• Las condiciones de las piscinas del balneario son preocupantes, pues lo que debía ser un atractivo adicional para los visitantes son actualmente dos albercas llenas de agua verdosa y sucia.

 

Miguel Ángel Fernández/ CAMBIO 22

BACALAR, 21 de enero.- El balneario público El Aserradero, reconstruido por el Gobierno Federal como parte de un ambicioso proyecto enfrenta hoy algunos retos que exponen los habitantes de Bacalar.

Los habitantes del pueblo mágico exponen que los tres muelles de madera que formaban parte de su infraestructura, uno ha sido ocupado por pontones. Además, un módulo destinado a la venta de viajes turísticos parece operar bajo un esquema de concesión, al igual que un restaurante dentro del balneario.

Las condiciones de las piscinas del balneario son preocupantes. Lo que debía ser un atractivo adicional para los visitantes presenta actualmente dos albercas llenas de agua verdosa y sucia.

La situación se vuelve de mayor importancia al considerar el creciente auge turístico de Bacalar. Con su laguna de los siete colores y la apertura de la nueva zona arqueológica de Ichkabal, el destino se posiciona como un punto clave para el turismo en el sur de Quintana Roo. En este contexto, resulta incomprensible que un espacio público diseñado para ofrecer recreación accesible esté en tan malas condiciones.

La comunidad de Bacalar hace un llamado al titular de turismo para que visite El Aserradero y constaten personalmente su estado, bajo la premisa que sí Bacalar aspira a promocionarse como un destino turístico de clase mundial, no puede permitirse tener espacios en estas condiciones.

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

RHM

 

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