• Lo que prometía ser una inolvidable aventura submarina terminó en tragedia el 27 de marzo de 2025, dejando seis muertos y varios heridos en las costas de Egipto

 

  • El hundimiento del submarino turístico destapó errores humanos y fallas técnicas que ahora cuestionan la seguridad del turismo en el Mar Rojo

 

Redacción / CAMBIO 22

Hoy les quiero contar sobre un trágico accidente que sucedió hace apenas unos meses en las costas de Egipto. El 27 de marzo de 2025, lo que debía ser una emocionante aventura submarina para contemplar los hermosos arrecifes de coral del Mar Rojo, se convirtió en una tragedia cuando el submarino turístico Sindbad se hundió frente a las costas de Hurghada, dejando un saldo de seis personas fallecidas y varios heridos.

El fatídico día en el Mar Rojo

Aquella mañana del 27 de marzo, alrededor de las 10:00 hora local (8:00 GMT), el submarino Sindbad, operado por la compañía Sindbad Submarines, comenzó lo que parecía ser un viaje rutinario. La embarcación se encontraba aproximadamente a un kilómetro de la costa de Hurghada, un popular destino turístico egipcio conocido por sus impresionantes arrecifes de coral. A bordo iban 45 personas, en su mayoría turistas rusos, incluyendo varios niños.

submarino

Lo que debía ser una experiencia maravillosa para observar la vida marina a unos 20-25 metros de profundidad se transformó en pesadilla cuando, por razones que aún estaban siendo investigadas, el submarino comenzó a hundirse de manera incontrolada.

El Sindbad no era un simple barco con fondo de cristal, sino un auténtico submarino turístico, uno de los pocos diseñados específicamente para este propósito en el mundo. Según la información disponible, había sido fabricado en Finlandia y contaba con un casco cilíndrico de acero de alta resistencia, supuestamente capaz de soportar presiones equivalentes a 75 metros de profundidad, aunque sus inmersiones habituales eran de 25 metros.

Les cuento que este submarino tenía capacidad para 44 pasajeros más dos tripulantes, y estaba equipado con grandes ventanas panorámicas (11 a cada lado) de 120 milímetros de grosor para que los turistas pudieran observar el fondo marino. La compañía Sindbad Submarines presumía en su sitio web de poseer el “único submarino real en África y el mundo árabe”, ofreciendo excursiones de aproximadamente tres horas por un precio de 69 dólares para adultos y 33 dólares para niños.

Según las autoridades egipcias y la Embajada de Rusia en El Cairo, seis personas perdieron la vida en este trágico accidente, todas ellas ciudadanos rusos, incluyendo dos niños. Entre las víctimas se encontraba un matrimonio de médicos rusos, cuyas hijas quedaron huérfanas y fueron hospitalizadas tras el naufragio.

Desaparecidas 17 personas tras hundirse un barco turístico frente a una localidad egipcia en el mar Rojo | Internacional | EL PAÍS

Afortunadamente, los equipos de rescate lograron salvar a 39 de las 45 personas que viajaban en el submarino. Sin embargo, varios de los sobrevivientes resultaron heridos, algunos de gravedad. Las autoridades reportaron entre 9 y 14 heridos, cuatro de ellos en estado crítico, quienes fueron trasladados a diferentes hospitales de la zona.

¿Qué causó esta tragedia?

¡Qué impactante es lo que revelaron los testimonios de los sobrevivientes! Una pasajera rusa explicó al canal de televisión Ren TV que “el agua comenzó a entrar a raudales por dos escotillas abiertas” una vez que ocuparon sus asientos en el sumergible. Al parecer, el submarino comenzó a sumergirse cuando las escotillas aún estaban abiertas, lo que obligó a los pasajeros a salir nadando por sus propios medios mientras el agua ingresaba.

“Cuando mi familia y yo estábamos en el buque y estábamos a punto de abordar el submarino, este de repente comenzó a hundirse, aunque las escotillas estaban abiertas”, declaró otro sobreviviente a medios rusos. Este testimonio sugiere un grave error de la tripulación, que habría iniciado el descenso antes de cerrar adecuadamente las esclusas de entrada.

Otros informes señalan que el accidente pudo deberse a un fallo técnico en los motores de la embarcación o que posiblemente el submarino chocó contra un arrecife de coral a unos 20 metros de profundidad, lo que habría causado una despresurización de la cabina.

Antecedentes y preocupaciones sobre la seguridad

Este triste suceso no es un caso aislado. Según The Times, en los últimos cinco años se han perdido 16 embarcaciones en el Mar Rojo, con siete incidentes ocurridos en los últimos 21 meses, varios de ellos con víctimas mortales. De hecho, apenas cuatro meses antes, en noviembre de 2024, otro buque de buceo había naufragado en la misma zona.

Me resulta alarmante descubrir que algunos turistas ya habían advertido sobre problemas de seguridad en el submarino Sindbad. Un usuario de Tripadvisor mencionó que durante su excursión, el submarino “golpeaba constantemente contra el fondo del mar”, lo que no parecía bueno “para la vida marina, el fondo del mar, mi cordura o, en última instancia, para el submarino”. Otro turista reportó experiencias similares donde “el submarino golpeó las rocas y los corales varias veces”.

Más preocupante aún es que, según un estudio realizado entre 2023 y 2024 por Maritime Survey International (MSI), “todas las embarcaciones de buceo y safaris que inspeccionaron en Egipto resultaron ser deficientes y no aptas para su propósito”.

La investigación y respuesta de las autoridades

El gobernador de la provincia del Mar Rojo, Amro Hanafi, visitó a los rescatados y aseguró que el submarino contaba con “una licencia válida” y que el comandante de la tripulación poseía “los certificados académicos necesarios” para dirigir la embarcación. También informó que se había iniciado una investigación con la tripulación, compuesta por cinco egipcios, para determinar las causas exactas del accidente.

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Las autoridades egipcias informaron que continuaban coordinando “con todas las embajadas, consulados y autoridades interesadas” para brindar apoyo a las víctimas y sus familiares.

El impacto en el turismo submarino

Esta tragedia nos recuerda los peligros inherentes al turismo extremo o de aventura. El incidente evoca el recuerdo de la implosión del sumergible Titan en 2023, que desapareció durante una inmersión para ver los restos del Titanic.

Si bien el submarino Sindbad operaba a profundidades mucho menores (20-25 metros frente a los miles de metros del Titan), este accidente pone nuevamente sobre la mesa el debate acerca de la regulación y supervisión de actividades turísticas que implican cierto riesgo.

Reflexión final

Como vemos, lo que debía ser una experiencia única para contemplar las maravillas submarinas del Mar Rojo se convirtió en una tragedia que nos recuerda la importancia de priorizar la seguridad en todas las actividades turísticas. Si bien es natural buscar experiencias emocionantes durante nuestros viajes, casos como este nos hacen reflexionar sobre la necesidad de regular adecuadamente estas actividades y asegurar que todas las medidas de seguridad estén implementadas correctamente.

 

 

 

Fuente: Codigo Espagueti

redaccion@diariocambio22.mx

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