Redacción/CAMBIO 22

JOSÉ MARÍA MORELOS, 6 de marzo. –  Marcho entre ellos, escucho sus voces, leo sus pancartas. El magisterio morelense vuelve a las calles, pero esta vez con un tono distinto, más firme, más desafiante. No es la primera vez que los veo protestar, pero sí la primera en la que los nombres de Mara Lezama y Claudia Sheinbaum retumban en las consignas, señalados como responsables de lo que consideran un agravio.

Al frente de la movilización, los maestros jubilados encabezan la protesta. Son rostros conocidos, veteranos de muchas batallas que en el pasado ya se midieron con gobiernos anteriores y salieron con victorias. Hoy, su lucha se repite, pero la dirección de sus reclamos ha cambiado. Ya no solo es contra la reforma a la Ley del ISSSTE; ahora, es contra la propia 4T, el gobierno que alguna vez prometió ser aliado del pueblo.

El recorrido avanza por la avenida principal de José María Morelos. La indignación crece con cada paso. A diferencia de la primera manifestación, donde el foco de los reproches parecía más difuso, hoy es claro: el gobierno estatal y federal están en la mira. “¡Mara, escucha, el pueblo está en lucha!”, gritan. “¡Sheinbaum, entiende, la base no se vende!”, insisten. Son consignas que evidencian un quiebre, un descontento que ya no solo se dirige a una institución, sino a todo un sistema que sienten que les ha dado la espalda.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ya llamó a regresar a las aulas, pero en la marcha de hoy, ese llamado parece haber caído en oídos sordos. La respuesta del magisterio morelense es contundente: no darán un paso atrás.

Mientras los veo avanzar, me pregunto si el gobierno realmente está escuchando. Porque una cosa es segura: los maestros han cambiado el tono y esta vez, su mensaje de rechazo es imposible de ignorar.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

JFCB

 

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