Encuesta Pone a Chetumal Como la Peor Capital en Percepción de Seguridad y Servicios Públicos

► Ocupa el último lugar de las capitales de 31 entidades federativas evaluadas en esos rubros por el estudio

Ricardo Jesús Rivas/CAMBIO 22

CHETUMAL, 21 de noviembre. – La capital de Quintana Roo, ocupa el último lugar en las encuestas nacionales de percepción ciudadana en rubros clave como seguridad, cercanía de autoridades municipales y servicios públicos. Así lo revelan los datos presentados por Rubrum, en su más reciente encuesta de evaluación de las 31 capitales estatales, donde Chetumal aparece con los puntajes más bajos.

En la encuesta, que mide indicadores como percepción de seguridad, desempeño de autoridades y calidad de los servicios públicos, Chetumal se ubicó en la posición 31, con una calificación de 3.79 en percepción de seguridad y de 3.91 en servicios públicos, siendo superada incluso por ciudades que enfrentan altos niveles de violencia e infraestructura deficiente. Además, la presidenta municipal de Othón P. Blanco, Yensunni Martínez Hernández, fue evaluada con un puntaje de 3.75 en desempeño y 3.70 en cercanía con la ciudadanía, situándose también en el último lugar de estos rankings.

Entre los indicadores más alarmantes, destaca la percepción de seguridad, donde Chetumal fue calificada con una de las peores evaluación a nivel nacional. Este resultado refleja el temor de los ciudadanos ante la delincuencia y la incapacidad de las autoridades municipales para implementar estrategias efectivas que devuelvan la tranquilidad a la capital cuanto, a los servicios públicos, los resultados muestran un claro descontento de la ciudadanía. Desde problemas de recolección de basura hasta falta de agua potable en algunas zonas, los chetumaleños han señalado en repetidas ocasiones que la administración municipal no ha sabido responder a estas demandas esenciales.

La encuesta también evaluó la cercanía de las autoridades municipales con la población, en la que nuevamente Chetumal quedó en último lugar. Esto pone de manifiesto una desconexión entre los líderes locales y las necesidades reales de la comunidad, lo que se traduce en un creciente descontento social.

Estos resultados reafirman la necesidad de una reestructuración urgente en las políticas públicas de Othón P. Blanco, así como de un cambio de estrategia en la forma en que se administra la capital del estado.

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