Violencia Obstétrica en México: una Realidad que Afecta a 1 de Cada 3 Mujeres en el Parto

Miguel Ángel Fernández/ CAMBIO 22

BACALAR, 25 de noviembre.- De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchas mujeres enfrentan maltrato y falta de respeto durante el proceso de parto en diversos establecimientos de salud. En México, esta problemática se evidencia en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, que reporta que el 31.4% de las mujeres de entre 15 y 49 años que dieron a luz entre 2016 y 2021 sufrieron violencia obstétrica.

¿Qué es la violencia obstétrica?

La violencia obstétrica es una forma de violencia de género que ocurre en contextos de atención sanitaria durante el embarazo, parto o posparto. Implica maltrato físico, verbal o psicológico, así como prácticas médicas invasivas o no consentidas que vulneran los derechos de las mujeres a recibir una atención digna y respetuosa.

Diferencias por tipo de atención

 La encuesta destaca una marcada diferencia según el lugar donde ocurrieron los partos:

• Sector público: 37.9% de las mujeres reportaron haber sufrido violencia.
• Sector privado: 15.1%, una diferencia de 22.8 puntos porcentuales frente al sector público.

Principales formas de violencia obstétrica

Entre los actos más reportados se encuentran:

• Gritos y regaños: El 11.0% de las mujeres fueron sometidas a este trato.
• Presión para métodos anticonceptivos: Al 9.7% se les presionó para aceptar un dispositivo o esterilización.
• Ignorarlas durante el parto: El 9.0% afirmó que sus preguntas fueron desatendidas.
• Desatención por “exagerar” sus quejas: Al 8.0% se les retrasó la atención bajo el argumento de que gritaban o se quejaban demasiado.
• Posturas incómodas o molestas: El 7.2% fue obligada a permanecer en posiciones que les resultaban incómodas.

La urgencia de una atención respetuosa

La violencia obstétrica no solo afecta la experiencia del parto, sino que también puede tener repercusiones psicológicas y físicas a largo plazo para las mujeres y sus bebés. De acuerdo con diversos estudios es necesario fortalecer los protocolos de atención médica con perspectiva de género y derechos humanos, así como garantizar la capacitación del personal sanitario para erradicar estas prácticas y promover un trato digno.

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