Miguel Ángel Fernández/CAMBIO 22

CHETUMAL, 21 de octubre. – Un reciente estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República revela que la deuda neta del sector público federal de México ha experimentado un crecimiento sostenido desde 2008, alcanzando niveles históricos en 2024. A agosto de este año, la deuda neta se ubicó en 16.66 billones de pesos, lo que equivale al 50.5% del Producto Interno Bruto (PIB).

El informe titulado “Evolución de la deuda neta del sector público federal en México durante las últimas cinco administraciones federales, 1994-2024”, elaborado por el investigador Jaime Arturo Del Río Monges, detalla que el comportamiento de la deuda ha sido mixto a lo largo de las últimas tres décadas. Entre 1994 y 2007, la deuda mostró una tendencia decreciente, mientras que de 2008 a 2024, la tendencia fue predominantemente ascendente.

El análisis destaca que, en 1994, último año del gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari, la deuda neta representaba el 28.5% del PIB. Al finalizar el mandato del presidente Ernesto Zedillo en el año 2000, esta proporción disminuyó a 18.8%. Durante el sexenio de Vicente Fox, la deuda continuó su tendencia a la baja, ubicándose en 17.8% del PIB en 2006. Sin embargo, bajo la administración del presidente Felipe Calderón, esta cifra aumentó de manera significativa, alcanzando el 32.4% del PIB en 2012.

La tendencia al alza se mantuvo durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, cerrando 2018 con una deuda pública equivalente al 44.7% del PIB. En 2024, último año del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la deuda pública alcanzó el 50.5% del PIB, considerando los primeros dos trimestres del año.

El estudio subraya que, aunque la deuda pública puede ser una herramienta clave para enfrentar crisis económicas, mantener un endeudamiento más bajo en relación con el PIB es esencial para garantizar finanzas públicas sanas y sostenibles.

Del Río Monges concluye que es necesario explorar alternativas para incrementar los ingresos públicos de manera equilibrada y fiscalmente responsable con el fin de reducir el peso de la deuda pública en la economía mexicana.

Cabe mencionar que, cuando se dice que la deuda pública alcanza el 50% del Producto Interno Bruto (PIB), significa que el monto total que el gobierno debe es la mitad del valor de todos los bienes y servicios que el país produce en un año. En términos sencillos, si imaginamos que el PIB es el dinero que todo el país genera en un año, el gobierno debe un 50% de esa cantidad.

Esto no significa que el país esté “quebrado” o que todo el PIB deba ser usado para pagar la deuda. Sin embargo, sí indica que una parte significativa de los recursos públicos debe destinarse al pago de intereses y amortización de esa deuda. Cuanto mayor sea este porcentaje, menos dinero tiene el gobierno para gastar en otras áreas importantes, como educación, salud o infraestructura.

 

 

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