Redacción/ CAMBIO22

San Francisco de Campeche, Cam., 31 de diciembre.- Aunque agradeció las muestras de solidaridad de la población, el presbítero del Santuario Mariano Diocesano de Nuestra Señora del Carmen,  José Francisco Verdejo Aguilera desmintió que en Ciudad del Carmen la iglesia católica esté pidiendo apoyo para la reparación del templo de San Luis Obispo, cuyo techo se derrumbó. “Hermanos, por el momento la Diócesis de Campeche no ha emitido un comunidad oficial para aportar ayuda económica a la comunidad parroquial de San Luis Obispo en Calkini.”

“No se dejen engañar por estafadores que solo se intentan aprovechar de esta lamentable situación de nuestros hermanos de Calkiní”, dijo el apreciado cura. A través de un video, el cura también comentó: “De igual manera les comentamos que por parte del Santuario de Nuestra Señora del Carmen no se está pidiendo apoyo a nombre de la parroquia o del Padre Francisco, por si alguien les llega a pedir ayuda”.

Como informamos con oportunidad, la tarde del domingo pasado se desplomó parte del techo del emblemático templo católico San Luis Obispo, ubicado en el centro de la ciudad de Calkiní.

Esta iglesia y convento, que se localiza en la calle 17, entre 20 y 22, en el centro de la ciudad de Calkiní, tardó más de dos siglos en ser edificada; su nombre se debe a uno de los primeros evangelizadores de la Península de Yucatán. Durante su construcción, pasó de ser una modesta capilla hasta convertirse en una de las cinco más representativas del Sureste de la República. Su construcción inició en 1548 bajo la supervisión del Fraile Luis de Villalpando, que posteriormente es transferido a Conkal, Yuc.; en su honor, los filigreses le pusieron al templo “San Luis Obispo”.

Esta obra tardó más de dos siglos en concluirse totalmente, como lucía hasta hace unas horas; sin embargo, el 29 de agosto de 1561, el presbítero Agustín Ponce celebró la primera misa en su interior, por lo que esta fecha se reconoce como la de su inauguración. No obstante, es hasta el 13 de septiembre de 1776 cuando fray Martín de Vera concluye los trabajos de uno de los conventos más bellos del sureste mexicano.

Cabe destacar que pese a las múltiples gestiones del Pbro. Fernando Manzo Barajas, con el apoyo desinteresado de la sociedad Calkiniense, el gobierno federal (INAH) no respondió ni actuó para conservar y preservar el histórico edificio que hoy, alrededor de las cuatro de la tarde, se derrumbó dejando una estela de polvo y olor a siglos de fe y devoción.

 

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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