“Tenía apenas unos segundos para decidir si me quedaba o me bajaba”, indicó. El operador de la atracción no notó el incidente hasta que el hombre ya estaba en el suelo. Según su relato, la barra de seguridad parecía estar correctamente ajustada al inicio, pero no fue verificada manualmente.
“Debería haber estado vigilando los carros y, cuando al verme salir, debería haber sido capaz de pulsar un botón de emergencia, debería haber sido capaz de hacer algo”, subrayó.
“Empujé la mía hacia arriba. Ella miró. Se marchó”, explicó. Aunque el hombre presentó una queja al parque, no recibió copia del documento. Además, destacó la necesidad de reforzar las normativas de seguridad. “Creo que la parte más aterradora fue la negligencia por su parte y el descuido absoluto que tuvieron durante todo el incidente”, indicó.
Actualmente, el estado de Arizona no regula directamente sus parques de atracciones, delegando las inspecciones anuales a compañías de seguros privadas, según la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos. Eso tiene que cambiar 100 por ciento. “Creo que todos los parques de atracciones que básicamente tienen la vida de las personas en sus manos necesitan estar mejor regulados”, declaró a KPNX. Este incidente recordó a los usuarios de X los numerosos incidentes similares que han tenido lugar en montañas rusas en Estados Unidos.





















