Ley de Fomento a la Lectura y el Libro es “Letra Muerta” en Quintana Roo
25 Oct. 2024
Miguel Ángel Fernández/CAMBIO 22
CHETUMAL, 25 de octubre. – La Ley de Fomento a la Lectura y el Libro del Estado de Quintana Roo, creada para impulsar la lectura y la producción editorial en la entidad, ha quedado en el olvido por más de una década. Desde su entrada en vigor en enero de 2013, esta legislación sigue sin aplicarse de manera efectiva.
Esta Ley contempla la promoción de publicaciones en lengua maya, así como materiales en braille, audiolibros y otros formatos accesibles para personas con discapacidad, pero sus disposiciones han sido ignoradas.
En otras palabras, a pesar que tiene por objetivo fomentar la lectura, impulsar la producción, edición, publicación y difusión de libros, la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro del Estado de Quintana Roo es letra muerta
Además, la ley exige que se asignen recursos específicos en el presupuesto estatal para fomentar la lectura y la difusión del libro. Se estipula la creación de programas de radio y televisión que promuevan la lectura, mensajes en sitios web gubernamentales y campañas de sensibilización sobre la importancia de visitar bibliotecas públicas.
A la fecha, estos lineamientos permanecen inactivos, dejando a Quintana Roo sin un marco de impulso a la lectura que podría contribuir significativamente al desarrollo cultural y educativo de sus habitantes.
El artículo séptimo de la ley establece que la Secretaría de Cultura debe crear un Programa Estatal de Fomento a la Lectura y organizar una Feria del Libro en la capital cada año, sin embargo, esto no se cumple y actualmente la entidad ya no tiene una secretaría en la materia sino un Instituto de Cultura y las Artes (ICA).
De acuerdo con la ley, el Consejo Estatal de Fomento a la Lectura tiene la responsabilidad de coordinar el Programa Estatal de Fomento a la Lectura y apoyar en la organización de la Feria del Libro en los municipios. Este Consejo, que incluye al gobernador o al secretario de Cultura, además de los presidentes de las Comisiones de Educación y Cultura del Congreso, debería funcionar como el núcleo rector de las políticas de fomento a la lectura. Sin embargo, a pesar de esta estructura, Quintana Roo sigue ocupando los últimos lugares nacionales en producción editorial.
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RHM