Adiós Silvia…
29 Nov. 2024
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Así nos Vemos
Edgar Prz / CAMBIO 22
Ayer se fue, cogió su barca y se puso a navegar, donde ira?. Después de muchos años de padecimientos, de sufrimiento por varias enfermedades, ayer se despidió del mundo terrenal Silvia Pinal, forjadora de una gran familia artística.
Formaba parte de aquella pléyade de histriones, quienes eran verdaderos representantes del arte escénico, lo mismo cantaban, bailaban, actuaban, eran hombres y mujeres completos dedicados a esa actividad. Ser artista no era solo el físico, era un esfuerzo continuo, un espíritu imparable de superación, de destacar y la señora Pinal, cubrió con creces esas asignaturas. Fue una mujer bonita, hermosa, bella, elegante, con personalidad y su capacidad interpretativa está reflejada en sus películas, en sus obras de teatro, en sus programas de radio y televisión.
En lo personal tengo un recuer dedo grato, la conocí en mis años de universitario, en Cholula Puebla, era pareja del hiperactivo Tulio Hernández en su época de Gobernador de Tlaxcala, casi todos los fines de semana eran visitantes frecuentes, paseaban en motocicleta con todos los pertrechos requeridos, blusa y pantalón de cuero. Así recorrían las calles y se metían al mercado que se localiza en el mero centro de Cholula. Accesibles, platicadores, sin guardias ni ayudantes, -quizás se colocaban a distancia-pero eran objeto de saludos y correspondían con amabilidad. Silvia era una mujer blanca, fina, Tulio no fue bien atendido por la naturaleza, pero esa cualidad la sustituía con su alegría, destreza, inteligencia, por ello fueron pareja, recuerdo que el poseía un par de ojos entre amarillos o verdosos y además era Gobernador.
Me recordó la anécdota de Frida Kahlo y Diego Rivera, al ser una pareja tan desigual, decían que era el romance entre el “Oso y la Paloma”..
Silvia Pina cuando joven recorrió el país y dentro de esas giras le tocó visitar Chetumal en las Caravanas Artísticas que permitían acercar a los ídolos de la farándula con el pueblo. En la zona maya era común ver a varios de ellos, este periplo lo inicio el gran Pedro Infante que hizo de Carrillo Puerto uno de sus hogares, lo visitaba muy a menudo y convivía con el pueblo, su presencia era una romería, un fandango con música, con sus charlas, sus anécdotas, la hacia de cantante, de chiclero, de peluquero y era una persona que se daba a querer, por cierto una ocasión fue anfitrión de Silvia Pinal.
La magia, la historia, las tradiciones, la cultura, la selva, el mar, todo era un agazajo para los visitantes y una deferencia para el pueblo.
Éramos tan felices y no lo Sabíamos…
Se ha ido Silvia y con ella se van mil historias de la industria cinematográfica, de lo difícil y arduo de esa actividad en donde no solo son aplausos sino sacrificios, esfuerzo, trabajo para siempre vender una imagen, un estereotipo de la belleza y elegancia y la verdad eso cuesta..
Falta capitalizar todos esos pasajes que ya forman historia. En la Zona Maya que cautivó a Pedro Infante cuando estaba en su mejor momento de esplendor, no hay ningún testimonio con su nombre en alguna calle, un busto, nada, hay que retomar la historia. También vivieron unas buenas temporadas actores como Carlos East personaje de películas de acción y vaqueras. La voz hecha poesía don Jorge Lavat quien un tiempo fue dueño de una planta maderera en Laguna Ocom, esos son algunos personajes que conocieron y convivieron con los habitantes de la Zona Maya..
Buen viaje Silvia, al cerrar tus ojos se baja el telón de tu historia y se cierran muchos capítulos de tu vida. Te fuiste de viaje en una época en la que faltan verdaderas actrices, auténticas estrellas y no artistas ficticios y ocasionales. El Senado ya le rindió un minuto de silencio, muchos le reconocerán méritos que le negaron en vida, quizás el mejor legado es el cariño y el respeto del pueblo y ese hace años que la acompañaba.
Hasta siempre vuélvete etéreay vuela como en tus buenos tiempos vuela alto, muy alto sin fronteras..
Mejor seguiré caminando y cantando “ Voy a apagar la luz para pensar en ti. Y así dejar volar a mi imaginación. Ahí donde todo lo puedo, donde no hay imposibles, que importa vivir de ilusiones, Si así soy feliz”.
HTR/MA