Redacción /CAMBIO 22

José María Morelos, 15 de diciembre.- Lo que alguna vez fue un símbolo de alegría y unión en las noches decembrinas, hoy parece desvanecerse. La tradición de “La Rama”, que durante generaciones representó un esfuerzo colectivo y un acto de identidad cultural, enfrenta la amenaza del olvido o, en el mejor de los casos, de su desvirtuación.

Rubén Sabido, subdirector del Centro Cultural Bicentenario, rememoró los tiempos en que salir a cantar “La Rama” implicaba compromiso y organización. “Desde diciembre, niños y adultos con panderetas y hasta instrumentos improvisados salían a las calles. Era un evento lleno de entusiasmo y significado cultural”, explicó.

Sin embargo, la escena actual dista mucho de aquella tradición. Los pocos niños que participan lo hacen de manera individual o en pareja, más motivados por las dádivas que por mantener vivo el espíritu de “La Rama”. “Hoy vemos a dos o tres niños, sin tonada y con una interpretación que apenas recuerda la esencia original. Incluso en redes sociales se observa cómo esta costumbre se transforma en algo superficial”, añadió Sabido.

El declive de esta práctica se debe a múltiples factores, entre ellos, la influencia de la tecnología. El atractivo de los videojuegos y los contenidos digitales ha desplazado el interés de las nuevas generaciones por aprender los cánticos tradicionales y participar en esta celebración cultural.

Aunque “La Rama” aún sobrevive en algunas esquinas de José María Morelos, su luz se atenúa. Rescatar esta tradición no solo requiere un esfuerzo por parte de las instituciones culturales, sino también un compromiso comunitario para transmitir su importancia a las nuevas generaciones antes de que su melodía se pierda por completo.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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