Laura Beytia/CAMBIO 22

CHETUMAL, 28 de diciembre.- Por si no fuera suficiente el incremento de al menos un 30% en los precios de los materiales de construcción como las varillas, el polvo, la grava y especialmente del acero y el cemento, que está produciendo un duro golpe a la industria de la construcción en el estado, temen que iniciando el 2023, nuevamente se dé un ajuste de hasta un 7% más, lo que representará un gran reto para las empresas constructoras.

Pero para no descartar problemas en la presupuestación de obras al dispararse los costos, muchos constructores están protegiendo sus activos y haciendo compras adelantadas de estos materiales durante estos últimos días del 2022, tal y como informó el secretario general de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC) Jesús Ramírez Briceño.

“Yo creo que en el último año ha subido hasta en un 30% el precio de los materiales y más los bultos de cemento que es lo que más se mueve en la construcción y eso nos impacta, porque hay obras de la iniciativa privada que se detuvieron porque hay que hacer ajustes en su presupuesto y como cada inicio de año el precio sube más, pues muchas empresas están recurriendo a comprar por adelantado estos materiales para evitar más afectaciones, calculamos que habrá un incremento de un 7% adicional y por eso se extreman precauciones almacenando material.”

Refirió que la inflación se ha dado más en el precio del acero y el cemento, golpeando a los micro y medianos empresarios, ya que son lo que menos tienen para invertir en la parte de insumos y hasta en la población, que a duras penas pueden levantar un cuarto pequeño o ampliar sus viviendas, por los altos montos que esto ya implica.

Detalló que la recuperación de este sector avanza de manera muy lenta, lo que se debe en gran parte, a que el gobierno estatal aun no ha licitado ninguna obra importante y tampoco la iniciativa privada ha anunciado grandes inversiones, por lo que confían en que sea el próximo año, cuando la dinámica cambie y tengan mayor participación para alcanzar su reactivación total.

“Desde que inicio la pandemia todo se pausó y ya después que empezó el proceso de reactivación, al menos para nosotros se ha dado de una manera muy lenta hasta hoy y esto es porque no hay muchas obras de gobierno y menos privadas en el estado, pero mantenemos la esperanza de que con el nuevo gobierno esto cambie en el 2023 y se dé la inversión que se prometió y que nos permitan participar para que nuestro sector avance y pueda consolidarse.”

Por último dijo, que buscarán mantener una relación cordial y coordinada con todas las instancias privadas y con el nuevo gobierno, para gestionar que sean los empresarios locales los que ejecuten la obra pública en la entidad y especialmente en la zona sur, que es donde se requiere de mayor impulso para la industria de la construcción.

lau.beytia@diariocambio22.mx

 

JFCB

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