• El Consultar Dispositivos Electrónicos antes de Dormir Puede Perjudicar la Calidad de Nuestro Sueño.

 

Redacción/CAMBIO 22

La mayor parte de la población mundial consulta alguna pantalla antes de dormir: la de su teléfono móvil, ordenador, un barrido por los diferentes canales de la televisión… Y esto, como ya imaginarás, no está bien hecho si lo que buscamos es dormir plácidamente.

En resumidas cuentas, ningún experto en la materia recomienda estar con dispositivos electrónicos el rato previo a irse a la cama, y tampoco ver la televisión antes de dormir, y son muchos los que no solo la apagan y se meten en la cama, es que la ven desde el mismo lecho porque tienen una en el dormitorio. Es verdad que en algunos casos esta es de gran ayuda, pero nunca lo será cuando se busca el descanso.

Nada de tele antes de dormir

Si pensamos en el beneficio de nuestra salud y en concreto de nuestro sueño, la televisión no será una buena aliada. Tal como indica Elisa García, psicóloga en El Prado Psicólogos, «la emisión de luz azul que desprende a la hora de acostarnos suele actuar como un fragmentador del sueño, que lejos queda de proporcionarnos las condiciones óptimas para poder tener una buena calidad del sueño».

En España es bastante común que las personas tengan televisión en el dormitorio y, si tenemos en cuenta que el uso habitual del dormitorio va destinado al descanso y a dormir, no es aconsejable tener un elemento de distracción tan absorbente como el televisor.

Además, es muy frecuente escuchar a personas comentar que «se lo ponen para poder dormir mejor», que lo tienen de fondo para conciliar el sueño pero que no le están prestando atención. Sin embargo, tal como alerta Oceanía Martín, coordinadora en Avda. de América del Centro Psicológico Madrid Cepsim, nuestro cerebro sí le está prestando atención, aún sin ser nosotros conscientes de ello y a largo plazo puede provocar unos efectos muy negativos en nuestra salud.

¿Qué es lo que sucede cuando vemos la televisión antes de dormir? Nos activamos, tanto fisiológica como cognitivamente. Elisa García indica que «los estímulos que aparecen muchas veces nos conectan y tienen que ver con historias nuestras que pueden disregularnos emocionalmente o incluso causar necesidades». Un ejemplo de ello puede ser despertarnos hambre al ver anuncios de comida, conectarnos emocionalmente y acceder a recuerdos o historias de nuestra vida así como también al estar en contacto con algunos estímulos pueden generarnos miedo, tristeza… «Todo ello dejará bastante lejos el clima necesario para la conciliación del sueño», dice la experta.

Al hilo de esto, los seres humanos estamos preparados para dormir en la oscuridad y es algo necesario para una buena síntesis de melatonina y para que nuestro ciclo fisiológico del sueño se produzca de forma natural. Al ver la televisión antes del dormir de forma habitual, se retrasa el inicio del descanso, ya que permanecemos en alerta y activos, esto sin entrar en el tipo de contenido que vemos, aumentando esta activación si por ejemplo el contenido el violento.

 

Todo el daño que puede hacerte

Hay mucha investigación científica que nos dice que tener una pantalla en el dormitorio puede afectar más de lo que pensamos, desde el sueño hasta las relaciones personales.

Según los estudios realizados y la experiencia de los expertos en sueño, sí existe una afectación, y más si hablamos de niños. Tenemos la certeza de que la televisión produce en general una sobreestimulación que sin duda retrasa el estado de relajación ideal para dormir. También puede afectar a nuestra vista, muchas veces ya expuesta en el trabajo a los ordenadores y ya cansada previamente. Además, debemos tener en cuenta que al dormirnos en muchas ocasiones con la televisión puesta, aparte de las ondas que siguen emitiéndose, los ruidos que continúan de fondo actúan como agente perturbador del sueño interrumpiéndolo cada cierto tiempo y generando un desasosiego e inestabilidad durante el sueño permanente.

Beatriz Gil, psicóloga especialista en autoestima, liderazgo e inteligencia emocional y fundadora y CEO de Psique Cambio detalla algunos de los factores que pasan factura:

  1. Tu sueño lo pagará caro. La televisión puede parecer inofensiva, pero ver la tele en la cama justo antes de dormir afecta mucho a la calidad del sueño. «La luz azul de la pantalla inhibe la producción de melatonina, que es la hormona que te ayuda a conciliar el sueño. Además, el contenido que ves, especialmente si es intenso o emocionante, puede hacer que te cueste más relajarte y desconectar», dice Beatriz Gil.
  2. Más riesgo de sedentarismo. Ver televisión desde la cama no solo afecta el sueño, sino que también puede fomentar un estilo de vida más sedentario. Un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology encontró que ver más de tres horas de televisión al día aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud graves, como obesidad o enfermedades cardíacas. Y, seamos sinceros, cuando vemos televisión desde la cama, lo último que queremos hacer es levantarnos para movernos un poco.
  3. Menos tiempo de calidad con tu pareja (si la tienes). «Si tienes pareja, tener la tele en la habitación puede afectar la relación. En lugar de aprovechar esos momentos antes de dormir para hablar, conectar o simplemente estar tranquilos, la televisión se convierte en la protagonista», alerta la psicóloga. A la larga, esto puede disminuir la intimidad y la conexión emocional. La habitación debería ser un espacio para descansar y relajarse, no para sobreestimular la mente con una pantalla.
  4. Puede afectar a tu salud mental. El exceso de televisión en la habitación también está relacionado con problemas de salud mental. Un estudio publicado en Journal of Behavioral Addictions encontró que el ‘binge watching’ (ver muchos episodios de una serie de forma continua) puede exacerbar síntomas de ansiedad y depresión, y está asociado con niveles más bajos de autocontrol. Ver televisión de forma desmedida, sobre todo solo en la cama, puede fomentar sentimientos de aislamiento y reducir la motivación para participar en actividades sociales.

 

La parte buena

¿En qué nos beneficia? No es que existan estudios que demuestren que ver la televisión es bueno para nuestro bienestar, pero si nos detenemos y pensamos un poco sobre ello, podríamos colocar a la televisión como un apoyo en determinados momentos vitales. Como comentaba antes Elisa García, esta puede ser utilizada como un escape que sirva para no pensar, por ejemplo. Por ejemplo, los primeros días después de una pérdida significativa. «Siempre y cuando se utilice como un apoyo temporal y no afecte de forma directa a nuestro sueño, se podría usar igual que una muleta se usa después de un esguince», asegura.

Si tener la televisión en la habitación es una de esas cosas que no estás dispuesto a dejar, no te preocupes. Hay formas de minimizar los efectos negativos y seguir disfrutando de tu serie favorita sin que tu salud o tu relación se vean afectadas:

  1. Establece un límite de tiempo. La ciencia recomienda que apagues la tele al menos 30-60 minutos antes de acostarte. «Esto le da tiempo a tu cerebro para ‘desconectar’ y empezar a prepararse para el sueño. Piensa en usar ese tiempo para leer o relajarte con alguna otra actividad más tranquila», comenta.
  2. Configura un temporizador. Dormirse con la televisión encendida no es lo mejor. Si la usas para relajarte, programa un temporizador para que se apague automáticamente. Esto evitará que la luz y el sonido de fondo interrumpan tu ciclo de sueño.
  3. Elige bien lo que ves. «Evita contenido muy intenso justo antes de dormir. Opta por programas o películas más ligeras que no te generen demasiada adrenalina o emoción. Así, será más fácil relajarte cuando decidas apagar la televisión», indica Beatriz Gil.
  4. Considera un dormitorio libre de pantallas. Si sientes que la televisión está afectando tu descanso o tu relación, quizá sea el momento de considerar eliminarla del dormitorio. Un estudio en el Journal of Sleep Medicine sugiere que crear un ambiente sin pantallas puede mejorar considerablemente la calidad del sueño.

Tener una televisión en la habitación tiene sus ventajas, especialmente en términos de comodidad. Sin embargo, la ciencia es clara: su impacto en el sueño, la salud física y mental, y las relaciones personales puede ser considerable. La clave está en encontrar un equilibrio. Si decides mantener la televisión en el dormitorio, establece límites claros para proteger tu descanso y bienestar. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

 

 

Fuente: ABC Bienestar

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM/AGF

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