• Según testigo la víctima sería allegado al empresario local en Prado Norte

 

Redacción/ CAMBIO 22

CANCÚN, QRoo, 16 de mayo de 2025.- Una bala silenció la madrugada en la región 260. La escena: un hombre sin vida, tendido sobre el asfalto aún caliente por el sol del día anterior.

La víctima, vestida de negro, fue ejecutada con precisión quirúrgica frente a una zona de residentes que cada vez duerme menos.

El crimen, con signos de haber sido más que un simple asalto, ha encendido nuevamente las alarmas sobre la creciente violencia focalizada en esta zona residencial de Cancún.

A las 12:00 a.m., vecinos de Prado Norte llamaron al número de emergencias tras escuchar detonaciones.

No tardaron en encontrar el cuerpo del hombre sobre la vía pública, sin movimiento alguno.

Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) solo pudieron constatar el deceso: la vida del individuo había sido arrebatada sin posibilidad de defensa ni auxilio.

La zona fue inmediatamente sitiada por oficiales de la Policía Municipal, Guardia Nacional y personal de la Secretaría de Marina, quienes asumieron el control de la escena.

Con armas largas y miradas gélidas, los agentes impidieron el paso mientras peritos y agentes policiales ministeriales realizaban las primeras diligencias.

El crimen, según las autoridades, parece haber sido ejecutado con una planeación que rebasa el típico perfil de un ladrón ocasional.

De manera extraoficial, trascendió que el occiso podría tener lazos familiares con el propietario de la taquería “La Guadalupana”, establecimiento conocido en la zona por su popularidad nocturna y ubicado a escasos metros del lugar del ataque.

Esta relación ha despertado suspicacias sobre si el ataque se trató realmente de un intento de robo o si fue un mensaje dirigido, uno de los tantos que se reparten con fuego en una ciudad cada vez más marcada por la violencia selectiva.

Hasta ahora, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre la identidad del fallecido, ni sobre los posibles móviles detrás del crimen.

La Fiscalía General del Estado, que ya abrió la carpeta de investigación, ha guardado silencio sobre las líneas que sigue el caso.

Mientras tanto, el vecindario vuelve a cerrar sus puertas antes de que caiga la noche.

En Cancún, el miedo no descansa, y cada madrugada trae la posibilidad de un nuevo nombre que se sume a la lista de los caídos por ejecuciones delictivos.

 

redaccion@diariocambio22.mx

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