Bacalar: Hogar del Arrecife de Microbialitos Modernos Más Grande del Mundo
22 Ene. 2025
Miguel Ángel Fernández / CAMBIO 22
BACALAR, 22 de enero. La Laguna de Bacalar, conocida por sus hipnotizantes tonalidades que le valieron el título de “Laguna de los Siete Colores”, alberga una joya natural poco conocida pero de inmensa importancia científica: el arrecife de microbialitos modernos más grande del mundo, según reveló un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los microbialitos, que a simple vista pueden confundirse con piedras, son en realidad complejas estructuras biológicas formadas por comunidades de bacterias que desempeñan un papel esencial en el ciclo de minerales. Estas formaciones se desarrollan en ecosistemas acuáticos ricos en carbonato y pobres en fósforo, donde la transparencia del agua favorece su crecimiento. La Laguna de Bacalar, alimentada por ríos subteráneos de la Península de Yucatán, proporciona las condiciones idóneas para el desarrollo de estas complejas comunidades microbianas.

El Ecosistema de Agua Dulce Más Extenso de la Península
La laguna es el cuerpo de agua dulce más grande de la región y no solo deslumbra por su belleza paisajística, sino también por su relevancia ecológica. Los microbialitos de Bacalar se organizan en estructuras cilíndricas y sólidas que, con el tiempo, forman arrecifes. Las bacterias que los componen filtran minerales carbonatados como el carbonato de calcio, generando capas sucesivas donde las bacterias activas ocupan la superficie y los minerales sedimentados se acumulan debajo.
Microbialitos: Una Ventana al Pasado y al Futuro
Estudios realizados por la UNAM han permitido confirmar que los microbialitos de Bacalar están vivos. Los investigadores han documentado la fotosíntesis llevada a cabo por cianobacterias, la respiración de los microorganismos y su capacidad para fijar nitrógeno, un proceso fundamental en los ciclos biogeoquímicos.

Cada microbialito alberga una diversidad microbiana impresionante, con hasta 8,000 especies distintas interactuando en una sola estructura. Además, las capas minerales que forman su “esqueleto” ofrecen un registro de cambios ambientales a lo largo del tiempo, proporcionando una valiosa herramienta para estudios paleoclimáticos.
Los microbialitos son raros en el mundo. En México, además de Bacalar, se encuentran en Cuatro Ciénegas (Coahuila), los Lagos Cráter de la Cuenca de Oriental (Puebla) y Muyil (Quintana Roo). Su presencia es un indicador de agua limpia, un recurso cada vez más valioso y vulnerable.
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