Abandono Gubernamental Condena a Pozo Pirata, en José María Morelos

► Un campo mecanizado sigue inactivo por falta de 25 mil pesos

Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 12 de septiembre. – A pesar de que una inversión de 25 mil pesos sería suficiente para activar el campo mecanizado de Pozo Pirata, este proyecto que podría transformar la vida de los campesinos sigue paralizado desde hace más de dos décadas. La comunidad, conformada en su mayoría por pequeños productores dedicados al autoconsumo, ha quedado en el olvido por parte de las autoridades, dejando a las 36 familias beneficiarias sin las herramientas necesarias para diversificar su producción y generar ingresos estables.

Alfonso Abán Dziu, campesino de la localidad, relata que, aunque las tierras fueron preparadas para la mecanización, el proyecto nunca se concluyó, obligando a los agricultores a emplearlas para la siembra de temporal. La falta de energía eléctrica en la zona ha sido el principal obstáculo para la tecnificación del campo. “Todo está listo, pero hace falta la conexión a tierra física para que la Comisión Federal de Electricidad pueda bajar la luz y activar los equipos”, comenta Abán Dziu.

La superficie de 40 hectáreas destinada al mecanizado permanece inutilizada. Hace 12 años se instaló un sistema de distribución de agua, pero hasta hoy nunca ha funcionado. Los campesinos no saben si dicho sistema aún está en condiciones operativas. Mientras tanto, las solicitudes para completar el proyecto han sido ignoradas, perpetuando el abandono de esta comunidad.

La activación del campo mecanizado no solo permitiría aumentar la producción agrícola, sino que diversificaría los cultivos, lo que generaría ganancias anuales que mejorarían la economía local. Sin embargo, la falta de apoyo gubernamental ha condenado a los campesinos a una subsistencia limitada, dedicada exclusivamente al autoconsumo.

En Pozo Pirata, la esperanza sigue viva, pero el tiempo sigue pasando sin que se atiendan las necesidades de la comunidad. Un proyecto que costaría 25 mil pesos y cambiaría la vida de 36 familias permanece en el olvido, evidenciando una vez más la indiferencia de las autoridades hacia las zonas rurales.

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