Balazos y Asalto en Tienda de Muebles Elektra en Cancún

• Delincuentes armados desatan pánico en un comercio de la Región 251.

Redacción/CAMBIO 22

CANCÚN, Q. Roo, 20 de mayo.- Una de disparos interrumpió la rutina de compradores y trabajadores la noche de este martes en la región 251 de Cancún, donde dos sujetos armados perpetraron un violento asalto en una sucursal de la tienda Elektra, ubicada dentro de la Multiplaza Zona Norte, muy cerca del fraccionamiento Paseos del Mar.

La irrupción provocó una ola de pánico, dejó severos daños materiales y evidenció, una vez más, la vulnerabilidad de los establecimientos comerciales frente al crimen organizado.

Ataque coordinado y huida inmediata; Según testimonios recabados en el lugar, los agresores —vestidos de forma similar, con pantalones de mezclilla, uno con camisa manga larga negra y el otro con una camisa tipo polo color zapote de manga larga— ingresaron de manera violenta al local, portando armas de fuego y cubriendo sus rostros con cubrebocas y gorras.

Sin mediar palabra, abrieron fuego contra el aparador principal del área de telefonía celular, destrozando los gruesos cristales de seguridad y sembrando el terror entre los empleados y clientes.

Los criminales lograron extraer varios equipos móviles de alta gama, los cuales fueron introducidos en mochilas, de acuerdo con lo declarado por empleados de la tienda a las autoridades.

Sin embargo, el número exacto de dispositivos robados no ha sido confirmado oficialmente, lo que ha alimentado rumores sobre la posibilidad de que el intento de robo haya sido parcialmente frustrado por el blindaje del mobiliario o la rapidez con la que escaparon los ladrones.

Sin detenidos y con errores en el protocolo de investigación

Los primeros en llegar al sitio fueron uniformados de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Estado, quienes acordonaron la zona y realizaron un reconocimiento superficial.

No obstante, según fuentes dentro del establecimiento, los oficiales ordenaron el cierre inmediato de la tienda sin esperar el arribo de peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General de Quintana Roo, lo que podría haber afectado la preservación de indicios clave para la investigación.

Hasta el momento, no se ha detenido a ningún sospechoso, a pesar de que testigos proporcionaron una descripción precisa del vehículo en el que huyeron los asaltantes: un automóvil blanco con logotipo de Volkswagen y portaplacas visibles en la parte frontal.

La policía realizó patrullajes en la zona, pero el operativo fue infructuoso y no logró dar con los responsables.

Empleados en crisis y una ciudad cada vez más en alerta

El ataque no dejó víctimas mortales ni personas heridas, pero sí un saldo emocional devastador.

Una de las empleadas que se encontraba directamente en el mostrador donde ocurrieron los disparos sufrió una fuerte crisis nerviosa y tuvo que ser atendida por paramédicos.

La tensión se extendió entre los trabajadores y los pocos clientes que aún se encontraban en el centro comercial, quienes se resguardaron tras escuchar las detonaciones.

Vecinos y comerciantes de la región 251 manifestaron su creciente preocupación por la inseguridad que ha venido en aumento en esa zona del municipio de Benito Juárez.

“Cada vez nos sentimos más vulnerables, ya ni en plena luz del día se puede estar tranquilo. ¿Qué más tiene que pasar para que hagan algo?”, expresó uno de los locatarios que prefirió no dar su nombre.

La impunidad como constante

Esta violencia urbana se suma a una larga lista de robos con violencia que han golpeado a Cancún en los últimos meses.

La ausencia de detenidos y la falta de una acción policial efectiva alimentan la percepción de impunidad, mientras los grupos criminales parecen operar con total libertad y estrategia.

Hasta el cierre de esta edición, la Fiscalía del Estado no ha emitido un comunicado oficial sobre el caso ni ha confirmado si ya se abrió una carpeta de investigación.

La ciudadanía exige respuestas y, sobre todo, acciones contundentes que devuelvan algo de paz a un municipio que, día tras día, se hunde más en una espiral de violencia.

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