• La Policía Federal detuvo al líder de una red transnacional de tráfico de drogas que operaba desde Río de Janeiro, utilizando identidades falsas para evadir la captura.

 

 

Redacción/CAMBIO22

Lindomar Reges Furtado iba a ser detenido en febrero de 2022 en una operación internacional desarrollada por la Policía Federal de Brasil y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil española. Sin embargo, en condiciones muy sospechosas, se fugó 45 segundos antes de que los antidroga de Paraguay, país en el que residía, entrasen en su lujosa residencia cercana a la frontera.

Tres años después, la misma Policía Federal ha podido detener al hombre que estaría detrás de una vasta red de tráfico transnacional de cocaína, organización que, se sospecha, introducía alijos en contenedores a través del puerto de Marín (Pontevedra), Valencia y Barcelona. Se encontraba prófugo desde la citada redada, bautizada Turfe en Brasil y Turia en España, por tráfico internacional de drogas. Se ocultaba en otro condominio de lujo, ahora ubicado en Río de Janeiro.

Tras labores de inteligencia, la Policía Federal localizó al hombre, que usaba un nombre falso y se sometía constantemente a procedimientos cosméticos para cambiar su apariencia y dificultar su localización, tras su fuga en 2022. El ahora detenido tenía en vigor órdenes de captura pendientes emitidas por la Justicia Federal de Río de Janeiro y Paraná. Fue imputado por los delitos de tráfico internacional de drogas, organización criminal, contrabando y lavado de activos.

Las autoridades sudamericanas vinculan a Furtado con dos de los mayores narcotraficantes del continente: Sergio Roberto de Carvalho, alias Paul Wouter (conocido por fingir su muerte en España y encarcelado ahora mismo en Bélgica, y supuesto dueño del alijo de 1.700 kilos de cocaína del Titán III), y Sebastián Marset, probablemente el capo de la droga más buscado del Cono Sur, relacionado con cargamentos de droga colosales destinados a Europa y vinculado policialmente con el homicidio del fiscal Marcelo Pecci en Cartagena de Indias, en hechos no contrastados.

Su esposa fue detenida en julio en Madrid, adonde llegó procedente de Dubái. Allí, como se sabe, se refugian los grandes narcos en la actualidad.

La Operación Turfe tenía como objetivo desmantelar una organización criminal encargada de adquirir drogas en países productores (Bolivia, Perú y Colombia) y venderlas internacionalmente. En total, la operación incautó más de ocho toneladas de cocaína, de las cuales unas cuatro fueron intervenidas en suelo español.

En concreto, fueron agentes del ECO Galicia con base en Pontevedra los que detectaron la presencia de individuos brasileños en el citado puerto de Marín y, a partir de ahí, consiguieron seguirles hasta Alicante, donde pudieron efectuar la primera de varias intervenciones de droga.

Una vez más, la aportación de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) desde sus bases en Brasil y en España, además de su gran red de contactos, fue esencial para el buen fin del operativo.

 

 

 

Fuente: Narco Diario

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GKM/AGF

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