Yolanda Gutiérrez/CAMBIO 22

ISLA MUJERES, Q.ROO, 12 de noviembre-. Decenas de casas de renta vacacional se venden a lo largo y ancho de la isla, ante la imposibilidad de ofrecer al turismo los servicios básicos las 24 horas, situación que redunda en quejas, cancelaciones y, lo peor, empieza a correrse la voz de que Isla Mujeres se acerca al infierno y se aleja del paraíso.

El acelerado crecimiento de las construcciones, en su gran mayoría de vocación turística, no está acorde con la infraestructura para la dotación de servicios, principalmente agua potable, alcantarillado y suministro de energía eléctrica.

Además, la gentrificación favorece una escalada de precios en los establecimientos de las colonias populares, donde muchos extranjeros han fincado su residencia definitiva, en su mayoría jubilados o personas que trabajan a distancia y que también ven afectado su home office con las fallas en el servicio de internet.

La problemática afecta a los vecinos de la mayor parte de las colonias populares, quienes no gozan de un servicio eficiente a causa de los continuos cortes en el suministro o la baja presión con la que llega el agua, que no alcanza a subir hasta los tinacos y se traduce en apenas unas cuantas gotas de la llave general.

Y como la mayor parte de las viviendas que los isleños vendieron al mejor postor o rehabilitaron para obtener unos ingresos extras alquilando por días al turismo se enclavan en zonas populares, resultan igualmente afectadas por las fallas en el suministro de los servicios básicos.

El propietario de una de las numerosas viviendas en esta situación, que se identificó como Mariano, expresó que, además de la fuerte inversión que aplicó hace siete años en las remodelaciones, el inmueble tiene todos los permisos que se requieren para operar de manera regular.

Ahora, quiere deshacerse de lo que tanto sacrificio le costó construir porque son más los quebraderos de cabeza que los beneficios: la incapacidad de la CFE y Aguakan para dotar de los servicios de electricidad y agua potable de manera eficiente provoca quejas de los huéspedes, que hasta han llegado a cancelar su estancia después de la primera noche porque no hay agua o no hay luz.

“La bomba no sirve de mucho, casi nunca hay presión y si se va la luz, peor aún; reconozco mi error, la casa tenía una cisterna y cometí la tontería de ampliarla y construir una alberca, porque es lo que buscan los turistas”.

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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