Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 19 de abril. – En la comunidad de Plan de la Noria, un problema persistente está afectando la calidad de vida de sus habitantes: el agua suministrada a través de un pozo de 120 metros resulta salada e inutilizable para consumo humano. Marcelino Cocom Caamal, habitante de aquella comunidad, compartió detalles sobre esta preocupante situación.

“Aquí en Plan de la Noria, el agua que llega a nuestras casas es salada”, explicó Marcelino. “A pesar de que nuestro pozo es el más profundo del municipio, el agua no puede ser utilizada normalmente. La profundidad del pozo hace que la bomba de agua se queme constantemente, lo que dificulta aún más el acceso a agua utilizable.”

El impacto de esta problemática se extiende a todas las facetas de la vida diaria de los habitantes. El agua salada no es apta para el consumo humano ni para otras necesidades básicas, como la cocina o la higiene personal. Los habitantes se ven obligados a utilizar agua purificada embotellada, que tiene un costo de veinte pesos por garrafón, para satisfacer sus necesidades básicas.

“Para beber y cocinar, tenemos que comprar agua purificada en garrafones”, lamentó Marcelino. “Esto representa un gasto adicional para las familias, especialmente teniendo en cuenta que en promedio gastamos dos botellas de agua de veinte litros a la semana.”

Además del costo económico, la disponibilidad de agua purificada también es un problema, ya que algunos comerciantes locales la venden a precios más altos, lo que agrava la situación para las familias de bajos recursos en la comunidad.

La comunidad de Plan de la Noria, que cuenta aproximadamente con 50 familias, enfrenta una situación urgente en cuanto al abastecimiento de agua. La calidad inadecuada del agua suministrada y la dependencia de agua embotellada representan un problema para el bienestar y la salud de sus habitantes.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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