La Curaduría: Una Perspectiva Profunda sobre el Arte y su Contexto
3 Mar. 2025
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Martina Varela explica cómo los curadores crean discursos transformadores que conectan a los artistas con el público y reflejan el contexto social
Redacción / CAMBIO 22
En el vasto mundo del arte, los curadores juegan un papel fundamental que a menudo pasa desapercibido para el gran público. Más allá de seleccionar obras para exposiciones, el curador es un narrador, un mediador entre el artista y el espectador, y un pensador crítico que busca dar contexto a las piezas, generando experiencias de reflexión profunda. Martina Varela, licenciada en Gestión e Historia de las Artes y curadora de arte, ofrece una perspectiva amplia sobre esta labor. “La curaduría no es solamente organizar exposiciones, sino construir discursos que puedan transformar la manera en que entendemos el mundo, el contexto social, la vida misma”, dijo a Infobae.

¿Qué significa ser curadora?
“Ser curadora no es solo organizar exposiciones, sino construir discursos”, afirmó Martina Varela. Para ella, la curaduría es un puente entre el arte y el espectador, un proceso que va más allá de la selección de obras para una muestra. “La curaduría genera diálogos entre las piezas, el público y el tiempo presente. Ofrece nuevas lecturas, nuevos significados y permite resignificar la historia”. La figura del curador evolucionó con el tiempo. Si bien antes su rol estaba más vinculado a la conservación y exhibición dentro de museos y galerías, en la actualidad la curaduría se volvió en una herramienta clave para entender el arte en relación con su contexto social y político.“El arte no es un objeto aislado, sino que forma parte de un entramado cultural, social e histórico. Nuestro trabajo es darle sentido a esa conexión y acercarla al público”.
Para Varela, una curaduría efectiva debe lograr que el arte no solo sea admirado, sino también comprendido y cuestionado. “Salir de una muestra debe significar llevarse una nueva forma de interpretar el mundo, una nueva posibilidad de mirar con otros ojos”, explicó. Es por eso que considera que la curaduría tiene un papel activo en la transformación del pensamiento y la construcción de identidades culturales.
Los desafíos de la curaduría en la actualidad
Para Martina Varela, uno de los mayores retos que enfrenta la curaduría hoy es la accesibilidad. “El arte no puede seguir siendo exclusivo para ciertos círculos. Necesitamos generar espacios más inclusivos, acercarlo a distintos públicos a través de la educación, la digitalización y nuevas formas de exhibición”. En este sentido, sostiene que los curadores tienen la responsabilidad de derribar las barreras que históricamente separaron al público general del mundo del arte. Otro gran desafío es la sostenibilidad económica. “Tanto los artistas como los espacios culturales viven en un contexto de financiamiento inestable y un mercado en constante transformación. Hay que encontrar modelos que permitan que el arte siga siendo visible sin depender únicamente de subsidios o compradores de nicho”. Para Varela, esto implica buscar nuevas estrategias para sostener proyectos culturales a largo plazo, asegurando que tanto creadores como curadores puedan continuar con su labor sin estar en una constante incertidumbre financiera.

Además, la digitalización transformó las reglas del juego. Si bien abrió nuevas oportunidades, también plantea interrogantes sobre la esencia del arte en el entorno virtual. “Nos seguimos enfrentando al reto de mantener la conexión emocional y sensorial que genera el encuentro directo con una obra”. Para ella, el desafío está en integrar nuevas tecnologías sin deshumanizar la experiencia artística.
El futuro de la curaduría: nuevas formas y enfoques
La curaduría está en plena transformación, y Varela cree que el futuro será cada vez más interdisciplinario y conectado con la sociedad. “Ya estamos viendo galerías más accesibles, un arte más interseccional, una fuerte búsqueda por democratizar la industria”. Según su visión, el modelo híbrido será la norma: “Lo físico y lo digital van a convivir. La curaduría no ocurrirá solo en museos y galerías, sino también en espacios alternativos, en plataformas digitales”. En este contexto, la función del curador también se expande. “La idea de lo expositivo se está alejando de los formatos tradicionales. Se abren posibilidades para conectar con nuevas audiencias, lo que es muy positivo”. Sin embargo, advierte sobre un reto fundamental: “Tenemos que adaptarnos a las nuevas formas de consumo cultural sin perder lo profundo y el valor simbólico del arte”.
Fuente: Infobae
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