Redacción/ CAMBIO 22

Ciudad de México. Un conjunto de dibujos recientes de Gabriel Macotela (Guadalajara, 1954), realizado a la Frida Kahlo, es decir, recostado, será expuesto con el título Rendija de luz, en la galería Acapulco 62, a partir de hoy. La serie es resultado de la necesidad de guardar cama y qué mejor que ponerse a dibujar.

Aparte de que no había otra cosa que hacer, dibujar permitió al pintor y escultor traspasar los límites de su encierro y transportarse a otros mundos.

En estos dibujos, Macotela retoma sus temáticas de toda la vida, por ejemplo, sus paisajes, construcciones, figuras, rostros, barcos y naturalezas muertas, a la manera de repaso de su producción. Es una obra a primera vista abstracta; sin embargo, el artista no se considera un abstracto puro, ya que siempre está latente la figuración.

–¿Qué representa el dibujo para Macotela?

–Es fundamental. Lo aprendí en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, con Gilberto Aceves Navarro, quien nos ponía a dibujar excesivamente. Se convirtió, pues, en la estructura principal de mi pintura y escultura.

No son dibujos pensados para convertirse luego en un cuadro o una escultura: existen por derecho propio.

–Al dibujar, ¿cuál es su estado emotivo?

–Pues me traslado a otro mundo, también cuando pinto; sin embargo, el dibujo tiene un carácter particular, diferente, porque es la esencia del arte y la pintura. Tiene entonces un valor especial. Es como una partitura musical, con una estructura de formas y de juego. Hay una parte única, no tan estricta, sino más libre.

Trabajar en condiciones poco habituales permitió a Macotela experimentar con materiales nuevos y con otras técnicas. Dibujó con lápices, pluma atómica –tal cual de papelería–, pluma fuente, y retomó los plumones. También empleó carbón, grafito y lápiz pastel; incluso, trabajó con Prismacolor algo que nunca había hecho. Descubrí efectos que no había encontrado con otros lápices. Conozco más el pastel, porque lo he trabajado mucho, apunta.

La muestra comprende también una instalación-maqueta, El éxito de la guerra, realizada con piezas de Lego, bloques con los que Macoteca ha trabajado mucho. El tema de la pieza son los conflictos bélicos; representa edificios destruidos, quemados, solitarios, pensando un poco en la devastación de las actuales guerras en Ucrania y Palestina, explica. La pieza se hace acompañar por música compuesta por el trompetista Eugenio Elías y Luri Molina, contrabajista.

El papel de Viskin y Mena

Los artistas Boris Viskin y Alfono Mena, responsables de Acapulco 62, y el pintor Gustavo Monroy, motivaron a Macotela a hacer la exposición. El título, Rendija de luz, idea de Viskin, apunta hacia la esperanza.

Esta es la primera vez que Macotela exhibe en esa galería, y lo hace con una obra llena de vitalidad y una energía de honrarse, indica Viskin. Se trata de un conjunto de obra fuerte a la vez que ligera, en la medida en que el dibujo siempre tiene la fuerza de ser más sintético. Al mismo tiempo, se ve que la propuesta de Macotela ha madurado, como un vino añejo o una reserva especial.

Para Mena, el expositor representa una etapa del arte en su momento. Como dijo Boris, es una persona que madura y madura, además de que está muy comprometido, nos guste o no su trabajo. Eso ya es de gustos; sin embargo, todos tenemos que reconocerlo como artista.

También es una persona muy querida, a pesar de mantener un perfil bajo: Tiene mucha bonhomía, como dicen. Siempre ve la parte positiva de todo. Cuando habla de cualquier otro artista, lo hace de su lado bueno, que reconoce. Eso es muy valioso, porque siempre criticamos a los demás y él no, sino que valora la parte buena de sus colegas.

En los dibujos de Macotela hay referencias conscientes a la Bauhaus, relacionadas con su faceta constructivista; además, mezcla la figuración con las abstracciones. Aunque es muy diferente, me recuerda a Cezanne, que de repente se volvía casi abstracto, apunta.

Respecto de la composición elaborada para la instalación-maqueta, Viskin señala que Macotela siempre fue músico: Los ritmos han sido parte de su obra, parecen sonatas, piezas musicales. Mena trae a colación que cuando Gabriel vivía con Yani Pecanins, llegó a tener un bar en el sótano de su casa, donde tocaba la batería con otras personas. Es melómano, como Boris. La música lo inspira y la escucha todo el tiempo.

Macotela exhibe actualmente cuadros de gran formato, representativos de una década de producción, en el Museo de Arte de Sonora, en Hermosillo.

La exposición Rendija de luz, de Gabriel Macotela, abrirá hoy a las 13 horas en la galería Acapulco 62 (Dr. Atl 217, colonia Santa María la Ribera). Permanecerá hasta el 28 de julio.

 

Fuente: La Jornada

redaccion@diariocambio22.mx

GFB

WhatsApp Telegram
Telegram