Acusaciones de Abuso de Poder y Represalias Destapan la Cloaca en el SESESC Quintana Roo
12 Mar. 2025
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Señalan a jefes policiacos que utilizan sus cargos para presuntamente solicitar favores sexuales
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Empleada señala corrupción y fabricación de pruebas en su contra
Redacción/CAMBIO 22
Una empleada del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Ciudadana (SESESC), Tania Galera, ha denunciado públicamente a funcionarios de la dependencia por presuntos actos de abuso de poder y acoso. Entre sus acusaciones, destaca el uso de sus cargos para solicitar favores sexuales, así como la fabricación de un expediente en su contra con el objetivo de desacreditar su testimonio.
El caso fue expuesto en redes sociales por la agrupación Marea Verde, que amplificó la denuncia de Galera. Según su testimonio, la servidora pública Virginia C. R., quien en su momento fue su jefa y amiga, colaboró con Ricardo N. y Adrián M. O., este último titular del SESESC, para encubrir los señalamientos y desacreditarla mediante difamaciones y documentos falsos.
“(Virginia C. R.) los apoyó para fabricar un expediente laboral falso en mi contra, con tal de no perder sus privilegios. Me señaló como misándra, como violentadora y muchas otras cosas más, sin importarle el impecable trabajo que realicé en ‘su centro’, como le llama”, declaró Galera.
Además, acusó a los funcionarios de utilizar recursos del Gobierno del Estado y de la Federación para contratar a familiares y allegados políticos, estableciendo redes de influencia mediante contratos y financiamiento de proyectos con fines personales.
Según su testimonio, su desempeño laboral y preparación profesional fueron irrelevantes ante las presiones para que accediera a las solicitudes de Ricardo N. “Lo que sí importaba era que le hiciera favores de tipo sexual a Ricardo N., que me sometiera a su capricho”, denunció.
Galera también manifestó que los procesos de investigación en su caso han sido bloqueados dentro de las instituciones correspondientes, utilizadas como herramientas para proteger a los señalados y preservar sus privilegios.
“He roto el silencio y nunca más tendrán el privilegio de mi miedo”, enfatizó, advirtiendo que cualquier represalia en su contra, su familia o sus redes de apoyo será expuesta en instancias jurídicas, administrativas y mediáticas.
Finalmente, su declaración concluyó con un llamado enérgico a la justicia: “Las mujeres no tenemos por qué perder nuestros trabajos ni nuestra vida por negarnos a actos o solicitudes de connotación sexual”.
El caso sigue sin avances claros, mientras la denunciante insiste en su derecho a un proceso ético e imparcial.
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GFB/DSF