• Comunidades locales denuncian que la tala y la falta de protección legal están desplazando a los pueblos no contactados hacia áreas pobladas del río Tauhamanu

 

  • Organizaciones advierten que el contacto con los mashco piro podría provocar su desaparición y piden al gobierno peruano garantizar la defensa de sus territorios ancestrales

 

Redacción/ CAMBIO 22

La presencia creciente de integrantes de la tribu mashco piro en zonas habitadas de la Amazonía peruana generó preocupación entre comunidades locales y organizaciones defensoras de pueblos indígenas. Según un informe de Survival International, más de 90 pueblos indígenas no contactados podrían desaparecer en la próxima década si no se refuerzan acciones para proteger sus territorios.

Nueva Oceanía, una comunidad pesquera ubicada a orillas del río Tauhamanu, reporta encuentros frecuentes con los mashco piro. Tomás Áñez Dos Santos, habitante del lugar, relató: “Uno estaba de pie, apuntando con una flecha“. También recordó que los indígenas comenzaron a silbar e imitar sonidos de aves antes de retirarse.

La región no cuenta con reconocimiento legal como territorio reservado para pueblos no contactados, lo cual permitió la operación de empresas madereras. Habitantes afirman que el ruido de la maquinaria interrumpe el entorno natural, situación que estaría desplazando a los mashco piro hacia áreas pobladas.

Issrail Aquisse, representante de la organización indígena Femanad, advirtió: “Los pueblos indígenas aislados son muy vulnerables: epidemiológicamente, cualquier contacto podría transmitir enfermedades, e incluso las más simples podrían exterminarlos“.

El contacto no solo implica un riesgo sanitario. En 2022, dos madereros fueron atacados mientras pescaban; uno de ellos murió por heridas de flecha. Letitia Rodríguez López, vecina de Nueva Oceanía, indicó que oyó gritos en el bosque y salió corriendo. “No sabemos cómo reaccionarán. Eso es lo que me asusta“, expresó.

A diferencia de otras zonas, los mashco piro que viven cerca del río Manu cuentan con protección oficial. Allí se encuentra el puesto de control Nomole, gestionado por el Ministerio de Cultura y la organización Fenamad. Antonio Trigoso Ydalgo, jefe del puesto, comentó: “Siempre salen por el mismo lado. Desde allí comienzan a gritar. Piden plátano, yuca o caña de azúcar“.

El puesto cultiva alimentos y organiza entregas cuando el grupo se presenta. Según Trigoso, al menos 40 personas, entre adultos y menores, visitan regularmente el lugar. Los mashco piro se interesan por la vida de los agentes, preguntan por sus familias y, en una ocasión, llevaron un sonajero hecho con la garganta de un mono aullador como obsequio.

Otro agente llamado Eduardo Pancho Pisarlo, señaló que las mujeres antes usaban “faldas muy hermosas hechas con hilos de fibras de insectos“, pero ahora algunas reciben ropa de turistas. Las preguntas sobre su estilo de vida suelen ser evitadas por los propios mashco piro.

En 2016 se aprobó una propuesta para ampliar la reserva mashco piro a zonas como Nueva Oceanía, pero no fue promulgada. “Sabemos que vivieron en paz durante años, y ahora sus bosques están siendo destruidos“, declaró Tomás.

De acuerdo al informe de Survival International, sin intervención estatal efectiva, comunidades como los mashco piro podrían enfrentar la desaparición por causas externas.

 

 

 

Fuente: Notipress

redaccionqroo@diariocambio22.mx

AFC/GCH

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