Pasión, Celos y Golpes: la Parranda Entre Vecinos que Terminó en Tragedia Amorosa en Cancún

Redacción/ CAMBIO22

CANCÚN, Q. Roo, 20 de mayo de 2025.- Lo que comenzó como una noche de fiesta entre vecinos terminó en una violenta escena marcada por los celos, la traición y la furia. En la región 251 del fraccionamiento Paseos del Mar, un hombre terminó brutalmente golpeado tras una riña detonada por un triángulo amoroso que se desató en medio de copas, reproches y secretos expuestos. La madrugada de este martes, un grupo de hombres convivía entre bebidas embriagantes en los alrededores de uno de los edificios del fraccionamiento.

La música y el vició de bebidas fluían, hasta que una chispa encendió la tensión: uno de los presentes fue acusado de mantener una relación con la pareja sentimental de otro del grupo.Las palabras subieron de tono. Los celos acumulados, las miradas incómodas y las insinuaciones pasadas hicieron estallar el ambiente. Lo que era una reunión social se transformó en una escena de violencia.

Golpes, gritos y caos se apoderaron del lugar. Minutos después, una llamada al 911 alertó sobre supuestas detonaciones de arma de fuego. La alerta movilizó de inmediato a los oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado, quienes al llegar al sitio descartaron el uso de armas, pero encontraron rastros del enfrentamiento físico. El ambiente aún olía a tensión. La víctima, malherida, decidió abandonar el lugar por su cuenta y trasladarse al Hospital General Jesús Kumate Rodríguez.

Las autoridades confirmaron que el lesionado no presentaba heridas por arma de fuego, sino contusiones graves producto de la pelea. A pesar de la gravedad del suceso, no hubo personas detenidas, y la investigación quedó limitada a la versión de los presentes, quienes poco quisieron decir. Lo que sí quedó claro fue el detonante: el amor cruzado, los celos sin control y la traición entre vecinos, elementos explosivos que convirtieron una noche de fiesta en un campo de batalla emocional.

Una vez más, la combinación de alcohol y resentimientos ocultos vuelve a teñir de violencia las calles de Cancún. En esta ocasión, no hubo muertos, pero sí una muestra clara de que los conflictos pasionales pueden romper más que corazones.

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