• Miguel Rubio, padre del prospecto que fue agredido física y sicológicamente por Ramón Esquer, exige que lo veten de por vida en la LMB

 

Fernando Ballesteros/CAMBIO 22

En un hecho insólito en la Liga Mexicana de Beisbol, el prospecto de 15 años de edad, José Miguel Rubio, fue golpeado el año pasado por el director deportivo de la Academia de los Diablos Rojos en Oaxaca, Ramón Esquer, quien ahora trabaja con los Bravos de León.

El padre del prospecto y quien fuera lanzador durante 14 años en la LMB, Miguel Rubio, manifestó su indignación porque Esquer se mantiene trabajando en la LMB a pesar de que los mismos Diablos Rojos lo despidieron y reportaron su caso a la Liga, pero el consejo de dueños de clubes le dejó la responsabilidad de mantenerlo o no en su club.

“Les he dicho que esto no se puede quedar así porque es un menor de edad y voy a ir legalmente hasta las últimas consecuencias”, manifestó Miguel Rubio en entrevista con Puro Beisbol.

Rubio Jr. llegó como infielder al complejo de los Diablos en el año 2021, donde –a decir del hijo y el papá–, Ramón Esquer lo estuvo agrediendo verbalmente desde su llegada durante dos años y ya para finalizar su curso en mayo del año pasado, se le acercó sin avisarle para darle un puñetazo en la espalda y luego se retiró, presuntamente en estado de ebriedad y siendo el Director Deportivo de la Academia.

–¿Puedes explicar cómo sucedieron los hechos?

Primero decirte que a José Miguel lo firmaron Joel Serna papá e hijo en Monterrey –donde radican–, ellos fueron los que lo checaron y le dieron la oportunidad de irse para Oaxaca a los 13 años y medio en el año 2022.

Desde que llegó, mi hijo me dijo que si lo conocía (a Esquer) porque era el instructor de infields junto con Hernando Arredondo y al parecer el Director Deportivo. Desde su llegada lo estuvo molestando de cierta forma en el campo con ejercicios que no eran indicados para un infield y siempre le decía que lo estaba haciendo mal, que no servía para nada y que el beisbol no era para él.

–¿Tu hijo pensó en regresarse a Monterrey?

No, yo le decía que se mantuviera enfocado y disciplinado hasta donde pudiera. Después de eso le dieron la oportunidad de lanzar por el reporte de este señor (Esquer) de que no tenía facultades para infield, cuando todos los demás le decían que no encontraban la razón del por qué le decía eso. Hernando Arredondo y Ty Gainey, el coach de bateo, le decía que estaba muy bien bateando y con sus manos a la defensiva porque te juega cualquier posición del infield y no porque sea mi hijo voy a hablar bien de él, uno sabe cuando un muchacho se hace notar en el campo.Al Menor le

Daban Pelotazos en Todos los Juegos y al Parecer Eran Ordenados

–¿Cómo fueron sus primeros meses en Oaxaca?

“Él batalló mucho en su primer año porque aparte de ser de los más chicos no lo metían en el infield y entonces le dieron la oportunidad de jugar en el outfield. Otro de los instructores, Mario Valenzuela, le sugirió que se quedara en el outfield porque lo que requería era desarrollar el bateo, para lo cual tuvieron una junta en la cual definieron que se quedaba el outfield y a mi los demás instructores me pasaban reportes de que iba muy bien a pesar de su corta edad.

«Después de eso vino la temporada donde se fueron a la sucursal en El Carmen y dejaron a pocos muchachos en Oaxaca, entre ellos a mi hijo porque prácticamente se formaba un equipo con los pitchers y outfielders. Se fueron Hernando, Mario y un coach de pitcheo, pero se quedaron Esquer y Gainey. Ahí ya comenzaron los problemas fuertes, ya le decía más cosas, ya no lo metían a batear y cuando lo hacía, yo no sé si sean cosas de él, pero todos los juegos era mínimo un pelotazo del lanzador contrario. Yo al principio no lo quise ver de esa forma, pero ya después caímos en que el dirigente era él y los pitchers tienen qué hacer caso, bastaba que él se lo pidiera a un pitcher”.

–¿Qué sucedió después?

“Ya casi para terminar la temporada, hicieron un Show Case y me llegó el comentario de que dos equipos (de MLB) se interesaron en él por su brazo, que lo querían hacer pitcher por sus antecedentes de lanzador y además para avanzar más rápido porque les tiró 91 millas a sus 15 años, pero él no quiso y eso ya fue decisión de él”.

–¿Las agresión física en qué momento se dio?

“Eso fue en el curso de principios de año pasado….Fue exactamente al final del curso porque ese domingo ya les habían dado el día libre tras pasar el Show Case. Recuerdo bien que eso fue un sábado alrededor de las 10:30 de la noche, cuando mi hijo me llamó para contarme la situación. Él estaba afuera de la habitación porque el mismo Ramón les dio permiso de hasta quedarse con sus teléfonos porque él domingo ya no harían nada y el curso se había terminado.

“Como a las 10:30 me llamó y me dijo “papá, sabes qué, este bato se pasó, me pegó, me dio un golpe en la espalda y me dejó marcado’. De hecho los muchachos salieron de sus cuartos a ver qué había pasado….Me pegó y no me dijo nada, nomás se fue, al parecer anda tomado porque desde temprano ya andaba tomando”.

–¿Cuál fue el motivo? ¿discutieron antes?

“Nada, nada…..José Miguel me dijo que siempre le estuvo diciendo en el campo y en el comedor que él no servía para nada. ‘Papá, me dice cuando salimos los domingos a la calle y me deja en vergüenza delante de los muchachos y hasta en los mitin’. Ya era algo personal contra él”.

Miguel Rubio, quien afirma que nunca tuvo un altercado con Ramón Esquer en la época de jugadores de ambos, revelo que además excluyeron a su hijo de la Academia en el Carmen a pesar de que estaba en el roster.

“Se le hizo raro que un día le habló un coach para decirle que le iban a mandar un dinero de la Academia de El Carmen. ‘Me dice que tiene que pagarme lo de la Academia, que yo debería estar jugando en la Academia porque yo aparezco en el roster’. Es decir, que no lo mandaron porque al parecer este señor lo excluyó, pero se me hace muy raro porque se supone que es una organización seria”.

–¿Qué hiciste después de la agresión física a tu hijo?

Primero decirte que yo siempre le dije que a pesar de todo se mantuviera siempre bien, quieto y educado, a menos de que se saliera de lo que es y que entonces si me marcara, como fue con la agresión que tuvo contra mi hijo. Me dijo “papá, me dio mucho coraje cuando me dio el golpe porque yo no podía hacer nada’.

“Cuando yo me enteré de esto primero le marqué a Manuel Bernal y luego a Joel Serna. Después me llamó luego Bernal y le dije que el señor estaba en estado de ebriedad. También hablé con él (Esquer) y me dice ‘es que tú no sabes cómo es aquí, tu sabes lo que haces y aquí estoy’.

“Hasta por teléfono se notaba que estaba tomado y tuvimos que hablarle a una patrulla por agresión de un adulto a un menor de edad, pero de la comandancia nos dijeron que mi hijo debía estar afuera porque no podían entrar a una propiedad privada….Al final le dije que se quedara adentro por el peligro de estar afuera de la Academia a esas horas de la noche. Para esto conseguí el teléfono de Miguel Ojeda, le expliqué todo el tema y me ofreció una disculpa de antemano, ‘vamos a tomar cartas en el asunto, pero si pasó así, él (Esquer) dejará de pertenecer a nuestra organización’.

Miguel Rubio indicó que al día siguiente les llamó Ojeda y la esposa de Rubio también habló con él porque estaba indignada por lo ocurrido.

“Le dijimos que estábamos muy molestos los dos y él nos dijo que Esquer salía de la organización. Por la tarde nos marcó Jorge del Valle para confirmarme que Ramón quedaba fuera de la Academia y me preguntó que buscaba yo para mi hijo, a lo cual le dije que de momento buscaba su regreso a Monterrey.

Pero también dije que eso no podía quedarse así, que se necesitaba un reporte de la liga porque era una agresión a un menor de edad. Le puse el ejemplo de que yo soy entrenador de ligas pequeñas y agarro a los niños de acuerdo a sus edades, ¿Te imaginas a un maestro que le pegué a un niño, tú crees que alguien más le dará trabajo?

–Esquer fue dado de baja de los Diablos, pero trabaja desde año como coach con los Bravos de León.

“Sí se lo expresé a la Liga, les dije que se pusieran en mi lugar, que si ellos tuvieran hijos qué harían. A poco lo dejarían como ‘hazle como tú quieras’ y se quedarían con los brazos cruzados. Eso fue prácticamente lo que hicieron ellos porque me habló el jurídico de la liga y fue muy corta la llamada, me dijo ´sabes qué, ya se habló al consejo y ellos tomaron la decisión de, como no es parte de nuestra organización, de las oficinas de la Liga Mexicana, nosotros no tenemos por qué darlo de baja de un equipo o de dónde él esté trabajando’.

“Le dije ‘se supone que los del Consejo son dueños de equipos, a poco ellos van a permitir que un trabajador golpee a un menor de edad y siga trabajando? la contestación de él fue, ‘mira, ya no te voy a quitar más tu tiempo, puedes hacer lo que tu quieras, vete por la vía legal o por donde quieras, ese ya no es tema de nosotros’.

BRAVOS DE LEÓN LE DICEN QUE NO PUEDEN HACER NADA

Miguel Rubio se mostró más sorprendido aún porque hace días Bravos de León vetó de por vida a un fanático que agredió verbalmente al lanzador dominicano Wirfin Obispo, pero mantienen como coach a Ramón Esquer a pesar de las pruebas de haber golpeado cobardemente a un menor de edad y prospecto de la LMB.

“Antes había hablado con Grimaldo Martínez (Gerente Deportivo) y me dijo ‘paisano, el equipo Bravos no puede hacer nada porque eso no pasó en el club, por los hijos hacemos lo que sea, pero eso no pasó aquí”.

–¿Cuál es tu exigencia en este caso para la LMB y el Club Bravos?

“Yo es dije que les hablaba por cortesía porque a mí no me cuesta nada poner la denuncia. Él (Grimaldo) me dijo que lo viera con la liga y después de algunos correos donde me atendió una secretaria (de la LMB), se reportaron conmigo.

“Luego me dijeron que lo pasarían al consejo, que sí que buscaba yo y fui muy claro a decirles que lo vetaran de la liga en verano y la invernal, ya después la respuesta que fue no podían porque no pertenecía a la organización de las oficinas de la LMB y me dijeron que hicieron el comunicado a los Bravos de León, pero que ya era decisión de ellos quitarlo o mantenerlo”.

Rubio dice que actualmente cursa el cuarto año en derecho y ciencias jurídicas, donde ha conocido a algunos abogados que supieron del caso de su hijo.

“Yo no hice (la denuncia) en el momento porque de los Diablos me dijeron que ya no iba a trabajar y que lo reportarían a la Liga, aparte de que yo no estaba en ese momento de la agresión en Oaxaca. Ahora me dicen que legalmente lo más que procede es que (Esquer) pague una multa, que haga trabajo comunitario y pague el daño sicológico”.

Al respecto, el ex lanzador señala que su hijo aún sigue siendo prospecto, pero aún tiene secuelas sicológicas porque cuando entrena con él cada rato le pregunta “si está fildeando bien porque Esquer le decía que todo lo hacía mal”.

“Yo voy a seguir con este tema hasta donde tope”, expresa Rubio.

–¿Has hablado de nuevo con Esquer ahora que es coach de los Bravos?

En uno de esos días que hablé con Grimaldo, me dijo ‘Ramón quiere hablar contigo’. Luego me marcó para decirme que estaba muy arrepentido, que él ya había pagado su error al salir de los Diablos, me preguntó que si yo no había tenido errores en mi vida y yo le dije ‘a mi no me vas a verbear con eso, yo no te perdono, ni mi familia, y aquí llegaremos hasta las últimas consecuencias, si no te vas de ahí te echaré encima a la policía para que no tengas trabajo”, finalizó.

 

Fuente: Puro Beisbol

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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