• Ramos señaló que su encarcelamiento tiene como objetivo apartarlo de la vida de sus hijas menores y castigar a su familia por denunciar presuntos actos de agresión y abuso.

 

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 30 de noviembre. – El exdiputado local Emiliano Vladimir Ramos, detenido desde hace seis meses por presuntos delitos electorales, anunciado desde el Centro de Retención Municipal de Solidaridad, Quintana Roo, el inicio de una huelga de hambre por tiempo indefinido. En una carta dirigida a la opinión pública, Ramos denunció que su detención y las acciones legales en su contra son resultado de una persecución política orquestada por figuras del poder judicial y político en el estado.

Ramos señaló que su encarcelamiento tiene como objetivo apartarlo de la vida de sus hijas menores y castigar a su familia por denunciar presuntos actos de agresión y abuso. Acusó al magistrado presidente Heyden Cebada y al abogado Alejandro Tzuc de operar un sistema de justicia selectiva que, según sus palabras, favorece intereses políticos y económicos, dejando a las verdaderas víctimas sin protección ni acceso a la justicia.

El caso de Ramos genera controversia desde su arresto, ocurrido tras ser señalado como parte de una red de compra de votos durante procesos electorales en Quintana Roo. En su defensa, el exdiputado y exmilitante del PRD ha sostenido que las acusaciones son fabricadas y que su encarcelamiento responde a un intento de eliminarlo políticamente. Además, expresó que las denuncias interpuestas por él y su hija adolescente contra presuntas agresoras han sido ignoradas por las autoridades judiciales.

La huelga de hambre tiene como objetivo visibilizar lo que Ramos considera un sistema judicial corrupto y una violencia institucional que afecta su caso y a otros ciudadanos en Quintana Roo. Criticó las acciones del poder judicial por revictimizar a su hija mayor y alejarlo de sus hijas menores, a quienes asegura no ha podido ver en los últimos seis meses, a pesar de sus derechos legales como progenitor.

Además de las acusaciones contra los operadores judiciales y políticos, Ramos destacó el impacto de lo que denominó como “violencia vicaria”, refiriéndose a la separación forzada de sus hijas y a la supuesta manipulación de denuncias para beneficiario a sus adversarios políticos. En su misiva, llamó a otros ciudadanos que enfrentan situaciones similares a no rendirse y a continuar luchando contra las injusticias del sistema judicial.

El contexto de su detención incluye presuntas pruebas en su contra relacionadas con actividades ilegales durante campañas políticas, incluyendo la compra de votos a través de tarjetas prepagadas. Sin embargo, Ramos ha desestimado estas acusaciones como un montaje, calificándose a sí mismo como un “preso político” y señalando que su caso refleja los abusos del poder en Quintana Roo.

En su carta, Ramos responsabilizó directamente a Heyden Cebada, Alejandro Tzuc y altos funcionarios del gobierno estatal por lo que calificó como una campaña de persecución en su contra y la de su familia. También manifestó preocupación por la posibilidad de que miembros de su familia, incluida su madre y la madre de una de sus hijas, enfrenten acciones legales similares como represalia por apoyar su caso públicamente.

El caso crea divisiones en la opinión pública, con algunos sectores viendo en Ramos una víctima de una persecución política y otros señalando que sus acciones pasadas, incluidas las acusaciones de compra de votos, justifican su situación actual. A medida que se desarrolla la huelga de hambre, el caso se perfila para seguir siendo un punto de discusión sobre la justicia y la política en Quintana Roo.

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

RHM

 

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