Unas horas después, pasada la medianoche, otra taberna en el famoso distrito de antiguos guetos negros de Soweto, en Johannesburgo, fue blanco de un incidente similar.
“Un grupo de hombres armados con rifles y pistolas de 9 milímetros entraron en la taberna y empezaron a disparar aleatoriamente a los clientes que estaban sentados dentro”, señaló la Policía en un comunicado este domingo.
En total, 23 personas recibieron disparos y 12 fueron declaradas muertas en el lugar de los hechos. Otras dos murieron posteriormente en un hospital cercano y el resto permanecen en estado grave.
La Policía investiga estos hechos como incidentes de criminalidad sin motivaciones ulteriores, en un país en el que la inseguridad y las altas de homicidios son un grave problema.
Estos incidentes, además, se produjeron tan solo dos semanas después de una tragedia que ocurrió en otra taberna en la ciudad de East London, donde 21 adolescentes aparecieron muertos por causas que aún no se han esclarecido oficialmente.
La Policía acudió al lugar tras haber recibido llamadas de alerta y encontró 17 cuerpos sin vida en el local, además de un gran número de botellas de alcohol esparcidas por el lugar.
El resto de víctimas murieron en centros médicos cercanos o mientras eran trasladados, hasta un total de 21 muertos, de los cuales la mayoría eran menores de 18 años y el más joven tenía tan solo 13 años.
La tragedia de East London aún tiene conmocionado al país y esta semana se organizó un funeral conjunto al que acudió el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, si bien el acto despertó posteriormente polémica al trascender que los ataúdes que se usaron para el acto eran simbólicos y algunos estaban vacíos.