Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 14 DE MAYO. –   La autora chiapaneca Ana Mar Moreno Pérez presentó este martes su libro El laberinto de la sombra en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO), una obra poética que tardó 14 años en consolidarse y que, según la escritora, surge como una necesidad de canalizar las ansiedades personales provocadas por la violencia en el entorno social y familiar.

Durante la presentación, Moreno Pérez compartió con los asistentes el proceso de creación de su libro, al que describió como un “laberinto del ser mismo”, una búsqueda interior marcada por la reflexión sobre el dolor, la incertidumbre y la realidad violenta del país.

“Yo llegué tarde a la poesía”, confesó la autora, quien narró cómo su camino en la literatura comenzó en 2008, cuando siendo ama de casa fue invitada por la Dirección de Educación a impartir talleres infantiles, a pesar de no tener formación docente. Fue entonces cuando entró en contacto con el maestro Ramón Iván Suárez Caamal, a quien reconoce como su guía en la formación literaria.

Aunque escribe desde niña, Moreno explicó que su obra maduró a través de los años gracias a su participación en talleres, lo que le permitió dar forma a sus ideas con un lenguaje más depurado. “Escribía porque no entendía la vida sin la escritura”, afirmó.

Además de su labor como escritora, Ana Mar Moreno ha promovido la lectura desde hace más de una década. En 2011 fundó de manera independiente el grupo Literatos Riviera Maya, y en 2016 se incorporó al Programa Nacional de Salas de Lectura. Actualmente colabora con diversas salas de lectura en Playa del Carmen, Cancún y otras ciudades del estado, fomentando no solo el hábito lector, sino también el reconocimiento a autores locales, nacionales e internacionales.

“Escribir en México no es fácil, menos aún publicar. Muchos escritores recurrimos a la auto publicación, como una forma de resistencia y expresión”, señaló la autora, destacando que más allá de las dificultades económicas, la creación literaria implica una entrega casi espiritual. “Es un apostolado, como lo es ser mediador de lectura”.

Finalmente, invitó a los jóvenes escritores a no abandonar su proceso creativo. “El que quiere ser escritor, aunque no publique, sigue escribiendo. Uno se va dando a conocer con poemas sueltos, en antologías, en talleres. Lo importante es no detenerse”, expresó. El laberinto de la sombra ya forma parte del acervo literario de la UIMQROO y está disponible para los interesados en explorar una propuesta poética íntima, honesta y profundamente humana.

 

 

 

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