Andrés Soler el Actor Secundario del Cine Méxicano que Valía Más que Una Estrella
22 Mar. 2024
Redacción /CAMBIO22
Cuál era la afición de Andrés Soler y por qué nunca se casó.
Miembro de la Dinastía Soler y reconocido como el mejor actor de reparto, tenía pasatiempos muy peculiares.
Andrés Soler fue uno de los actores más importantes dentro de la época de oro del cine mexicano ya que al igual que sus hermanos triunfó gracias a su talento actoral, pero además de su pasión por las artes escénicas, su mayor afición se encontraba fuera de los sets y ocupada gran parte de su tiempo.
La Dinastía Soler se convirtió en una de las familias más queridas por el público mexicano, ya que todos los miembros fueron excelentes actores que mostraban su compromiso con el mundo cinematográfico, Andrés fue uno de ellos pero tuvo un inicio tardío en la actuación.
El debut de Andrés en el cine fue cuando tenía 38 años y sus hermanos ya eran muy reconocidos. Sin embargo, rápidamente él también se abrió paso entre los sets de grabación y se convirtió en un actor admirado por su fácil forma de hacer reír al público.
Aunque la carrera artística del actor comenzó cuando ya era un adulto, esto no quiere decir que no haya sido por su pasión a su profesión, pues durante su trayectoria demostró lo mucho que le importaba que México tuviera histriones preparados y también con condiciones óptimas para trabajar.
Su mayor pasión era principalmente la actuación, y lo demostró con sus más de 190 películas y su participación activa en la Asociación Nacional de Actores (ANDA) al lado de Jorge Negrete y Mario Moreno Cantinflas. De hecho, él fue el fundador de la Academia de Arte Dramático de la misma asociación.
Incluso en una ocasión aseguró que él no se había casado porque era un hombre muy ocupado, pues no había dejado de hacer película tras película. “El hombre se casa cuando no tiene algo importante que hacer, y como yo siempre he estado muy ocupado…”, dijo Soler en una entrevista.
Pero en las artes escénicas no se detenían sus aficiones, pues existía una pasión que mantenía sólo para sí mismo. En una entrevista confesó que era un coleccionador de figurillas, pero no de cualquier tipo, sino que tenían que ser elefantes; el actor había logrado reunir cientos de éstas, con exactitud había contado 2,888 piezas.
El coleccionar elefantes no se había convertido en su único pasatiempo fuera de la actuación, sino que también era un aficionado de la cerámica, aunque de ésta no confesó a cuántas piezas llegaba su colección.
Reunir objetos, sin embargo, fue una afición que lo sorprendió ya siendo adulto, pues de joven disfrutaba de las fiestas bravas y pasar tiempo confrontando toros, pero durante una fiesta taurina, un golpe lo obligó a olvidarse de este gusto, pues uno de estos animales lo lastimó de gravedad.
“Fue aficionado a la fiesta brava hasta que un novillo me dio un puntazo del cual conservo la cicatriz. Me sigue gustando la fiesta y, para mí, el mejor torero es Paco Camino”, reveló durante una entrevista de 1965.
Pese a que Andrés Soler pocas veces tenía descansos y siempre era requerido por los directores con mayor reconocimiento y más premiados, el en pocas ocasiones se convirtió en protagonista, pero fue reconocido como el mejor actor de reparto del cine mexicano.
Andrés trabajó en compañía de Jorge Negrete, Germán Valdés Tin Tan, María Félix, Pedro Infante, Pedro Armendáriz, Gloria Marín, entre muchos otros.
El histrión falleció precisamente un día que tenía que acudir a un llamado de la película El hermano de Capulina. Ese día desayunó y cayó desmayado. Fue trasladado en coma hasta la clínica de la ANDA y ahí falleció a los 70 años a causa de una trombosis cerebral.