• El líder de los Proud Boys, liberado de prisión, promete continuar al frente del grupo y reavivar su lucha, desafiando a los medios y dejando clara su intención de venganza.

 

Redacción / CAMBIO 22

Sería inexacto referirse a Enrique Tarrio, líder del grupo Proud Boys que irrumpió en el Capitolio el 6 de enero de 2021, como el “expresidente” de la banda. A las pocas horas de ser liberado de una prisión federal en Pollock, Louisiana, Tarrio llamó al sitio Infowars para charlar con el teórico de la conspiración Alex Jones y corregir el registro.

Tarrio recibió una condena de 22 años por cargos de conspiración sediciosa, pero fue liberado gracias a la avalancha de casi 1,600 indultos y conmutaciones de penas para los del 6 de enero emitidos por el presidente Donald Trump. Durante la llamada con Jones, dejó muy en claro que no tenía ninguna intención de distanciarse de la banda de extrema derecha: “En lo que respecta a mi futuro en la organización, no voy a ir a ninguna parte”, indicó Tarrio. “Hemos tomado la decisión de no hablar públicamente sobre la estructura del grupo. Pero tengo algunas sugerencias para los medios de comunicación: Dejen de llamarme ‘el exlíder de los Proud Boys'”.

Proud Boys: Canada will list the movement as a terrorist group | CNN

Se han hecho esperar, pero parece que los Proud Boys están tramando su regreso. Y quieren vengarse.

El retorno de los Proud Boys

“Me alegro de que el presidente no se centre en la retribución y se enfoque en el éxito. Pero yo no voy a jugar con esas reglas. Las personas que hicieron esto tienen que sentir el coraje, tienen que estar tras las rejas, ser procesados. Tienen que encarcelarlos. Necesitamos encontrarlos y ponerlos entre las rejas por lo que hicieron”, expresó Tarrio a Jones.

“Los Proud Boys no son cerebros terroristas. Tampoco son los neofascistas más brillantes que existen”, afirma Jon Lewis, investigador del Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington. No obstante, están comprometidos con la causa y ahora tienen una única misión: la venganza y el castigo. “Y como hemos visto antes, están dispuestos a cruzar las fronteras estatales y utilizar la violencia para promover sus objetivos”.

Un análisis de los canales de medios sociales de Proud Boys realizado por el Proyecto Global contra el Odio y el Extremismo (GPAHE, por sus siglas en inglés) identificó un aumento en la actividad en línea después de los indultos del 6 de enero, incluidas discusiones sobre la intensificación del activismo en el mundo real para ayudar a impulsar la agenda de la administración Trump. “Los mensajes de los capítulos de Proud Boys revelan una red envalentonada, con miembros fantaseando con planes de deportación masiva y amenazando con intensificar los ataques durante el Mes del Orgullo”, recita un comunicado de GPAHE.

De acuerdo con la organización civil, estos acontecimientos apuntan a una alineación más amplia entre los grupos extremistas y el régimen de Trump, planteando preocupaciones urgentes sobre la seguridad pública y la normalización de la violencia de extrema derecha. A través de su canal de Telegram, un capítulo de Carolina del Norte propuso llevar a cabo una “caza de ilegales”. Una sección del norte del estado de Nueva York difundió alegremente el rumor de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ofrecía recompensas de 750 dólares por la entrega de inmigrantes indocumentados.

Permanecieron con bajo perfil

En los años transcurridos desde los disturbios del Capitolio, cuando docenas de miembros y líderes de los Proud Boys fueron acusados de insurrección, el grupo se volvió cada vez más escurridizo e impredecible. Se alejaron de las manifestaciones públicas a gran escala: a las que a menudo asistían vestidos de amarillo y negro, apestando a cerveza y buscando atención mediática; en su lugar, se involucraron en guerras culturales hiperlocales por todo el país, en muchos casos alineándose con nacionalistas cristianos. Hicieron apariciones constantes en pequeñas protestas contra vacunas, se colocaron en reuniones de consejos escolares e intimidaron a los asistentes de coloquios drags. En la mayoría de los casos, se mantuvieron alejados de ciudades o pueblos en los que era probable encontrar oposición.

Así de serios son los cargos por los que hallaron culpables a los Proud  Boys. Enfrentan hasta 50 años

Aunque se movilizaron en apoyo a Trump durante las elecciones de 2024, su esfuerzo fue bastante mediocre comparado con 2020. Esto llevó a especular que la banda estaba respirando sus últimas bocanadas de aire. Entonces llegó el Día de la Inauguración de Trump, más de 100 Proud Boys uniformados marcharon por las calles de Washington, DC, liderados por su grupo del sur de Florida. Fue una escena tan impactante que parecía destinada a enviar un mensaje claro: “Hemos vuelto”.

Desde el 6 de enero de 2021, DC se marcó en el imaginario de extrema derecha como una zona prohibida para los partidarios de Trump de todas las tendencias. Pero en la toma de protesta, los Proud Boys corearon ‘Whose streets-our streets’ (‘Las calles de quén, nuestras calles’). Recibieron una bienvenida de héroes por parte de otros partidarios de Trump en la multitud.

A inicios de la semana, mientras los problemas burocráticos retrasaban la liberación de una docena de presos del 6 de enero de la cárcel de Washington DC, los manifestantes se reunieron afuera; entre ellos había al menos cuatro Proud Boys uniformados. Aunque tres llevaban la cara cubierta, se paseaban libremente sin ninguna preocupación por ser señalados por los demás asistentes. El fundador de Oath Keeper, Stewart Rhodes, quien cumplía una condena de 18 años por conspiración sediciosa, también fue liberado de una prisión federal en Maryland.

Enrique Tarrio: el exlider de los Proud Boys es condenado a prisión por el  asalto al Capitolio | Noticias Univision Política | Univision

Uno de los Proud Boys presentes habló en el mitin improvisado fuera de la cárcel, identificándose como “Harry Fox”. El mismo nombre que otros integrantes habían dado a los periodistas el día de la toma de posesión. “Donald Trump ha vuelto, bebé. Ha vuelto, y es más fuerte que nunca. Estoy tan orgulloso de lo que los ciudadanos estadounidenses hicieron ese día posible”, refiriéndose al 6 de enero. “Por levantarse finalmente después de décadas de ser abusados y oprimidos por un régimen autoritario”, enunció por el micrófono. Aquel discurso concluyó con el lema de los Proud Boys: “Soy un chauvinista occidental, y no me disculparé por crear el mundo moderno”. La multitud aplaudió.

Libres, orgullosos y sin remordimientos

En su llamada telefónica con Jones, Tarrio dejó claro que consideraba que el papel de los Proud Boys no difiere de lo que era hace cuatro años; al contrario, los ve como soldados de infantería y el músculo del Partido Republicano: “Creo que el futuro del grupo será lo que siempre ha sido: hombres que aman América [EE UU], se mueven y beben cerveza. Nos defenderemos a nosotros mismos y a los partidarios de Trump de ser agredidos por sus opiniones políticas”.

Expresó que se siente reivindicado por la victoria electoral de Trump y su decisión de indultar a casi todos los implicados en los disturbios del 6 de enero: “Pasamos por un infierno, y sí, valió la pena. Lo que defendíamos y lo que protegían esos hombres es por lo que hemos estado luchando, es lo que vimos en el escenario de la toma de posesión… No ha sido fácil, pero valió la pena”.

Ex-member: Proud Boys failed to carry out 'revolution' | AP News

Cualquier estigma que pudiera haber recaído sobre los Proud Boys parece haberse disipado. Trump defendió su decisión de indultar o conmutar las penas de los condenados del 6 de enero, incluidas las de los famosos Proud Boys y Oath Keepers. Y cuando un periodista le preguntó si podía prever un lugar para los miembros de esos grupos en la política, declaró: “Bueno, eso tendremos que verlo. Se les concedió el indulto porque sus sentencias eran ridículas y excesivas”.

Pero incluso con conversaciones maquiavélicas sobre venganza y planes a futuro, la banda está mucho menos agrupada de lo que estaba antes del 6 de enero. Las detenciones de miembros y líderes en relación con el motín del Capitolio alimentaron la paranoia sobre los informantes y exacerbaron las fisuras existentes, especialmente después de que un informe publicado a finales de enero de 2021 expusiera el historial de Tarrio como “prolífico” informante de la policía. Los Proud Boys afirmaron disolver el “Capítulo Soberano” del grupo en los años siguientes, dejando que los capítulos funcionaran de forma autónoma. El grupo también luchó por encontrar su lugar en el ecosistema más amplio de la extrema derecha, y algunas secciones se acercaron a facciones aún más extremistas, como los neonazis, mientras que otras buscaron legitimidad mediante alianzas con influyentes conservadores.

Sin embargo, como se demostró el 6 de enero, no hace falta ser miembro de Proud Boys para sentirse alentado por los indultos. “¿Cuánta gente no se va a sentir alentada con esto, cuántos van a tomarlo como justificación, como una llamada a las armas en contra de fiscales, agentes del FBI, el llamado ‘Estado profundo’? Estas son personas con un historial que les permite cometer actos violentos en nombre de su ideología, y se les está dando una segunda oportunidad para hacerlo”, concluye Lewis.

 

 

 

Fuente: Wicked

redaccion@diariocambio22.mx

AFM/ AGF

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