• Las restricciones continúan mientras el líder de la oposición afirma que Israel se está convirtiendo en una nación paria que “mata bebés como pasatiempo”

 

Redacción / CAMBIO 22

Dos días después de que Benjamin Netanyahu anunció que levantaría el asedio de Gaza, Israel sigue bloqueando el acceso de alimentos a los palestinos hambrientos, dijo la ONU, mientras que el líder del partido de centroizquierda Demócratas dijo que su país se estaba convirtiendo en una nación paria que “mata bebés como pasatiempo”. Sólo cinco camiones de ayuda habían llegado a Gaza el martes por la tarde y los trabajadores humanitarios no habían recibido permiso para distribuir ni siquiera ese envío simbólico, dijo Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU (OCHA) en una conferencia de prensa en Ginebra.

Las autoridades israelíes han autorizado la entrada a Gaza de unos 100 camiones más, pero aún no los han dejado cruzar, afirmó. Incluso ese envío contribuiría poco a reducir el hambre generalizada tras 11 semanas de asedio casi total; es solo una quinta parte de lo que llegaba a Gaza diariamente antes de la guerra, cuando la gente estaba bien alimentada. Los funcionarios israelíes responsables de la distribución de ayuda en Gaza dijeron que 93 camiones habían entrado a Gaza el martes, pero no respondieron a las preguntas sobre si los alimentos y los medicamentos que transportaban habían sido autorizados para su distribución.

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La hambruna que se avecina en el territorio ha provocado indignación internacional y una fuerte presión diplomática sobre el primer ministro de Israel para que permita que los alimentos lleguen a más de 2 millones de personas atrapadas en Gaza. El domingo por la noche, Netanyahu anunció que pondría fin al asedio a Gaza porque una “crisis de hambruna” dañaría la reputación global de su país. Yair Golan, líder de los demócratas de la oposición que se desempeñó como jefe adjunto del Estado Mayor del ejército israelí antes de entrar en la política, dijo que después de una campaña injustificadamente brutal, gran parte del daño ya estaba hecho.

El gobierno de Netanyahu estaba dejando al país tan aislado como la Sudáfrica de la era del apartheid, dijo a la radio Reshet Bet. “Un país sensato no lucha contra civiles, no mata bebés como pasatiempo y no se fija como objetivo la expulsión de una población”, afirmó. Netanyahu atacó los comentarios de Golan como “despreciables libelos de sangre antisemitas contra los soldados de las FDI y el estado de Israel”, pero Golan luego reafirmó su postura en una conferencia de prensa.

La guerra de Israel en Gaza comenzó como una campaña justa, afirmó, después de que Hamás matara a unas 1.200 personas y secuestrara a 250 en ataques transfronterizos el 7 de octubre de 2023, pero se había convertido en una guerra corrupta. La izquierda había estado demasiado asustada para alzar la voz y debería condenar lo que estaba sucediendo con mayor vehemencia, añadió. Durante la mayor parte de la guerra, la oposición a Netanyahu entre los judíos israelíes se ha centrado en el fracaso en el retorno de los rehenes o en la conducción de la campaña, más que en las muertes de palestinos en Gaza o en el hambre y la destrucción allí.

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Los pocos que se han centrado en el sufrimiento palestino se han enfrentado a una dura vigilancia policial bajo el mando del ministro de seguridad de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir. El lunes, la policía arrestó a activistas pacifistas que se manifestaron cerca de la frontera de Gaza con imágenes de niños palestinos muertos en ataques aéreos israelíes. Los detuvieron durante la noche antes de ponerlos en arresto domiciliario. Entre ellos se encontraba Alon-Lee Green, codirector del grupo de campaña palestino-israelí Standing Together .

“Mientras que manifestantes pacíficos son llevados ante los tribunales, a colonos de extrema derecha se les permite entrar ilegalmente a Gaza, llevar a cabo ataques contra palestinos en Cisjordania y celebrar conferencias de asentamiento en la frontera de Gaza con total impunidad, lo que revela un peligroso doble rasero en el uso de la fuerza por parte del Estado”, dijo Standing Together en un comunicado. Dentro de Gaza, la intensificación de la campaña terrestre y aérea de Israel agravó la miseria causada por el hambre generalizada. Los ataques israelíes del martes mataron al menos a 85 personas, incluidos ataques a una casa familiar y una escuela utilizada como refugio en el norte de Gaza que mataron al menos a 22 personas, más de la mitad de ellas mujeres y niños, dijo el Ministerio de Salud de Gaza.

A principios de semana, Israel emitió órdenes de evacuación para todo el centro de Khan Younis, la segunda ciudad más grande de la Franja, declarándola “zona de combate” y ordenando a sus exhaustos y hambrientos habitantes que se desplazaran nuevamente. La mayoría de los habitantes de la Franja se han desplazado repetidamente para intentar escapar de los ataques aéreos israelíes, aunque ninguna parte de Gaza se ha librado de ellos. El número de muertos por los ataques israelíes ya supera los 53.000, más de la mitad de ellos civiles. Hay más de 28.000 mujeres y niños entre los fallecidos, según informó ONU Mujeres esta semana.

 

 

Fuente: The Guardian

redaccion@diariocambio22.mx

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