Hallazgo en Israel Desafía lo que Sabíamos Sobre las Costumbres de los Neandertales
26 Feb. 2025
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Un estudio español revela que la estructura torácica de los neandertales les permitió adaptarse a diversos climas, rompiendo con la idea de que su robustez solo era para el frío
Redacción / CAMBIO 22
La investigación llevada a cabo por el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha revelado que la estructura torácica de los neandertales era clave para su adaptabilidad a diferentes entornos climáticos. Tradicionalmente, se pensaba que su robustez era una adaptación exclusiva al frío, pero el análisis de dos individuos excepcionalmente conservados sugiere que su anatomía iba mucho más allá de la simple retención de calor.
Los resultados, publicados en la revista Journal of Human Evolution, han permitido reconstruir con gran precisión el tórax de dos ejemplares que habitaron la región del Mediterráneo oriental hace entre 50.000 y 60.000 años. Sus proporciones torácicas han aportado información valiosa sobre los procesos evolutivos de esta especie, cambiando la percepción que hasta ahora se tenía de sus características corporales.

Un estudio basado en dos ejemplares clave
El estudio se centró en la restauración y reconstrucción del tórax de dos individuos: Shanidar 3 y Kebara 2. Ambos esqueletos fueron descubiertos en la región del Mediterráneo oriental y datan de hace más de 50.000 años.
Shanidar 3 fue hallado en el yacimiento iraquí de Shanidar y se encuentra en un estado de conservación excepcional. Sus proporciones torácicas presentan similitudes con las de Kebara 2, el único neandertal cuyo tórax ha sido reconstruido por completo. Este último, encontrado en la cueva de Kebara en Israel, data de hace aproximadamente 58.000 años y ha sido fundamental para comprender la anatomía torácica de los neandertales.
Ambos individuos vivieron en una región con un clima cálido similar al actual, lo que sugiere que la morfología torácica neandertal no era exclusivamente una adaptación a entornos fríos. Esta hipótesis desafía la creencia previa de que sus cuerpos robustos eran el resultado directo de una necesidad de conservar calor en climas gélidos.

Un tórax diseñado para la eficiencia metabólica
Según el investigador José María López-Rey, del MNCN-CSIC, “es posible que la anatomía torácica neandertal fuera más generalista de lo que se pensaba. Que fuera útil en climas fríos no significa que no pudiera ser igualmente eficiente en ambientes más templados”. Esto sugiere que la estructura torácica de los neandertales podría haber sido un rasgo adaptativo más flexible de lo que se creía.
Investigaciones previas plantean que el gran tórax de los neandertales no estaba necesariamente vinculado a la termorregulación. Más bien, su tamaño podría haber sido una consecuencia de la necesidad de una mayor capacidad pulmonar para mantener el metabolismo basal de un cuerpo tan robusto. En otras palabras, su fisonomía podría haber estado diseñada para maximizar la eficiencia energética y garantizar su supervivencia en distintos entornos.
Daniel García-Martínez, investigador de la UCM, señala que “aún no se sabe si el tórax neandertal es el resultado de un proceso selectivo o no. De hecho, no se han encontrado similitudes significativas entre la caja torácica de los neandertales y la de otros homínidos más primitivos, como el Homo erectus”. Esto refuerza la idea de que las proporciones del tórax neandertal eran únicas dentro de la evolución humana.

Nuevas preguntas sobre la evolución neandertal
Históricamente, el debate sobre los neandertales se ha centrado en las causas de su extinción, pero su anatomía sigue planteando interrogantes fundamentales. Este estudio ofrece una visión más matizada de su adaptabilidad y plantea nuevas preguntas sobre los factores que influyeron en su evolución.
El hecho de que los neandertales hayan prosperado en climas tan variados podría indicar que su desaparición no estuvo relacionada con una incapacidad para adaptarse a cambios climáticos, sino con otros factores como la competencia con Homo sapiens o cambios en la disponibilidad de recursos. A medida que se sigan realizando estudios sobre su fisonomía y modo de vida, podrían surgir respuestas más precisas sobre su historia y legado en la evolución humana.
Fuente: Gimodo
GPC/AGF




















