Las Organizaciones Civiles y su Aporte a la Democracia en la Era de la 4T
28 Nov. 2024
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Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez/ CAMBIO 22
A lo largo de las tres últimas décadas del Siglo XX y los años que llevamos del presente siglo al interior de la sociedad mexicana se ha demostrado la importante función de los llamados organismo no gubernamentales, o mejor dicho las organizaciones civiles, que bajo diversas especializaciones han sido punta de lanza para visibilizar diversos problemas que aquejan al pueblo de México.
Desde las incipientes organizaciones civiles que se formaron en México para denunciar la desaparición forzada de personas por motivos políticos, pasando por las aliadas de partidos políticos de oposición en la década de los setentas del siglo pasado, las defensoras de derechos políticos, derechos humanos, derechos ambientales, derechos de las mujeres, hasta las aquellas que hoy en día luchan por encontrar a sus familiares desaparecidos tanto por el crimen organizado como por la ineptitud de las autoridades responsable de ello.
Los avances político-electorales que se tuvieron en el país desde la caída del sistema en 1988 y lo ocurrido años previos a las elecciones presidenciales del 2000 y 2018 tuvieron aportes significativos de las organizaciones de la sociedad civil, porque fueron estas las que imponían las agendas a los gobiernos en turno, a las que se subían las dirigencias de los partidos políticos en busca de ocupar posiciones en el Congreso de la Unión y en los estados y fueron ellos, quienes al llegar al poder, negociaban que defender de la agenda ciudadana y qué no, al final de cuentas, los partidos políticos de oposición o en el poder, resultaron beneficiados en la historia reciente del país de los temas que las organizaciones civiles visibilizaron.
A partir de que la ahora desprestigiada Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) obtuvo su autonomía del gobierno federal en la década de los noventas, fue documentando los múltiples agravios de los que han sido víctimas las personas activistas de estas organizaciones, desde amenazas, agresiones físicas, desapariciones, secuestros y asesinatos.
El nivel de participación ciudadana en contra de los proyectos políticos de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional logrado en 2018, se obtuvo gracias a la visibilización y los litigios estratégicos de los temas de las agendas ciudadanas y de las organizaciones civiles, las cuales, de la noche a la mañana se convirtieron en enemigas del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, porque no estuvieron de acuerdo en avalar a ojos cerrados sus acciones de gobierno y sus desatinadas políticas públicas, porque sus orígenes fueron cuestionar y exigirle al gobierno en turno solución a las demandas ciudadanas y no ser aliadas de un grupo opositor, para después compartir el poder.
La intervención, al principio marginal y después decisiva del quehacer periodístico, dentro de la sociedad mexicana ha contribuido a que la tarea de las organizaciones civiles se haya consolidado; además, el periodismo de investigación en México se ha fortalecido con piezas que han tenido tal grado de incidencia que han movido las estructuras de poder, en las que el uso de información obtenida a través de solicitudes de acceso a la información pública gubernamental ha sido fundamental, de allí el odio a instituciones como el INAI que buscan promover la cultura de la transparencia y rendición de cuentas.
En Quintana Roo trabaja Maya sin Fronteras A.C., integrada por un grupo interdisciplinario de mujeres expertas en diversas áreas del conocimiento y en especial en la defensa de los derechos humanos de las mujeres, quienes se han comprometido a defender los derechos humanos en la entidad y en las circunvecinas, como una aportación a la sociedad en su pleno ejercicio de su derecho a defender derechos humanos.
Quienes somos parte de Maya sin Fronteras A.C. tenemos la convicción y el compromiso de defender los derechos humanos de las mujeres, enfrentándonos y siendo víctimas de los poderes formales y de facto que ven en nuestro trabajo un riesgo para sus intereses para seguir perpetuando la violencia contra las mujeres.
Este compromiso con los derechos humanos, nos ha llevado a solicitar el amparo de la justicia federal para impedir una imposición en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, caso que al final llegó a sentencia del Poder Judicial de la Federación, el cual no analizó nuestra demanda de fondo bajo el argumento que no teníamos la personalidad jurídica para demandar, violando tratados internacionales y la misma Constitución mexicana.
Esta participación nos trajo como consecuencia amenazas, extorsiones e intentos de ejercer acción penal en nuestra contra, por parte de los grupos políticos afectados con nuestra demanda, pero sus señalamiento, siempre han caído porque de origen son falsos.
Quienes integramos Maya sin Fronteras A.C., en ningún momento hemos renunciado a nuestros derechos políticos como ciudadanas mexicanas, por lo que hemos sido llamadas por organizaciones políticas a participar en contiendas electorales, invitaciones que como colectivo hemos declinado para priorizar nuestras tareas como defensoras.
Sin embargo, estamos en comunicación constante con quienes construyen nuevos iniciativas de participación ciudadana y política para decidir la participación como colectivo en esos proyectos o seguir dando la batalla desde el periodismo y la defensa de los derechos humanos de las mujeres en Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Chiapas y Tabasco.
Recordemos que las luchas ancestrales del pueblo maya han sido por el reconocimiento, por la inclusión y no discriminación; hoy en día, Quintana Roo requiere una participación ciudadana diversa y plural, creer que la democracia se hace con la uniformidad en las ideas y con la inhibición de las opiniones divergentes es una falacia, pero además, una tentación para aspirar a un régimen autoritario
Las tareas de las organizaciones civiles en los gobiernos de la 4T se han convertido una situación de riesgo, sin embargo, representan los pocos canales que nos quedan en México para retomar la ruta de una verdadera transición a la democracia a través de la participación ciudadana, alejada de las militancias ortodoxas.
HTR/MA