Graciela Machuca Martínez/CAMBIO 22

En México y en otras partes del mundo se usa un refrán popular que dice que para criticar o cuestionar hay que “tener la cola corta…”, el cual se puede aplicar en estos momentos a lo que sucede en el municipio de Tulum, en Quintana Roo, donde el manejo de recursos de los llamados Derechos de Saneamiento Ambiental que cobra el Ayuntamiento a provocado una tensa confrontación entre el gobierno municipal y el presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum (AHT), David Ortiz Mena.

Tomando en cuenta los miles de visitantes que llegan a Tulum y se hospedan en ese destino turístico, a lo largo de un año, los ingresos que tendrá el gobierno municipal por el cobro de esos derechos serán considerables y aunque fuera una recaudación mínima, al tratarse de recursos públicos en todo momento deben regirse por los principios y leyes de transparencia y rendición de cuenta con una vigilancia ciudadanizada.

La AHT le propuso al gobierno municipal que para administrar ese recurso público se conformara un fideicomiso con la finalidad de realizar acciones para el control y saneamiento de las playas debido a la presencia del sargazo, toda vez que la iniciativa privada realiza gastos para la limpieza de las playas que no le son reintegrados por alguna instancia gubernamental.

El gobierno municipal le contestó que la vigilancia y aplicación de ese dinero estará a cargo de un Comité Técnico integrado por cinco representantes de los sectores de Tulum. Cada una de las partes defendió su proyecto con los argumentos que así convenían sus intereses.

David Ortiz Mena, en representación del organismo empresarial difundió a nivel nacional e internacional la necesidad que se constituya dicho fideicomiso, a lo que la autoridad local le contestó difundiendo que el dirigente de los hoteleros de Tulum le debe al Ayuntamiento el impuesto predial de los últimos cuatro años, desde que llegó el exedil Víctor Mas Tah a la fecha.

Víctor Mas Tah, ex alcalde de Tulum.

De los argumentos técnicos y políticos se está utilizando otros recursos que tocan la ética y la congruencia de un empresario que se ha caracterizado por hacer propuestas en beneficio de la población de Tulum y de los agremiados a la Asociación de Hoteles.

Desde luego que a Ortiz Mena le corresponde aclarar y probar si ha pagado o no el impuesto predial del hotel que es de su propiedad en Tulum. Si no lo ha hecho el pueblo de Tulum se merece una explicación, porque como empresario se ha visto beneficiado con las obras y servicios que se subsidian con el impuesto predial que pagan otros propietarios de inmuebles en ese municipio.

David Ortiz Mena, Líder de Hoteleros de Tulum

A petición de la presente administración municipal de Tulum, la XVI Legislatura, el 22 de diciembre de 2021, reformó la Ley de Hacienda de ese municipio para poder agregar un capítulo denominado De los derechos de saneamiento ambiental que realice el municipio.

En el referido capítulo adicionado se contempla el ARTÍCULO 131 BIS, que a la letra dice:

“Los derechos que establece este capítulo se causarán por la ejecución de saneamiento ambiental que se realice en el Municipio, con el fin de propiciar el desarrollo sustentable, la preservación y restauración del equilibrio ecológico y la protección ambiental en razón de los visitantes que arriben o permanezcan temporalmente en el municipio.

ARTÍCULO 131 TER. Están obligados a pagar los derechos de saneamiento ambiental el o los usuarios de cuartos y/o habitaciones de Hoteles, Posadas o Casas de Huéspedes, Hostales y Moteles, mismo derecho que será retenido por los prestadores de servicios del ramo.

ARTÍCULO 131 QUATER. El pago del derecho de saneamiento ambiental se causará a razón del 30% de la UMA por cuarto y/o habitación, por noche de
ocupación, al momento en el que el pago de la ocupación de la habitación se efectúe por adelantado, o al momento del registro (check in), o al momento de la salida (check out) si el pago es después de prestado el servicio.

ARTÍCULO 131 QUINQUIES. Los retenedores deberán de proporcionar mensualmente, mediante formas aprobadas por la Tesorería Municipal a través de los medios electrónicos dispuestos por ésta, la información que se refiere a las habitaciones ocupadas por la prestación del servicio de hospedaje, de las operaciones practicadas con personas físicas, morales o unidades económicas, a más tardar el día diecisiete del mes inmediato posterior al que corresponda dicha información.

La misma ley no precisa como se administrará el referido recurso, por lo que el Cabildo determinó crear un Comité Técnico.

En tanto, el presidente municipal, Marciano Dzul Caamal, reiteró, por medio de un comunicado que Ayuntamiento de Tulum no creará un fideicomiso para el Derecho de Saneamiento Ambiental, porque en su gobierno no acostumbran a copiar esquemas de otros municipios o estados, “sino buscar lo que más le convenga a la ciudadanía”.

Dzul Caamal dijo que Ortiz Menaestá acostumbrado a “que todos se le agachen”, pero su administración aplicará la ley por parejo, en relación al predial que el hotel de su propiedad adeuda desde hace varios años.

Marciano Dzul, alcalde de Tulum.

David Ortiz Mena, presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, sólo 10 por ciento del sargazo en las playas se recoge, y de esa cantidad, 92 por ciento lo realizan los propios hoteleros de la zona.

“Hay una situación crítica en Tulum por la llegada del sargazo que año con año es mayor; sin embargo, el problema se acrecienta por la falta de un lugar para disponer de manera final al alga. Nosotros recolectamos hasta 92 por ciento de lo que se recolecta de sargazo, pero la disposición final es la obligación de las autoridades”, declaró a diversos medios de comunicación.

Según el representante de los hoteleros se gastan por mes alrededor de 60 mil dólares para retirar el alga, lo que son costos muy altos, mientras que no ven apoyos por parte de las autoridades municipales.

Detalló que los hoteleros recogen el sargazo y lo acumulan en espacios dentro de sus instalaciones hasta que se sequen y puedan ser tirados de manera normal; sin embargo, en muchos casos lo acumulan en montañas, lo que provoca generación de lixiviados que son nocivos para el ambiente. En otros casos los hoteleros se ven en la necesidad de enterrarlos, lo que genera más daños.

“Nosotros lo que queremos es que se cree un esquema fiduciario para que se apliquen de manera adecuada los recursos en el combate al sargazo, además que se haga de manera clara y trasparente”.

Sin duda alguna, el trabajo conjunto entre ciudadanía, empresarios y gobierno es fundamental para el desarrollo y protección del medio ambiente en Tulum, por lo que el arte de la política, de la diplomacia y la construcción de políticas públicas con la participación directa de todos los sectores de la sociedad de Tulum son fundamentales para que las nuevas generaciones puedan seguir disfrutando de las bellezas naturales de este destino turístico del Caribe mexicano.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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