

Asimismo, la CFE urgió reportar fallas al 071 y aseguró contar con “mecanismos robustos” de prevención, sin embargo, expertos y gobiernos locales advierten que estos apagones no son incidentales.


Es importante destacar que el propio Gobierno Federal, a través de la CFE, presentó desde febrero de 2025 su Plan de Expansión 2025-2030, que contempla 51 proyectos con una capacidad instalada proyectada de más de 29,000 megawatts y una inversión estimada en 22,377 millones de dólares.

El programa incluía centrales eólicas, fotovoltaicas, ciclos combinados, cogeneración con Pemex y hasta sistemas de baterías para almacenamiento, con fechas de entrada en operación entre 2025 y 2030.

Aunque sobre el papel estas cifras representan un impulso importante, los especialistas advierten que gran parte de estas obras se concretarán en el mediano plazo, mientras que la crisis de apagones y la saturación de la red requieren soluciones inmediatas que garanticen estabilidad a los sectores productivos.

El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, reconoció que los cortes son el resultado de “décadas de abandono y falta de planeación” de la infraestructura eléctrica regional, la geografía de la península aislada del resto del país y su dependencia de antigüos gasoductos y torres de transmisión la hacen especialmente vulnerable.

Además, especialistas subrayan que incluso las renovables planeadas en Yucatán están frenadas por la débil red.

Como apuntó un experto del IMCO, existen parques solares y eólicos en la península, pero enfrentan “problemas para mover la energía” al resto del país ante la falta de inversión en líneas.

En la práctica, esto significa que el crecimiento de la demanda (impulsada por el turismo y el calor) supera la capacidad de generación y transmisión local.

Por eso la CFE ha tenido que pedir a empresas reducir su consumo en horas pico para evitar cortes mayores, señal de la precaria reserva energética actual.

Tras el último apagón, la respuesta oficial fue anunciar masivas inversiones para modernizar la red.


Publicación oficial Gobierno de México ☟ 

https://www.gob.mx/presidencia/prensa/cfe-invertira-8-mil-177-mdd-para-fortalecer-red-de-transmision-en-beneficio-de-50-millones-de-mexicanas-y-mexicanos

En agosto de 2025 la CFE presentó un plan de 163,500 millones de pesos para 2025-2030, con 275 nuevas líneas de transmisión y 524 subestaciones.

De éstos, 30 proyectos se enfocarán en la Península de Yucatán y en polos industriales del sureste, regiones identificadas como de alta demanda y frecuentes problemas de suministro.

Según la directora de la CFE, Emilia Calleja, la expansión busca “garantizar un suministro confiable, seguro y suficiente” donde se concentra la producción y el turismo nacionales.

“De manera extraoficial, se calcula que la cifra de apagones ocurridos entre mayo y la fecha asciende a 18. El patrón de cortes programados y fallas regionales documentadas en estados del noreste como Nuevo León y Tamaulipas y del sureste entre ellos Yucatán, Campeche, Veracruz y Chiapas confirma la narrativa de una red eléctrica en condición crítica.

En Yucatán, por ejemplo, en julio se llevó a cabo un apagón masivo programado que dejó sin luz a 19 municipios debido a la conexión de una nueva subestación, lo que demuestra que estas interrupciones no son hechos aislados, sino parte de una operación de emergencia que refleja la fragilidad estructural del sistema eléctrico nacional.”

Es por ello que, hasta que la infraestructura energética no reciba el refuerzo necesario, los cortes eléctricos seguirán socavando el desarrollo económico y la confianza de inversionistas nacionales y extranjeros.

De persistir la falta de planeación y la narrativa oficial que minimiza la crisis, México corre el riesgo de encaminarse hacia un escenario similar al de países como Cuba o Venezuela, donde los apagones prolongados se volvieron parte de la vida cotidiana y los gobiernos, pese a proclamar que el bienestar del pueblo es su prioridad, terminaron condenando a la población a vivir en penumbras, con un servicio eléctrico inestable que frena cualquier posibilidad real de progreso.

 

Con información del Sistema de Noticias CAMBIO 22

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